The New Teen Titans # 6, 7 y 8 de Marv Wolfman y George Pérez
Crecer puede ser una maravillosa aunque extraña experiencia que nos agarra por sorpresa. Lo mismo pasa con los héroes juveniles, excepto que además de intentar definir quiénes son también deben decidir qué hacer con las extraordinarias habilidades a su disposición. Marv Wolfman explicó en el prólogo cómo el núcleo emocional de la serie partiría de una clara dicotomía: joven versus viejo, hijo versus padre. En algunos casos, la disputa entre padres e hijos sería simbólica (por ejemplo, en el caso de Batman y Robin), en otras situaciones, el conflicto sería bastante real; y no podría ser de otro modo si hablamos de Raven y su padre, Trigon, una maligna criatura con suficiente poder para conquistar el sistema solar.
“¡Último en morir!” (publicado en The New Teen Titans # 6, abril de 1981) comienza con Raven y Trigon. Ambos caminan por un mundo dominado, un lugar cruel en el que la gente ha perdido toda esperanza. El dolor emocional es demasiado para una psíquica como Raven, y rápidamente comprende que debe escapar, o la demencia se apoderará de ella. Mientras tanto, los Jóvenes Titanes escuchan a Arella, la madre de Raven, ella explica cómo fue violada por Trigon, y cómo parió a Raven en Azarath. Los Titanes convencen a Arella para ir tras Raven, y juntos cruzan la barrera dimensional, para pelear una vez más en contra de Trigon. A duras penas consiguen vencer al demonio inter-dimensional, y si no fuera por la estratagema secreta de Arella, no hubiesen salido victoriosos.
Los maravillosos lápices de George Pérez son entintados por el talentoso Pablo Marcos. El resultado es más que impresionante. Hay tantas páginas asombrosas que fue difícil decidir cuáles incluiría en este post. Escenas de acción, amenazas cósmicas, monstruos alienígenas, demonios, todo brilla con luz propia. Sólo un artista tan talentoso como Pérez sería capaz de crear tan preciosas imágenes.
Los Cinco Fatales reaparecen en “¡Asalto a la Torre de los Titanes!” (The New Teen Titans # 7, mayo de 1981). Sin embargo, lo más interesante de este número no es la pelea entre héroes y villanos. El verdadero protagonista aquí es Cyborg (Vic Stone) y su padre, Silas Stone. “Para salvar la vida de Vic Stone, su padre tuvo que convertirlo en un cyborg viviente”, aclara Wolfman. Pero como cyborg, Victor odiaba su vida, y estaba lleno de amargura. En las últimas páginas, él finalmente acepta su condición y perdona a su padre, justo antes que el anciano fallezca.
“Creí que los Titanes necesitaban estar emocionalmente en conflicto los unos con los otros, incluso cuando era necesario que sean amigos”, expresó Wolfman. Y tenía razón, después de todo, muchas de las etapas más memorables de otros comics han incluido enfrentamientos dramáticos entre superhéroes. Tal vez por eso es que “Un día en las vidas…” me parece uno de los capítulos más cautivadores del primer volumen de “The New Teen Titans”. Sólo por un día, los jóvenes héroes pueden olvidarse de las peleas con extraterrestres o la lucha contra los villanos. Es hora de regresar a la vida normal, aunque algunos de ellos no tienen nada que se asemeje a una existencia normal.
Para Raven, el dolor va por dentro. Ella debe enfrentar sus peores miedos antes de encontrar la forma de adaptarse a la Tierra, un mundo que no le es familiar. Changeling debe lidiar con los problemas de Industrias Dayton, propiedad de Steve Dayton (alias Mento), su padrastro y el quinto hombre más rico del mundo. Wonder Girl tiene algunos problemas laborales pero ninguno que le impida almorzar con Starfire, quien por fin se está adaptando a un lugar como New York, tan distinto a su mundo. Robin regresa a Gotham. Y Kid Flash retorna a Blue Valley, allí habla con sus padres y admite estar muy preocupado por su futuro, no quiere ser un superhéroe, quiere ir a la universidad y tener una vida normal. Cyborg intenta hablar con una chica que conoció antes de su accidente, cuando todavía era un humano común y corriente.
Como podemos ver, los conflictos internos de los personajes le dan mucho impulso a este título. Es la fuerza de esta lucha interior lo que convierte a estos jóvenes en personajes con los que el lector se puede identificar. Marv Wolfman y George Pérez son uno de los mejores equipos creativos de esa época, y el hecho de que los Titanes entretuvieron y deleitaron a miles de fans durante tantos años es un testimonio del gran talento de los autores.