Starman, de James Robinson y Tony Harris

Portada de The Starman Omnibus - 1Serie maldita en nuestros lares y solicitada cienes de miles de millones de veces por los cuatro chalados de siempre, Starman goza de una reedición por parte de los señores de DC en forma de Omnibus. ¿Que qué son los Omnibus? Pues unos tomacos gordetes de diecipico grapas arrejuntadas cada uno, con su tapica dura, sus guardas y demás…

Corría el año ’96 cuando los amiguetes de la recordada y llorada por muchos editorial Zinco publicaron dos tometes de Starman, que conformaban la primera saga: Pecados del Padre. Y en ese mismo momento un servidor de ustedes se enganchó a la serie. Pero… ¡Oh, diantres! Mis meses y meses de espera por la publicación de más material se vieron truncados por la desaparición del mapa de la mencionada editorial. ¿Y entonces…? Pues a lanzarse a la edición americaniense.

Pero… ¿Y el grande y enorme desfase que había entre el último número que leí y el que ése mismo mes se estaba publicando?. Pues nada, se tira de tepebeses y todos tan contentos. Pero… ¿Por qué los señores de DC se dejaban éste o aquel número sin agrupar? ¡Aaaah! Que luego salía en el siguiente tomo para no interrumpir el hilo de la historia… Vale. Me la compraré en tomitos en lugar de seguirla en grapa.

Pues de vale, y una leche. Se terminó la serie y se quedaron varios números sin poner en tomos. Por no hablar de las series limitadas y demás especiales relacionados con la serie que se habían ido a parar al limbo. Entonces, al señor Didio, jefazo de DC, que es un canalla, se le pasa por la cabeza recopilar toda la serie en seis tomillos de tapa dura, ordenada cronológicamente y con sus respectivos especiales y series limitadas intercaladas dónde corresponde. Y un servidor piensa “Didio, que te den”. Y mi amigo y librero me dice: “Tú caeras…”

Portada de The Starman Omnibus - 2Pasan los meses y aguanto. Pasa un año y aguanto. Pero el otro día me encontraba apático y bajo de defensas y… ¡tacatá, tres Omnibus de golpe para casa!. Yo agacho la cabeza y en cinco manzanas a la redonda se escuchan las carcajadas siniestras de mi librero.

Pero, si esto es una reseña, ¿qué hago yo contadoos mi vida en lugar de hablar del cómic? Pueees…

Venga, os diré algo sobre el tebeo de marras: Starman trata del relevo generacional entre un pijamero de la Edad Dorada y su hijo. Trata del legado. Trata del significado de ser Starman. Trata de todos y cada uno de los héroes que han llevado ese nombre. Trata de un Solomon Grundy que no tiene nada que ver con el que conocéis. Trata de Opal City. Trata de una familia de policias. Trata de un malo maloso que no es tan malo maloso. Trata de honor. Trata de venganza. Trata de viajes espaciales. Trata de… de… de muchas cosas, vamos.

Bien escrita (dentro de los márgenes que supone el pijamismo) del puño del señor James Robinson, perfectamente planeada y revelada desde los primeros números (ojito a la predición que le hace Hope a Jack). Magistralmente dibujada por Tony Harris en la mayoría de sus grapas, sí, un Harris más primerizo y menos pulido del que se pueda encontrar en Ex-Machina, pero aún así bastante agradable a la vista.

Y lo mejor de todo. Cuando Robinson dejó estar al personaje, sorprendentemente la editorial también lo hizo. Y eso en el pijamismo actual es algo bastante atípico. Había pensado hacer reseña por tomo, pero al final he decidido daros una visión muy por encima de la serie. Y tan por encima. Releyendo esto me doy cuenta que os hablo más de mi vida que de la serie en sí, pero bueno, si me gasté $150 (convertidos a euros) de golpe y porrazo en un material que ya tenía anteriomente, se supone que creo que la cosa merece la pena ¿no?. Pero siendo totalmente sincero… ¿de verdad lo que yo os cuente influye en vuestra decisión de compra?.

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