Marvel Now! Los Vengadores, de Jonathan Hickman y Jerome Opeña
El relanzamiento de la franquicia más importante del momento en Marvel Comics ha corrido a cargo del guionista Jonathan Hickman, tras foguearse en series secundarias como Guerreros secretos y tomar las riendas de Los Cuatro Fantásticos. Como back-up tiene la suerte de contar con un veterano como Tom Brevoort y con uno de los editores más en forma de los últimos años, Axel Alonso.
Esta colección es un ejemplo inmejorable de la forma en que se hacen las cosas ahora en La Casa de las Ideas y de su política editorial: un guionista en auge que se hace cargo de una franquicia por medio de dos series que estarán hermanadas, con puntos en común pero manteniendo tramas independientes que tarde o temprano coincidirán previsiblemente en un gran crossover dentro de unos meses. Así, el guionista hereda además la serie de Los Nuevos Vengadores, donde hará protagonistas a los Illuminati. Como complemento al escriba, es necesario un dibujante a la altura y por ello cada arco argumental va a estar realizado por un artista diferente. Esta primera saga, contada en tres partes, está dibujada por Jerome Opeña, que viene de triunfar en una serie secundaria de los mutantes, Uncanny X-Force, pero que ha sido de lo mejor de la franquicia en años. Sin un dibujante titular, se sucederán en el título primeras espadas de la editorial como Adam Kubert, Dustin Weaver o Mike Deodato Jr., en números venideros.
En esta ocasión Hickman tira de manual para plantear sus ideas y una nueva formación de Vengadores, con recursos un tanto manidos a estas alturas y que a los veteranos del lugar no hará más que recordarles a tebeos pasados, desde la Segunda Génesis de la Patrulla-X hasta cualquier número reciente de Vengadores donde se ha reformulado el equipo. Unas primeras páginas donde se nos ofrece un vistazo a eventos futuros que todavía están por contar; la narración en paralelo del reclutamiento y de la acción principal, etc. Como puntos interesantes, Hickman hace uso no solo de los Vengadores más famosos, sobre todo del sexteto popularizado por la película de Joss Whedon, sino que toma elementos nuevos como Hiperión, mutantes como Mancha Solar o Bala de Cañón, Shang Chi, una Guardia Imperial shi’ar o un nuevo Capitán Universo.
En sí esta primera saga, aunque algo tópica, está bien: se plantea una nueva amenaza a escala cósmica, algo que al guionista parece encantarle y se van dejando aquí y allí pequeñas semillas que irán germinando poco a poco, porque el estilo de Hickman es de sobra conocido a estas alturas: adora las grandes sagas que van ramificándose aquí y allí sin un sentido aparente para luego ir coincidiendo poco a poco como si de un puzzle enorme se tratase. Eso tiene un grave riesgo: por un lado la tendencia a alargar demasiado las historias y por otro que el desenlace no colme todas las expectativas generadas y el largo viaje realizado. Por parte de Opeña, nada que objetar, un dibujante muy interesante cuyas páginas tienen mucha calidad y donde lo mismo le da narrar una conversación entre dos viejos amigos que una batalla campal en la superficie de Marte, todo de forma espectacular y entendible, con alguna que otra secuencia muy lograda. El color de Dan White, complemento ideal al detalle del dibujante.
Siendo el trabajo de Hickman que más me ha gustado hasta la fecha su Ultimate Thor junto con Carlos Pacheco –una miniserie de cuatro números- y que tanto sus Cuatro Fantásticos como su inconclusa SHIELD no llamaron mi atención –de la primera colección lo que más me gustó fue un número autoconclusivo protagonizado por Spider-Man y el primogénito de los Richards en un epílogo a la muerte de la Antorcha Humana, que considero magistral; y de la segunda el comienzo de la misma y poco más-, no las tenía todas conmigo a la hora de seguir esta serie, dudas que quedaron disipadas cuando Panini anunció el formato de publicación. En camino de cumplir su promesa de mantener la edición española a tan solo tres meses de diferencia de la americana, al menos hasta octubre se irán publicando grapas mensuales conteniendo tres números americanos, que coinciden exactamente con los arcos argumentales realizados por diferentes dibujantes. Una manera inmejorable de darle una oportunidad en papel a esta serie y ver si acaba convenciéndome.