[Crítica] Ultimate Fantastic Four vol.1
Se dice a menudo que los 90 no fueron una buena década para Marvel Comics (ni para DC Comics ni para los cómics en general), sin embargo, la primera década del siglo XXI fue especialmente auspiciosa para la Casa de las Ideas, y sucedió así principalmente gracias a dos escritores: Brian Michael Bendis (con su “Ultimate Spider-Man” y su “Daredevil” aclamados por la crítica) y Mark Millar (con sus celebradas etapas en “Ultimates” y otros títulos más recientes como Kick-Ass).
Así que, obviamente, tenía sentido juntar a ambos autores y el resultado fue “Ultimate Fantastic Four”. En ese entonces, la línea Ultimate tenía algunos de los mejores cómics de súper-héroes tanto de Marvel como de DC, o cualquier otra editorial. Y Millar y Bendis demostraron estar en su mejor momento reinterpretando a la primera familia heroica de Marvel.
Todo empieza cuando Reed Richards es un chico nerd constantemente abusado por sus compañeros de clase. De hecho, en las escenas iniciales del # 1, un grupo de chiquillos mete a Reed de cabeza al retrete, en el baño del colegio. Lo defiende su mejor -y único- amigo, Ben Grimm.
Sin embargo, lo más terrible de la vida de Reed es su relación con su padre, un hombre de intelecto limitado y una cierta tendencia hacia el comportamiento agresivo. Reed puede soportar el hecho de ser constantemente atormentado en el colegio, pero lo que realmente destroza su vida es el sentimiento de no ser querido por su propio progenitor.
Por supuesto, incluso a una temprana edad, Reed Richards ya era un genio, y sus frecuentes experimentos con los electrodomésticos hogareños hacen que su padre pierda toda su paciencia. Así que cuando el gobierno aparece y promete ayudar a Reed a canalizar toda su curiosidad científica, su padre se alegra de deshacerse de él.
Los años pasan, y Reed ya no es un niño. Como adolescente, es una de las mejores mentes científicas del mundo. Y bajo el tutelaje del doctor Storm, intenta romper la barrera dimensional entre nuestra dimensión y la dimensión negativa. Pasa años en una instalación del gobierno con otros genios precoces, pero el único adolescente que puede rivalizar con él intelectualmente es Victor Von Doom, su futuro némesis.
La dinámica entre los dos jóvenes es intensa. En este escenario, Reed ya no es víctima de la humillación física, pero aun así es maltratado por la frialdad y el desprecio de Doom. Hay momentos tensos cuando los dos muchachos pelean a causa de procedimientos científicos y cálculos, pero al final, Reed se las arregla para convencer a Doom de que todo sería mejor si trabajan juntos.



Y así, algunos años después, todo está listo para el más grande descubrimiento de Reed. Los hijos del doctor Storm -Sue y Johnny- están presentes en este histórico momento. En la historia original, escrita por Stan Lee hace casi un siglo, Reed Richards, Ben Grimm, Sue Storm y Johnny Storm viajan en una nave espacial y obtienen habilidades fantásticas gracias a los rayos cósmicos. Aquí, sin embargo, Doom altera la ecuación de Reed y como resultado, en lugar de abrir un portal estable a la zona negativa, ellos entran a otra dimensión y regresan a la Tierra, y a causa de la radiación negativa sufren un irreversible cambio genético.
El cuerpo de Reed Richards se convierte en un objeto maleable, casi tan fluido como el agua; Ben Grimm se convierte en una criatura tan dura como la roca; Sue Storm se hace tan invisible como el aire; y el acalorado Johnny Storm experimenta una combustión espontánea, aportando de este modo el fuego -el último de los cuatro elementos básicos.
Para muchos escritores los Cuatro Fantásticos no son sólo la quintaesencia de la familia, sino también una alegoría de los cuatro elementos básicos; después de todo, familia significa unión, y de acuerdo a los filósofos pre-Socráticos, todo lo que existe en nuestro mundo es una combinación de tierra, fuego, agua y aire. John Byrne, en uno de sus primeros números, también sugirió esto al enfrentar a Mr. Fantástico, la Cosa, la Mujer Invisible y la Antorcha Humana contra cuatro monstruos que eran, literalmente, representaciones de la tierra, el fuego, el agua y el aire. Grant Morrison también exploró esta temática con su innovadora miniserie “Fantastic Four 1-2-3-4”. Y a través de los años muchos otros escritores han continuado en esta ruta.


Aunque Millar y Bendis van más lejos al subvertir la estructura familiar clásica que ha sido el rasgo más reconocible de los Cuatro Fantásticos. Juntos siguen siendo la combinación de todo lo que existe en el planeta, pero no son una familia, son demasiado jóvenes para ello. Y esto duplica la cantidad de conflictos internos porque si los Cuatro Fantásticos originales tuvieron que sufrir para adaptarse a sus nuevos poderes, estos nuevos Cuatro Fantásticos también deben luchar con la presencia -o ausencia- de figuras paternas. Reed intenta ganar el corazón de su padre por todos los medios posibles, enviándole regalos costosos, pero nada parece funcionar. Al mismo tiempo, la admiración de Doom por el futuro -y villanesco- Hombre Topo no se desliga por completo de una figura padre-hijo.
Creo que Adam Kubert hace uno de sus mejores trabajos en estas páginas. He disfrutado particularmente con las primeras viñetas en los que vemos los cuerpos transformados de nuestros protagonistas, y los pequeños detalles como la lagartija, la araña o la rata que se mueven a su alrededor. Las escenas de acción son grandiosas y algunas de las páginas dobles son muy buenas. Me encantó el primer volumen y apenas tenga tiempo para leer el segundo también le dedicaré un post.

Edición original: Ultimate Fantastic Four Núms. 1 al 12 USA
Guión: Brian Michael Bendis, Mark Millar, Warren Ellis
Dibujo: Adam Kubert, Stuart Immonen
Tinta: Danny Miki, Wade Von Grawbadger
Color: Paul Mounts, Dave Stewart
Editorial Panini
Formato: Libro cartoné, 304 págs., color.
Precio: 29,95 euros
¡Tras el primer volumen de Ultimates, llega una nueva macrorecopilación en Marvel Deluxe, con los doce primeros episodios de Los 4 Fantásticos Definitivos, a cargo de los arquitectos del Universo Ultimate. Contempla el nacimiento de los que están llamados a ser iconos heroicos del siglo XXI. Los jóvenes Reed Richards, Sue y Johnny Storm y Ben Grimm se embarcan en el viaje de sus vidas, mientras el temible Victor Van Damme espera en las sombras.