100% Max Punisher: Niñas vestidas de blanco, de Gregg Hurwitz y Laurence Campbell
Primera de las historias posteriores a la cojonudisima etapa de Garth Ennis al frente de Punisher en su linea MAX, a partir de ahora y hasta la llegada de Jason Aaron diversos escritores de novela negra se harán cargo del personaje, el primero de ellos es un tal Gregg Hurwitz, un escritor de género negro con gran prestigio que nos cuenta lo que ocurre cuando Punisher se interesa por la desaparición de un buen montón de chicas jovenes en la frontera de México… Estamos en un pueblo llamado Tierra Rota, este pueblo se encuentra al lado de la frontera entre México y los EEUU y desde hace algún tiempo todas las chicas jóvenes están desapareciendo. Pasados unos meses encuentran sus cadáveres sin ojos y con rastros de que les han sacado algún órgano del cuerpo. La policía no hace nada, unos por miedo y otros por estar untados, y los tipos que se llevan a las chicas ya no se esconden y lo hacen a la luz del dí,a delante de sus padres quienes no pueden hacer nada por evitarlo. Tras reunirse buscando soluciones alguien dice un nombre, se vota deprisa y sale que sí, que se busque a ese tipo y se le contrate para que dé con esa gente y consiga que paren los secuestros, su nombre es Punisher…
Por su parte Punisher sobrelleva los días como puede, sigue cazando criminales pero ya hace 30 años que perdió a su familia y no se quita de la cabeza esa cifra. 30 años ya en los que, por muchos cadáveres que ha ido amontonando, tiene que admitir que poco o nada ha cambiado. Mientras piensa sobre ello Frank Castle se da cuenta de que hay alguien siguiéndolo, el tipo intenta hacerlo bien pero salta a la vista que no tiene experiencia y que no parece ser un peligro. Tras emboscarle a la salida de un bar, Punisher descubre quien es el pobre diablo, el padre de una de las chicas que se han llevado en ese pueblo de México y le quiere contratar para acabar con el problema. Tras escuchar toda la historia le dice educadamente que se puede ir a la mierda, ya que no es un mercenario, así que a joderse… el pobre tipo vuelve al pueblo con la negativa y Punisher vuelve a sus quehaceres cotidianos al menos hasta que un día, leyendo un periódico, se fija en una pequeña noticia que habla de los crímenes en el pueblo que le contaba ese padre. Punisher decide ir hasta allí, en principio a indagar un poco y si la cosa se pone interesante a terminar con el problema…
Nada más llegar se encuentra con el intento de secuestro de una niña, evidentemente la cosa no les sale bien a los secuestradores y hace que Punisher decida encargarse del problema al 100%. Lo primero averiguar el porqué de los secuestros y que hacen con ellas, una visita al deposito de cadáveres después lo deja todo explicado, se trata de drogas, necesitan a las chicas para trabajar cortando el producto y cuando ya están muy jodidas las matan y les sacan los ojos y los pulmones para que nadie pueda saber que hacían. Ahora Punisher sabe que buscar y por donde empezar… lo primero pillar a todos los camellos que comercian con drogas en la zona y sacarles la verdad a hostias, lo segundo descubrir donde está la fabrica y lo tercero y último, ir allí sacar a las chicas y matar a todo el que haya estado involucrado. Todo parece estar controlado pero en ese negocio está un viejo conocido de Punisher llamado Puzzle que sabe que teclas apretar para dejar bien jodido a éste: unas pistas falsas, un almacén donde supuestamente se fabrican las drogas, unos ruidos detrás de un espejo… y una muerte, la de una cría pequeña que parece haber muerto por los disparos de Punisher, justo lo que hace falta para terminar de hundir psicologicamente a Punisher y empujarlo al suicidio…
Sorpresa sorpresa!! hay vida más allá de Ennis. Esta historia es francamente buena y Gregg Hurwitz nos sorprende con su visión de un Punisher más castigado psicologicamente que nunca por la muerte de su mujer e hijos 30 años atrás. La historia es casi tan buena como alguna de las escritas por Ennis, puede que no de las mejores pero si que se acerca. El tema en el que mete Hurwitz a Punisher con esas desapariciones y muertes de chicas jóvenes en la frontera de México es de lo más brutal (y cierto, como se puede ver en los periódicos y las noticias) y deja una sensacion de mal rollo que no se quita, pese a tratarse de un cómic. En el apartado gráfico tenemos a Laurence Campbell, un dibujante que tiene un estilo muy particular: un dibujo oscuro sin apenas detalles pero que le va de puta madre al personaje y sobre todo a la historia, no es un dibujo para una colección como Los Vengadores pero para historias como esta es más que perfecto. Le he visto en más historias de Punisher y he de admitir que personalmente me mola un huevo!!!, lo único que chirría un poco al leer el cómic la primera vez es la inclusión como villano de Puzzle aunque hay que admitir que poco tiene que ver éste con su versión del universo “normal” salvo la jeta igual de destrozada…


Una agradable sorpresa y un cómic totalmente recomendable!. Si disfrutaste con las historias de Ennis ésta no te disgustará…
Lo peor: la 1ª vez que lo leí me jodía un poco lo de Puzzle… tras volver a leerlo, ya no me jode nada!!

Contiene MAX Punisher 61-65 USA
Guión: Gregg Hurwitz
Dibujo: Laurence Campbell
Editorial Panini
Libro con solapas. 120 páginas.
Precio: 10.75 euros
El aclamado autor de novela negra Gregg Hurwitz te ofrece un relato de muerte, depravación y venganza al sur de la frontera de Estados Unidos. Alguien está descendiendo hasta un pequeño pueblo de México para secuestrar mujeres y devolverlas luego como si fueran muñecas rotas. Nadie ha sido capaz de detenerles… Hasta que llega Frank Castle, con el corazón en una mano y una bolsa llena de dinero en otra.