Sandman Overture # 3 y 4, de Neil Gaiman y J.H. Williams III
Escribir sobre los Eternos habría sido una tarea imposible para la mayoría de escritores. Tal vez también fue una tarea difícil para el propio Neil Gaiman, justo al comienzo, cuando sólo Morpheus agraciaba las páginas de “The Sandman”. El retrato de la familia no sería visto sino hasta varios números después del capítulo inaugural.
Los Eternos son las nociones inmortales que gobiernan las vidas de todas las criaturas vivientes del universo. Sueño, Muerto, Destino y los demás, han sobrevivido dioses y galaxias. Así que como escritor podría ser muy complicado pensar en posibles amenazas para los Eternos. ¿Es el miedo una posibilidad para alguien que ha existido desde el inicio del tiempo? ¿Qué podría preocupar a Morpheus? Ciertamente no la muerte: “No morí porque no vivo. No de una manera que tú podrías entender”.
Tal vez los miedos del Amo de los Sueños tienen más que ver con sus propios deseos que con otra cosa. “El mundo flotante rasca” lleva al lector a una extraña tierra visitada por el protagonista y su gato. Allí, encuentran a una niña cuyo padre ha sido asesinado y deciden hacer de ella una compañera de viaje.
Es durante este viaje que Morpheus recuerda su doloroso pasado y cómo fue temporalmente apresado por dos poderosos dioses que intentaron invadir su reino. Atrapado y desesperado, el Amo de los Sueños sujeta el amuleto de sus hermanos y hermanas, pero la mayoría ni siquiera responde a su llamado. Delicia lo hace, pero ella está en guerra consigo misma, perdiendo su cordura y a punto de convertirse en Delirio.Deseo responde y explica que lo único que ella puede hacer es jugar con el deseo íntimo de su hermano, así que le da una amante, una dama de luz que ayuda a Morpheus a escapar. Juntos, como pareja, triunfan sobre los dioses conquistadores. Pero después de la victoria, el amor entre ellos se hace más y más tenue. Ambos tienen deseos, y el deseo de sus corazones no está en sincronía. Eventualmente, Morpheus debe tomar una difícil decisión: exiliar a la mujer que salvó su vida.
Miedo y dolor, por lo tanto, no son parte de la vida de un Eterno. Ni el miedo a la muerte, ni el dolor físico, sino algo más profundo y profano. Porque para un inmortal, un corazón rato puede durar mucho más que el brillo de un sol.
En este tercer capítulo, el universo entero se prepara para la guerra definitiva. Tal vez para prevenirla o simplemente para comprender sus razones, Morpheus se dirige ahora a la Ciudad de las Estrellas. Allí podría encontrar algo bastante aterrador: la posibilidad de una reunión familiar.
Esperar varios meses hasta el próximo número de Sandman Overture tiene sentido cuando uno admira las preciosas páginas de J.H. Williams III. Hay un exquisito nivel de detalles al lado de una asombrosa experimentación gráfica. Más aún, en algunas páginas Williams parece capaz de canalizar el estilo de artistas legendarios como Bernie Wrightson, Moebius, Alex Ross y Burne Hogarth, entre otros.
Convirtiendo viñetas en parte de la narrativa visual es también una grandiosa idea. Y el formato de página doble ciertamente añade fuerza a la propuesta de Williams. Ciertamente, la violencia también está hermosamente retratada por el artista tal como podemos ver en las páginas que muestran la escaramuza entre Sandman y un par de alienígenas que han eviscerado al padre de la niña. Finalmente, el paisaje y el gigante que lo sostiene todo, como un Atlas moderno y extraterrestre, fue una poderosa e inolvidable ilustración, y la considero un verdadero ejemplo de imaginación artística.
Sandman Overture # 4
¿Estamos obsesionados con nuestros sueños o no les prestamos atención? ¿Los sueños son el combustible que nos dan energía o la sustancia que arde y se quema rápidamente en nuestras mentes? Para Sandman, los sueños son su reino. Para el resto del universo, sin embargo, los sueños son algo totalmente diferente.
Cuando el Amo de los Sueños se encuentra con su padre, reflexiona sobre sus deberes como uno de los Eternos pero también como hijo. El padre de Morfeo está en una metamorfosis constante, se transforma de adulto a adolescente, de niño a anciano, todo al mismo tiempo. Él no está particularmente entusiasmado con la visita de su hijo, y al principio se rehúsa a ayudarlo. Esta secuencia está fantásticamente ilustrada por J.H. Williams III. El artista crea una continuidad visual que va más allá de los límites de la viñeta, fusionando las barreras entre una página y otra. En sus talentosas manos, el constante cambio de edad es evidente y al mismo tiempo consistente. Nunca perdemos de vista a los personajes ni a los elementos de la página, incluso si es que los límites entre ambos se difuminan un poco. Ciertamente, este es el arte más impresionante que he visto en un cómic en mucho tiempo.
Luego de la conferencia con su padre, Morfeo, una versión felina de sí mismo y una niña llamada Hope (Esperanza) continúan su viaje hasta llegar a las puertas de la Ciudad de las Estrellas. Una vez más, J.H. Williams III desata su creatividad al jugar con el diseño de la página, la perspectiva y, por supuesto, incluso con los créditos. La página doble que muestra a los personajes descendiendo en la ciudad también es una composición inolvidable. Supongo que el artista no ha hecho algo así de innovador desde sus días en el “Promethea” de Alan Moore.
Uno de mis momentos favoritos ocurre cuando Sandman habla con una estrella enloquecida. El protagonista narra un triste e interesante relato sobre el peso de las responsabilidades de un Eterno. En un planeta alienígena, en una galaxia lejana, una niña había empezado a romper “las barreras entre las mentes que sueñan”. Como su reino se ve amenazado, el Amo de los Sueños viaja rápidamente a este planeta, pero lo único que ve es una chica inocente con poderes más allá de su comprensión, por lo tanto le perdona la vida. Pero mientras pasan los días, todos los seres vivos de este mundo son “encadenados al mismo sueño”, atrapados dentro del sueño de la muchacha. Un planeta entero enloquece mientras la chica duerme y sueña. Eventualmente, Muerte llega y da un ultimátum. Sandman entiende que es hora de actuar, incluso si es demasiado tarde. “Podrías haber matado solamente a una niña. En lugar de ello, estás matando un mundo”, afirma Muerte. De vuelta al presente, Morfeo sabe que esta vez no pude titubear. Debe hacer sacrificios para asegurar la integridad del cosmos.
El arte de J.H. Williams III en este cuarto capítulo es realmente impresionante (incluyendo, por supuesto, su estupenda portada). Algunas de sus páginas son fruto de la experimentación gráfica, otras son el resultado de la paciencia y de la técnica más depurada, pero siempre encontramos un sello distintivo de creatividad visual, un estilo inimitable que convierte a Williams III en uno de los más talentosos y exitosos ilustradores de la industria del cómic.
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