Centipede, el clásico juego de Atari basado en una leyenda japonesa.

Entre los guerreros míticos de las leyendas japonesas  hay uno especialmente relevante llamado Hidesato, cuyos relatos sobre sus enfrentamientos contra seres mitológicos se han gando un merecido lugar en  la literatura popular nipona. Entre sus hazañas más conocidas se encuentra la lucha encarnizada contra el monstruoso ciempiés gigante, que aterrorizaba a los habitantes próximos al colosal lago Biwa. Según los relatos que se han ido transmitiendo de padres a hijos, el mítico  Hidesato se proponía cruzar un puente cuando este se encontraba invadido por un dragón durmiente, la valentía del guerrero le hizo esquivarlo y fue entonces cuando el dragón se mostró en su estado original, que no era otro que el humano rey Dragón. El monarca explicó al aventurero que se trataba de una prueba, y que hasta entonces nadie se había atrevido a cruzar el puente. Tras cruzar el puente Hidesato demostró que él era el elegido para combatir al temible ciempiés gigante que aterrorizaba a la población de los lugares cercanos, tarea que no dudó en aceptar aunque le costase la vida.

900 años después de que esta conocida leyenda tuviese lugar, una ingeniera de Software llamada Dona Bailey abandonaba su trabajo en General Motors para formar parte de la por aquel entonces incipiente industria del ocio electrónico, siendo contratada en  Atari y  conviertiéndose en una de las pocas mujeres que formaban parte de aquella industria (de hecho Dona conoció los videojuegos a través de la canción Space Invaders de The Pretenders). En una de las sesiones de brainstorming de la compañía surgió la idea para un nuevo juego, la mecánica era parecida a Space Invaders pero los colores pastel de los gráficos y el control lo hacían algo especial. Y tan especial porque el título en el  que estaban trabjando estaría protagonizado por un ciempiés gigante!! El proyecto siguió adelante liderado por el programador Ed Logg y en 1981 finalmente nació Centipede, a la postre uno de los juegos más exitosos de la compañía y un arcade mítico. En Centipede tomábamos en control de un valiente que se enfrentaba a seres tan repugnantes como escorpiones o arañas, pero el que se llevaba la palma era el Ciempiés  gigante, al que más nos valía acertar a disparar si no queríamos que llegase hasta donde nos encontrábamos y pegarse un festín. El juego, un shooter vertical, fue todo un acontecimiento con conversiones y adaptaciones ( no todas legales) innumerables. Tras Centipede Dona dejó la industria, aunque jamás renegó de ella y siempre se sentiría orgullosa de  Centipede, uno de nuestros juegos preferidos.

Ah, por cierto, Hidesato venció al ciempiés disparándole una flecha envenenada a su cabeza. Y como regalo obtuvo una bolsa de arroz que jamás se vaciaba. Nuestro moderno Hidesato lo encontramos el 1 de agosto de 1984, cuando un tal Jim Schneider  batió el récord de Centipede consiguiendo 16.389.547 puntos. Ponedle un ciempiés delante al chaval, ya veréis lo que ocurre.