Thunderbolts vol.3 #6. La gran evasión
Tras lo sucedido en el tomo anterior, nos encontramos con varios miembros de los Thunderbolts huyendo del grupo y de sus condenas, utilizando al Hombre Cosa y sus poderes de alteración del espacio y del tiempo para ello. Lo malo es que, debido a las heridas que éste sufrió en el anterior tomo, ahora van “dando saltos” sin saber muy bien donde acabarán, es decir, que si pensaban que utilizar al Hombre Cosa les serviría para que fuesen transportados fuera de las instalaciones de los Thunderbolts y así recuperar la libertad se han llevado una buena hostia, ahora están viajando en el tiempo y en el espacio. Su primera parada, la 2ª Guerra Mundial, donde se encontrarán de bruces con dos miembros del grupo de héroes conocido como Los Invasores, el Capitán América y Namor. Ahora, ese extraño grupo de “escapados” de su linea temporal deberán ayudar al Capi y Namor a luchar contra el padre del hombre que creará el grupo de los Thunderbolts años más tarde, el Barón Zemo original…
En la segunda aventura estos Thunderbolts escapados acabarán en el año 1888. Al llegar a su destino (Inglaterra), Mr Hyde y Satanna, dos de los miembros más peligrosos del grupo se dedicarán a ir por la ciudad destripando mujeres. Un detective de Scotland Yard formará equipo con el resto de los Thunderbolts para localizarlos y averiguar el porqué hacen lo que hacen, mientras en nuestra época el resto de los Thunderbolts intenta encontrar a los miembros del grupo fugados gracias a la magia y a la tecnología Asgardiana que pone a su disposición La Valquiria, pero ni con esa ayuda resulta fácil averiguar donde se esconden…
Ya se notaba en el tomo anterior y se nota mucho más en éste, al igual que el pescado que lleva una semana en un mostrador esta colección ya empieza a oler mal. Toda la frescura de los primeros tomos se ha ido perdiendo y ahora uno ya no sigue las aventuras de este grupo con la misma actitud que antes. Las historias siguen entreteniendo pero han pegado un bajón importante, creo que solo queda un tomo para acabar con la serie, me parece bien, es mejor acabar ya que estirar la idea demasiado y cagarla. En cuanto al dibujo, Kev Walker sigue molando aunque le veo un escalón más abajo de lo que nos suele dar y Declan Shalvey se limita a cumplir el expediente con lo justito. En resumen, un tomo que entretiene pero que ya empieza a dar visos de un gran agotamiento, esta historia ya no da para mucho más…
Lo peor: ya empieza a resultar indiferente el seguir las andanzas de éstos personajes, y eso es malo…