The Legion # 31 – 32 – 33, de Abnett, Lanning, Giffen y Batista
Después de salvar el universo en “Foundations”, los legionarios necesitan descansar y relajarse durante algunos días. Pero alguien tiene que hacerse cargo de Mundo Legión, y asegurarse que todo marche bien. Chuck Taine (anteriormente conocido como Bouncing Boy) y Gear están a cargo de la “Limpieza” (publicado en The Legion # 31, mayo del 2004). Este episodio autoconclusivo es un hilarante recorrido por la vida privada de los legionarios, visto desde la perspectiva de dos personajes que se sienten a menudo relegados a tareas menores.
Chuck Taine y Gear roban un proyecto de nanotecnología experimental del laboratorio de Brainiac 5, pensando que pueden programarlo para hacer toda la limpieza, pero estos nanocomponentes terminan devorando toda la materia orgánica. En lugar de alertar a los otros legionarios, el dúo simplemente engaña a Superboy para que los ayude. Dan Abnett y Andy Lanning saben muy bien cómo humanizar a los superhéroes, y también tienen un enfoque irreverente que ciertamente se ajusta al tono juvenil de este cómic. No pude dejar de reírme con todos los chistes contados a expensas de Superboy, por ejemplo cuando Chuck Taine y Gear se burlan de él por su falta de higiene y su dormitorio desordenado. Superboy, al igual que todos los adolescentes, es desordenado y en ocasiones un poco cochino, pero ese es un aspecto que uno no ve mientras que él está por ahí salvando el mundo.
Hay un montón de elementos traviesos en “Limpieza”; Abnett y Lanning muestran con mucho humor lo que sucede a puertas cerradas, aunque sin la necesidad de ser explícitos. Los protagonistas descubren que Cosmic Boy y Kid Quantum están teniendo relaciones sexuales tan violentamente que los poderes magnéticos del chico se salen de control, e incluso los elementos metálicos que están fuera de la habitación empiezan a moverse hacia arriba y abajo, siguiendo el ritmo del acto sexual. Otro momento brillante es la “revelación” del secreto de Brainiac 5: su colección oculta de imágenes holográficas… específicamente seleccionadas para su (solitaria) satisfacción sexual. Él es un científico eternamente solitario, encerrado largas horas y a veces días enteros en el laboratorio, aislado, así que es comprensible que Brainiac 5 encontrase alivio en el onanismo compulsivo. Supongo que sólo los escritores británicos tendrían el valor de hablar abiertamente sobre la sexualidad de los jóvenes héroes. El dibujante de este número es Keith Giffen, famoso por su trabajo en la Legión de Super-Héroes en los 80s, y uno de los artistas más respetados de la industria norteamericana; el entintador es Al Milgrom, quien complementa de modo ideal las estilizadas líneas de Giffen.
“Notorio” (publicado en The Legion # 32 y 33, en junio y julio del 2004) fue el último arco argumental escrito por Abnett y Lanning. Con sólo 2 números a su disposición, era imposible que atasen todos los cabos sueltos, pero aun así ellos hicieron lo mejor que pudieron, y el resultado fue sorprendente. Después de 5 años ininterrumpidos de escribir “Legion of Super-Heroes”, Legion Lost, Legion Worlds y “The Legion”, estos talentosos escritores británicos se despidieron de los jóvenes héroes del futuro con un conmovedor e inolvidable capítulo final.
Singularity ha conquistado cientos de planetas, y su Credo ahora es una fuerza lo suficientemente poderosa como para amenazar a los Planetas Unidos. Ni siquiera M’Onel, el más poderoso legionario, es capaz de derrotar a Singularity y su ejército: “ellos afirman que su misión es limpiar la segunda galaxia y eliminar todo rastro del Progenitor. En la práctica esto significa una cruzada… conquista, destrucción, limpieza étnica”. Al final, un Livewire resucitado que toma la forma de Element Lad (también conocido como el Progenitor y por lo tanto temido en toda la segunda galaxia), lucha contra Singularity, y con la ayuda de Superboy, el líder del Credo es derrotado.
El artista de la portada del primer capítulo de “Notorious” es Eric Wight, quien comparte con nosotros un retrato un tanto melancólico pero también amenazante de Singularity. El dibujante del capítulo final es Chris Batista (Chip Wallace y Jay Leisten son los entintadores), y esta vez él también está a cargo de una ilustración impresionante que reúne a más de 30 legionarios; dinámica e icónica, esta es sin duda una de las mejores portadas de la legión, y marca el fin de una época.
Recuerdo que debo haber leído el número 33 en julio del 2004, uno o dos días después de mi cumpleaños. Acababa de cumplir 20 años, por lo tanto ya no podía decir que todavía era un chiquillo, y eso es algo que me hizo sentir irremediablemente más viejo que los legionarios; ellos, sin embargo, seguirían teniendo la misma edad, y sus nombres siempre terminarían en un equivalente a “chico” o “muchacho”.
En la vida de cada lector, llega un momento en que uno comprueba el paso del tiempo; esto ocurre cuando descubrimos que tenemos más edad que los personajes que leemos… Es una sensación extraña, incluso inquietante. Pero no me molestó en absoluto. Yo estaba feliz de ser un lector de la Legión. Ese día, me sentí inmensamente agradecido por todas las historias que Abnett y Lanning habían creado para nosotros, los lectores, así que para mí era necesario honrar ese trabajo, incluso una década más tarde, como lo estoy haciendo ahora. ¡Larga vida a la Legión!
Crítica The Legion # 4-5, de Abnett, Lanning y Coipel
Crítica The Legion # 6-7-8, de Abnett, Lanning y Coipel
Crítica The Legion # 9-10-11, de Abnett, Lanning y Coipel
Crítica The Legion # 12-13-14, de Abnett, Lanning y Coipel
Crítica The Legion # 15 al 18, de Abnett, Lanning y Coipel
Crítica The Legion # 19 al 23, de Abnett, Lanning y Batista
Crítica The Legion # 24 y 25, de Abnett, Lanning y Batista
The Legion # 26 – 27, de Abnett, Lanning, Batista, Harris y Kirk
The Legion # 28 – 29 – 30, de Abnett, Lanning, Batista, Harris y Kirk