The Legion # 1-3, de Abnett, Lanning y Coipel

Portadas The Legion 1-3A veces, el regreso de los héroes es tan importante como su partida. Como hemos visto en las páginas de “Legion Lost”, un grupo de 9 legionarios viajaron a los más lejanos confines del universo, y descubrieron una galaxia inexplorada con nuevas e inesperadas amenazas. En “Legion Worlds”, la Tierra y el resto de los Planetas Unidos sufrieron la ausencia de este equipo intergaláctico de jóvenes idealistas. Pero es sólo en las páginas de “The Legion” donde podemos ver la reacción del mundo ahora que los legionarios están de vuelta.

“Tres de nuestros amigos han perdido sus vidas. Estamos en shock, cansados… algunos de nosotros estamos heridos. Después de estar lejos por un año, hemos regresado a un nuevo milenio y a un mundo que apenas reconocemos… es posible que necesitemos un momento para adaptarnos”, explica Brainiac 5. Y de hecho, mucho ha cambiado durante ese año de ausencia. El presidente de la Tierra ya no es RJ Brande sino una figura oscura y siniestra que responde al nombre de Leland McCauley. Venge y la Oversight Watch han reemplazado a la Legión de Súper-Héroes, y en sus filas encontramos al ex legionario M’Onel, quien alberga serias dudas sobre su rol como salvador del planeta y guardaespaldas principal del presidente.

Desde luego, los escritores británicos Dan Abnett y Andy Lanning no permiten que la Legión se siente cómodamente mientras reciben una cálida bienvenida en “No hay lugar como el hogar” (The Legion # 1, diciembre de 2001). Por el contrario, desde el inicio vemos a los legionarios luchando por adaptarse a un planeta que no les resulta familiar, a un mundo que ha estado de luto por ellos y que probablemente los ha olvidado.

Casi de manera inmediata a su llegada, los legionarios se ven obligados a olvidar sus heridas y su cansancio para poder salvar al presidente McCauley de una facción terrorista extraterrestre. Pero este no es un presidente agradecido, este es un hombre convencido de que la Legión representa un obstáculo para sus planes, y rápidamente decide deshacerse de los héroes.

Después de cruzar galaxias enteras para aterrizar en su mundo de origen, los legionarios están siendo cazados. Sin un cuartel general o incluso aliados a su disposición, no tienen otra opción que escapar. “Pelea o huye” (The Legion # 2), describe la peligrosa situación de los legionarios y cómo encuentran accidentalmente algunos de los secretos más oscuros del gobierno de la Tierra. Ellos entienden lo peligroso que es Venge y la Oversight Watch, pero también tropiezan con un cementerio improvisado que tiene muchos esqueletos, todos ellos oponentes a la administración del gobierno, incluyendo el cráneo original de Leland McCauley.

Por primera vez en la historia, la Legión debe enfrentar la horrible verdad sobre la política: los asesinatos, las mentiras, las conspiraciones; ya no pueden seguir siendo apolíticos como siempre lo fueron en el pasado, porque ahora ya no reciben ningún beneficio ni apoyo del despacho presidencial. Al alterar el statu quo, Abnett y Lanning crean una fascinante e intrigante aventura que sorprenderá a todos los lectores.

En “Legion World” (The Legion # 3), los escritores exploran los aspectos esenciales de la Legión. La idea central siempre ha sido un grupo de jóvenes, unidos por un sueño en común. Los legionarios siempre fueron la encarnación de los Planetas Unidos, siempre y cuando permanecieran juntos, humanos y alienígenas podrían trabajar al unísono, la Tierra y el resto de los planetas podrían ser aliados. Pero esto ya no es así, sin la Legión, todo empieza a desmoronarse. Los Planetas Unidos pueden existir como una entidad legal, pero eso no es suficiente.

Creo que esta es la primera vez que un autor explora la performatividad asociada a la Legión de Súper-Héroes. Hablando generalmente, uno podría decir que los Planetas Unidos son una entelequia, definida por leyes y tratados: en ella, la unión se reduce a un mero simbolismo, desprovisto de verdadero significado. La Legión, por otro lado, confiere la fuerza performativa a los edictos determinados por el cuerpo de gobierno elegido.

No obstante, en este caso el problema es más serio de lo que se podría haber anticipado. Porque el cuerpo de gobierno no es más que un cuerpo sin vida, como los legionarios han descubierto. El cuerpo de gobierno es un usurpador, un hombre que ha estado manipulando a la Tierra y a los Planetas Unidos con una habilidad que requeriría miles de años de conocimiento. Este hombre, como descubre M’Onel demasiado tarde, no es otro que el inmortal Ra’s Al Ghul.

Un complejo e intenso guión se vuelve aún más poderoso gracias al fantástico arte de Olivier Coipel. Hay algunas secuencias realmente magníficas en estos 3 números. Particularmente, soy un gran fan de las imágenes icónicas que muestran al elenco de la Legión, pero también me agradan mucho las escenas más pacíficas y cotidianas.