100% MAX. Punisher: Madre Rusia, de Garth Ennis y Dougie Braithwaite

Esta vez Garth Ennis nos devuelve al Punisher más “comando” y algo menos “justiciero”, para ello se sirve de una historia de esas que encajaría perfectamente en ese subgénero cinematográfico del tipo duro y solitario que se cruza con una cría/o a quien persiguen y cuya vida está en peligro y a quien decide proteger aunque las cosas pinten muy mal. Todo comienza con Nick Furia pidiéndole un favor. En una base de misiles soviética hay una cría pequeña a quien su padre le ha inyectado un virus que puede convertirse en una amenaza muy seria para la seguridad mundial. Furia intenta convencer a Punisher de que vaya hasta allí y se haga con dicho virus con carta blanca para hacer lo que sea y como sea, pero a Punisher no le entusiasma la idea, ya hace mucho tiempo que dejó de ser un soldado y ahora él es su propio comandante en jefe. Evidentemente, Furia ya se temía esa reacción por lo que utiliza su plan B: si Punisher acepta la misión tendrá acceso a todos los códigos de los satélites espías de los EEUU con los que podrá vigilar y saber donde están todos esos tipos a los que se quiere cargar. Punisher acepta pero cuando Furia le cuenta los planes a los jefazos del Pentágono éstos no se muestran igual de felices. No se fían e insisten en que le acompañe un soldado de operaciones especiales que, pese a no gustarle la idea al Punisher, acepta y ambos se dirigen a su destino, un silo de misiles en medio de Rusia…

Los jefazos del Pentágono también tienen sus propios planes y sin el conocimiento de Furia le han dado sus propias ordenes al soldado que acompaña a Punisher: debe conseguir ese virus sea como sea y muera quien muera, incluyendo también a la niña. Mientras, Punisher y su compañero llegan a las cercanías de la base donde montan una distracción en un bar para poder conseguir un par de uniformes de soldados rusos y un vehículo con el que entrar en la base. Una vez dentro y tras matar a unos cuantos guardas encuentran a la chica, una cría que tiene más o menos la misma edad que tenía la hija de Castle cuando la mataron. Muy asustada, Punisher la reconforta a la vez que le hace una promesa: no dejará que nadie la haga daño.

Los mandamases rusos no tardan en enterarse de lo que sucede en la base y empiezan a mandar a comandos allí y que van cayendo a manos de Punisher y su compañero. La situación es tan jodida que al final se encarga un tipo que es toda una leyenda en el ejército ruso, el General Zakharov, más conocido como “el hombre de piedra”. Éste no tarda en descubrir que quien dirige la operación no es el típico soldado que sigue ordenes a rajatabla, así que mueve ficha y envía él también a alguien de su confianza a acabar con Punisher y su compañero. Ese alguien, pese a su aspecto, es tan peligroso como una víbora y por poco logra su objetivo aunque al final Castle consigue acabar con él. Nerviosos ante como se está dando la misión, los generales en EEUU dan el ok al plan B: unos tipos de musulmanes secuestrarán un avión y lo lanzarán contra la base de misiles donde se encuentra el virus. Por su parte, Punisher descubre a su compañero intentando acabar con la niña para conseguir el virus y tras un intercambio de opiniones el tipo le cuenta todo el plan completo y la forma de salir del silo de misiles nucleares.

La aviación rusa consigue derribar el avión que se dirigía al silo de misiles. Tras acabarse el tiempo y con el pánico en el rostro de todos los presentes (menos en el del General Zakharov) un misil nuclear sale disparado de la base, coge altura, se van separando sus partes y de dentro del mismo salen Punisher, la cría y el soldado quienes equipados con paracaídas consiguen salir. Todos los Generales Rusos se felicitan por que todo haya acabado mas o menos bien, menos Zakharov quien no puede disimular su admiración por Punisher y los cojones que ha demostrado tener, de hecho no duda en admitir ante el resto de mandos presentes que éste es un ruso que se equivocó de país al nacer… Una vez que llegan a los EEUU el virus que estaba en el interior de la niña se ha destruido solo, para tranquilidad de Punisher y Furia y desesperación de los Generales de los EEUU.

Como comentaba anteriormente, nos encontramos ante la historia de Punisher guionizada por Ennis más “peliculera” en el sentido de que está llena de momentos en plan James Bond y en el que debe proteger a una niña dejando un poco de lado esa imagen de tipo frío y sin sentimientos, pero sólo un poco. Ennis nos trae a un Punisher que deja de ser un terminator y llega hasta donde hace falta con tal de proteger a una niña incluso de la gente que supuestamente la quiere salvar. La historia sirve para introducir a un puñado de personajes que tendrán mucho más que contar en historias futuras, además de traernos la versión MAX de Nick Furia, menos “Bondiana” pero igual de cínico y malencarado que de costumbre, leal a quien le es leal y chungo de cojones con quien trata de joderle. Sin ninguna duda, esta historia es una de las más trepidantes escritas por Ennis y en cuanto al dibujo tenemos a Dougie Braithwaite, con un estilo muy reconocible que no suele gustar a todo el mundo pero que a mí personalmente no me desagrada pese a no dibujar a los personajes con muchas expresiones faciales distintas. Su versión de Punisher sigue la de los dos dibujantes anteriores, un Punisher maduro, enorme y con una cara de mala hostia que acojona. Como en los dos tomos anteriores, la parte gráfica está perfectamente cubierta ayudado en las tintas por un veterano como es Bill Reinhold que ya ha dibujado al personaje en su versión del universo 616.

Un cómic muy entretenido donde cambiamos mafiosos por una misión casi suicida, según los mandos militares conseguir un virus, según Punisher salvar a una niña… está claro quien va a terminar ganando, ¿no?.

100% MAX. Punisher nº 3: Madre Rusia
Contiene MAX: Punisher 13-18 USA
Guión: Garth Ennis
Dibujo: Dougie Braithwaite
Entintado: Bill Reinhold
Editorial Panini
Libro con solapas. 144 páginas.
Precio: 12 euros

¡Con Madre Rusia, una nueva aventura completa del Castigador a cargo del guionista que mejor ha sabido entender a Frank Castle! Nick Furia tiene un trabajo en Rusia. Es el tipo de misión suicida que cualquier hombre en su sano juicio rechazaría sin pensárselo ni un minuto. Esa es la razón por la que el director de SHIELD necesita al Castigador. Buscando un peligrosos retrovirus cuya venta en el mercado negro podría poner al mundo contra las cuerdas, Castle se infiltra en un silo nuclear… ¡Donde le espera el Mongol!!