Superman / Green Lantern: Leyendas de la Llama Verde, de Neil Gaiman
A veces es fácil olvidar que los 80s fueron, de hecho, la era dorada de DC Comics. Antes de la “invasión inglesa”, DC padecía de estancamiento y falta de creatividad. Y entonces, de repente, Alan Moore, Neil Gaiman, Grant Morrison, John Wagner y muchos otros talentos británicos le devolvieron el vigor al universo DC y redefinieron el escenario del cómic estadounidense.
Aunque Alan Moore adquirió el status de leyenda viviente luego de obras tan influyentes como “Watchmen” y “V For Vendetta”, también escribió muchas historias firmemente asentadas en el universo DC clásico. Y su trabajo de superhéroes fue extraordinariamente imaginativo y cautivador. Así que es bastante fácil entender por qué Neil Gaiman decidió rendir homenaje al trabajo de Moore cuando le pidieron escribir el capítulo final de “Action Comics Weekly”.
“Action Comics Weekly” fue una antología semanal que presentaba personajes como Green Lantern, Phantom Stranger, Deadman, los Blackhawks y, desde luego, Superman. Neil Gaiman ya había sorprendido a los lectores y editores con su profunda y atrayente interpretación de Black Orchid –una heroína largo tiempo olvidada que fue alguna vez integrante del Escuadrón Suicida–, Lex Luthor y Poison Ivy. Y cuando el editor Mark Waid sugirió a Neil para la última historia de “Action Comics Weekly”, todos estaban emocionados.
Gaiman decidió explorar la amistad entre Green Lantern y Superman. En la secuencia inicial, Hal Jordan va al Daily Planet para visitar a Clark Kent. Hay algo único y casi mágico en la manera en la que Neil nos muestra cómo se llevan estos dos superhéroes, no sólo usando el uniforme como Green Lantern y Superman sino también en sus identidades civiles como Hal Jordan y Clark Kent. Pero luego, con los cambios de continuidad establecidos después de las Crisis en tierras infinitas, se decidió que ningún superhéroe conocería la identidad secreta de Superman; por lo tanto, la historia de Neil no encajaba y fue simplemente archivada.
Afortunadamente para nosotros, en el 2000, DC decidió rescatar este guión inédito. Al leerlo no pude dejar de sentirme nostálgico por algo que no estaba destinado a suceder. En mi cabeza, intenté imaginar qué habría pasado si Alan Moore hubiese escrito más historias de Superman y Green Lantern o si Neil Gaiman hubiese tenido una prolífica etapa en Action Comics. Porque, de una extraña manera, aquí hay una conexión especial. Moore escribió historias como “Mogo no socializa” para “Tales of the Green Lantern Corps” y, después de escribir varios cómics de Superman, también anunció sus ideas para una saga de ‘Superman en el infierno’ (que nunca se concretó).
Y Neil Gaiman recupera todos estos elementos, y los combina con la visión del infierno de Moore, como apareció en “Abajo entre los muertos” (Swamp Thing Annual 1985). De hecho, Neil también tuvo la excelente iniciativa de hacer que John Totleben (uno de los principales artistas de Swamp Thing en la etapa de Moore) ilustre magníficamente la travesía de Superman y Green Lantern por la tierra de los recientemente fallecidos.
El autor de “Sandman” reúne a personajes que aparentemente no tienen nada en común como Deadman o los Blackhawks de la Segunda Guerra Mundial. Y logra que todo funcione de manera brillante. Por ejemplo, en los 40s, los Blackhawks descubren una misteriosa linterna que termina, medio siglo después, en exhibición en el museo al que van Clark y Hal. Esta linterna envía a Superman y Green Lantern al más allá, en donde deberán luchar por la supervivencia de sus almas.
Mucho antes que Gaiman escribiese sobre los Eternos en Sandman, mucho antes que Muerte y Lucifer, existió esta inolvidable historia. Tan fiel a las ideas de Alan Moore y, al mismo tiempo, tan próximo al corazón de Neil, en ese entonces un joven escritor que trabajaba para el universo DC en vez de enfocarse en sus propias creaciones. El amor que Neil siente hacia los superhéroes de DC es inconfundible, página tras página, encontramos referencias sutiles, homenajes y pequeños detalles que nos recuerdan la riqueza del universo DC y a los nobles aventureros que han poblado sus páginas desde los años 30.
Muchos de los artistas más renombrados de DC (y Marvel, Image y Dark Horse) participan aquí: Eddie Campbell (“From Hell”), Mike Allred (“Madman”), Mark Buckingham (“Peter Parker: Spider-Man”), John Totleben (“Swamp Thing”), Matt Wagner (“Grendel”), Eric Shanower (“Age of Bronze”), Jim Aparo (“Batman”), Kevin Nowlan (“Tomorrow Stories”) y Jason Little; Matt Hollingsworth es el colorista principal y Terry Austin y Arthur Adams son los entintadores; y la portada es de Frank Miller (“The Dark Knight Returns”). Sólo por el arte este cómic es imprescindible.
Únicamente puedo imaginar qué otras asombrosas historias hubiese escrito Neil sobre Superman o Green Lantern, pero al mismo tiempo, como podemos ver en las últimas páginas de “Leyenda de la llama verde” –y parafraseando a Geoffrey Chaucer– “todo lo bueno debe llegar a su fin”.
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