Strange Fruit, de Mark Waid y J. G. Jones

Portadas Strange Fruit 1 y 2El racismo es una extraña manifestación cultural. Difícil de explicar y a veces incluso más difícil de definir, el racismo como concepto ha sido una postura tradicional (siglo XVIII), un discurso científico (siglo XIX) y un estigma social (siglo XX). Y aunque ha habido muchos cambios en la forma en que las civilizaciones occidentales hablan del racismo, no ha desaparecido. Para Slavoj Žižek, el racismo es una fantasía intersubjetiva, y debido al elemento de fantasía no puede reducirse a la lógica, la razón o la ciencia, escapando así a todos los enfoques teóricos que tratan de abordar este complicado tema; en tanto fantasía, el racismo puede ser más persistente que la realidad misma, y por eso no puede ser totalmente erradicado.

Entonces, ¿qué mejor manera de extrapolar las consecuencias del racismo que la ficción? Mark Waid y J. G. Jones nos transportan en el tiempo, a 1927. ¿Ubicación geográfica? Mississippi. Chatterlee es una ciudad agobiada por la agitación política, la violencia y el racismo. Es también el destino final de un extraño visitante. Un hombre invulnerable a las balas, más fuerte que una locomotora y más poderoso que cualquier otro humano. ¿Suena familiar? Por supuesto que sí, pero este no es el Hombre de Acero, el extraño visitante es un hombre negro, un hombre negro sobrehumano que encarna la naturaleza arquetípica de Superman, pero con una enorme diferencia: la raza.

En esta región sureña, los hombres negros son constantemente explotados y maltratados. Aunque la esclavitud ha sido abolida hace mucho tiempo, los negros siguen siendo subalternos, sin voz ni voto, condenados para siempre a complacer a sus jefes blancos. La historia comienza con Sonny, un hombre negro que es cazado por el Ku Klux Klan. Cuando está a punto de ser capturado y asesinado, de repente es salvado por el extraño visitante, un alienígena que ha llegado a la Tierra en una pequeña nave espacial (al igual que Superman en los clásicos cómics de DC). Y surgen nuevas preguntas: ¿Puede el mundo lidiar con la idea de la supremacía negra? ¿Deben los líderes americanos arrodillarse frente a este invencible negro? ¿Podría este extraño visitante salvar a sus hermanos de la opresión?

Portadas Strange Fruit 3 y 4Es interesante notar que incluso en los 40s y 50s, los cómics y las películas solían retratar a los afroamericanos en roles subordinados, perpetuando así la noción de un sujeto subalterno asociado con la raza. Quizás todo cambió una vez que Martin Luther King comenzó su movimiento revolucionario y reivindicó los derechos de la población negra, pero el asunto es que en décadas anteriores realmente no había ningún personaje negro con poder en los cómics. Cuando Mark Waid y J.G. Jones introducen a este negro enigmático y poderoso en una ciudad racista en 1927, están subvirtiendo la consolidada tradición estadounidense de la fantasía del poder masculino, porque esta vez la máxima encarnación del poder no es un típico hombre blanco.

Página Strange FruitMark Waid es uno de los escritores más respetados de la industria, y tiene mucha experiencia con el género de superhéroes, desde obras aclamadas por la crítica como Kingdom Come a exitosos relanzamientos como The Legion of Super-Heroes, sin embargo esta vez J.G. Jones colabora como co-argumentista. El resultado es una de las miniseries más fascinantes y únicas de los últimos dos años.

J.G. Jones ha sido siempre uno de mis artistas favoritos, e incluso hace 15 años ya era uno de los mejores ilustradores de la industria del cómic, como puede ser atestiguado con obras como Marvel Boy y muchas otras. Durante la última década, J.G. Jones ha sido famoso principalmente por sus portadas icónicas (por ejemplo, en 52 de DC), así que apenas escuché que estaría a cargo del arte interior para este proyecto, mi interés aumentó mucho. Él dibuja a lápiz, entinta y pinta cada página, creando una propuesta artística hermosa y coherente. Con imágenes profundamente detalladas y colores intensamente elaborados, este talentoso artista reproduce meticulosamente los 20s, proporcionando una precisión histórica con retratos hiperrealistas y magníficos escenarios que se sienten tan reales como una fotografía; al mismo tiempo, la acción, el dinamismo y la armonía visual son elementos constantes en cada viñeta. J.G. Jones ganó el premio a Mejor Artista (Arion’s Achievement Award 2015), y una vez que eche un vistazo a sus páginas, se dará cuenta de que merece esto y muchos otros reconocimientos.

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