The Legion # 28 – 29 – 30, de Abnett, Lanning y Batista
En “Fundaciones”, Dan Abnett y Andy Lanning rinden homenaje al legado de la Legión, a la vez que reúnen al mayor superhéroe de todos los tiempos y al antagonista más letal del Universo DC. De hecho, la aparición de Superboy no es una decisión al azar, sino más bien el primer paso necesario hacia un clímax narrativo que se centrará en Darkseid, amo de Apokolips.
Es obvio que la conclusión de “Fundaciones” (publicada en The Legion # 28, 29 y 30, entre marzo y abril del 2004) es una re-elaboración de la tan popular “Gran saga de la oscuridad”, una historia ambiciosa que también involucró a Darkseid, uno de los nuevos dioses creados por Jack Kirby en los años 70. Incluso hoy en día, Paul Levitz y Keith Giffen siguen siendo recordados por la que fuera una de las mejores historias de la Legión, y yo diría que “Fundaciones” es una digna secuela de esa “Gran saga de la oscuridad”.
Dan Abnett y Andy Lanning (o DnA, apodo inventado por los fans) siempre se han concentrado en la ciencia ficción como género y en sus posibilidades. Esta pasión por la ciencia ficción se hace evidente en un título como la Legión, y más aún en “Fundaciones”. El caos intergaláctico se sale de control, hay “graves anomalías temporales a lo largo de los Planetas Unidos”, mientras tanto, millones de ciudadanos en miles de planetas distintos comienzan a desaparecer. Por supuesto, todo esto es parte del plan de Darkseid.
Usualmente Darkseid es representado como un ser siniestro, obsesionado con descubrir la ecuación de la anti-vida; esta vez, sin embargo, él tiene un plan de escala cósmica: está destruyendo el pasado, mientras que la tecnología altamente avanzada de Apokolips le permitirá preservar el futuro, un futuro en el que dominará el universo entero. Uno de mis momentos favoritos ocurre cuando Brainiac 5 les explica a sus compañeros cómo Darkseid ha sido capaz de lograr tal hazaña, mezclando las probabilidades científicas con las especulaciones más salvajes; en manos de otros escritores esta premisa podría sonar absurda y francamente ilógica, pero Abnett y Lanning logran que todo tenga sentido.
Simultáneamente, los escritores británicos introducen algunas paradojas temporales muy ingeniosas. Darkseid ha manipulado el pasado, y es responsable de haber raptado a Superboy en el siglo XXI, así como de secuestrar a Clark Kent a los 15 años de edad. Como vimos en el primer capítulo, un grupo de parademonios disfrazados como los miembros fundadores de la Legión, invitan al joven Clark Kent a ir al futuro (de la misma manera como lo hicieron Otto Binder y Al Plastino, en la primera aventura de la Legión de Super-Héroes, allá por 1958). Pero el giro argumental es que Clark Kent no aterriza en la impecable y luminosa Metrópolis, sino en el oscuro y decadente Apokolips. Al final, con la ayuda de la Legión, Kon-El (Superboy) y Kal-El (el futuro Superman) atacan a Darkseid tanto en el futuro como en el pasado.
El arte de Chris Batista sigue mejorando, como podemos ver en las dinámicas y maravillosas escenas de lucha entre Darkseid y la Legión. Batista también sobresale a la hora de representar diferentes épocas, haciendo énfasis en los héroes del pasado. Por último, las portadas de Tony Harris son realmente impresionantes, allí se retrata a Darkseid como un Nuevo Dios majestuoso y poderoso.
Crítica The Legion # 4-5, de Abnett, Lanning y Coipel
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