MAX Punisher 03: Frank, de Jason Aaron y Steve Dillon
Jason Aaron sigue contándonos su versión de Punisher en la linea MAX. Tras lo acontecido en el anterior tomo en el que Punisher se enfrentaba a un Bullseye que le ponía las cosas muy dificiles y que descubría el gran secreto de Frank, las cosas se han puesto muy cuesta arriba para éste. Ahora está en prisión, hecho una puta mierda por las heridas que recibió en la pelea con Bullseye y lo peor… completamente derrotado psicológicamente. Bullseye descubrió que la muerte de su familia fue una especie de “liberación” y que su verdadero yo es Punisher, que Frank Castle solo era el disfraz que ocultaba la verdad, y la verdad es que le encanta matar y que vivir una vida normal con su familia le parecía inaguantable…
Pese a estar hecho una puta mierda los demás reclusos no se animan a ir a por él, y mientras se deciden o no, Punisher recuerda como fueron las cosas cuando volvió de Vietnam, los trabajos que tuvo, las cosas que vio y como, durante un breve tiempo, el tipo que había estado en Vietnam vuelve a aparecer para encargarse de unos problemas. También somos testigos de como Nick Furia intenta reclutarle para su organización y las negativas de Castle a aceptar la verdad: que no es un padre de familia, que le encanta matar y que tarde o temprano saldrá otra vez a la luz su “lado oscuro”. Cosa que ocurre la tarde de ese funesto pícnic donde pierde a su familia y donde deja que su verdadero yo tome el control. Mientras recuerda todo eso, su cuerpo se va recuperando, aunque no así su mente, pero cuando se desata un motín en la cárcel para acabar con él, el viejo Punisher renace dispuesto a terminar con el tipo que le ha llevado hasta ese extremo…Kingpin.
Jason Aaron nos cuenta en este cómic como fueron los primeros años de Frank Castle tras volver de Vietnam. En ellos conocemos a un Castle que trata por todos los medios de aclimatarse a su vida civil y olvidar todo lo que ha hecho en la guerra. No le es fácil y aunque lo intenta con todas sus fuerzas. La gente que conforma su familia no son más que extraños para él, por si fuese poco hay cosas que va viendo en su día a día y en su trabajo que hacen que esa parte oscura que intenta enterrar en su interior asome poco a poco la cabeza. Aaron escribe el que (para mí) es su mejor trabajo con el personaje hasta la fecha aunque tengo que admitir que, en lo referente a la oscuridad interior de Punisher/Castle, Garth Ennis hizo un trabajo bastante mejor en la miniserie Punisher Born. De todos modos, Aaron (que es un guionista al que todo el mundo alaba y que a mí salvo en Scalped no me parece tan, tan, tan espectacular) consigue darle una gran humanidad tanto a Castle, cuando vuelve del Nam y quiere ser un buen padre y esposo aún sabiendo que va a fracasar, como a Punisher cuando está en la carcel cuestionandose su vida como vigilante y dispuesto a dejarse matar por los presos cuando le ataquen. La historia mola, el dibujo de Dillon parece hecho en automático, sin ser una puta mierda tampoco es que le haga a uno aplaudir con las orejas. Sigo pensando que un entintador como ya lo tuvo en los primeros números de Marvel Knights (Jimmy Palmiotti) le vendría de puta madre.
El mejor tomo de Aaron en ésta colección de largo. Aún gana Ennis por goleada pero ésto ya no parece un intento de copiarle vilmente…
Lo peor: Steve Dillon. Lo sabe y puede hacerlo mucho mejor…