[Crítica] Superioribus, de Jan
Corría el año catapunchimpún, y yo leía regularmente las series de mutantes escritas por Claremont. Y resulta que al final de una de aquéllas grapas de Forum aparece una historetita corta, de una sola página de duración, protagonizada por un tipo nuevo e ilustrada y guionizada con el característico estilo de Jan en maravillosos tonos grises y sin necesidad alguna de color. Era Superioribus.
Superioribus fue un personaje creado por Jan a petición de Antonio Martín. Se fue publicando en La Patrulla-X y Los Nuevos Vengadores semirregularmente durante los años 1988/89, aunque Planeta tuvo a bien publicar un tomete recopilatorio en el 99. La verdad es que desconozco las posibilidades que hay de encontrarlo hoy en día, pero merece la pena.
¿Y qué nos encontramos en las páginas de Superioribus? Pues Jan en estado puro. Cualquier conocedor del estilo de éste autor va a reconocerlo desde la primera página. Tenemos el clásico sentido del humor que solía desarrollar en SuperLopez trasladado al Universo Marvel. Y digo solía porque todos sabemos que en los últimos tiempos SuperLópez ya no es lo que era. Pero estamos hablando de finales de los ochenta, y Jan en aquélla época era bastante diferente del actual.
Superioribus fue un pequeño sueño frustrado de muchos de los lectores de Jan tras haber leído el par de tomos de El Supergrupo, ya que por fín podríamos ver al autor manejando a Thor, Iron Man, el Capi América, etc. en lugar de los descarados homenajes que había realizado en aquel par de historias. Pero por desgracia hay que reconocer que la integración de Superioribus al Universo Marvel es bastante tangencial y que la aparición de los personajes de La Casa de las Ideas en la gran mayoría de sus páginas no es más que anecdótica. De hecho en casi todas ellas se podría sustituir por cualquier héroe/villano genérico.
Aún así no crean los lectores pijamistas que no merece la pena. Todo lo contrario. Superioribus es el héroe pijamista superpoderoso y descerebrado elevado a la enésima potencia y pasado por el peculiar filtro del autor. Una pequeña gran joya que merece la pena leer. Tanto si eres pijamista como si no. Si lo eres, por la tontuna de ver personajes conocidos en sus historias. Si no lo eres, porque no te hace falta ni importa que conozcas a ésos personajes, Jan se encarga con un bocadillo de diálogo (o menos aún) de aclararte la posible gracia oculta que te podrías perder. Y con ésta frase ya queda bastante clara la genialidad del autor..
¿Cómo le llaman los pijamistas a éstas cosas…? ¡Ah, sí! Un must have de ésos…