Los 4 Fantásticos de Mark Millar y Bryan Hitch
La etapa de Millar y Hitch en la colección de la primera familia de Marvel podríamos describirla con referencias analógicas a sus cuatro protagonistas:
Bella como Susan Storm. Es innegable que el trabajo de Bryan Hitch brilla por sí solo. Muy en su línea de trabajo, con grandes viñetas que describen a la perfección los ambientes imaginados por Millar y grandes acabados en la expresividad facial de los personajes. Es una auténtica gozada visual.
Candente en el terreno amoroso, cual Antorcha Humana. Cada personaje tiene su ocasión para el amor en estas sagas. Al principio aparece Alissa, una antigua novia de Reed de su época universitaria, que provoca alguna reacción celosa por parte de Susan (aunque moderada). Johnny termina enrollándose con una villana (Psionics) que no es quien parece ser, y que guarda alguna sorpresa posterior, dentro de la segunda saga denominada “La muerte de la Mujer Invisible”. Y la más clamorosa es la relación que acaba en el altar y cuyos protagonistas son Ben Grimm y Debbie Green, una humana que se enamora de él y con la que tendrá un romance que acabará de manera poco ortodoxa en el mundo superheroico. Susan se mantiene en su papel de madre fiel y dedicada y no tiene oportunidad con este autor.
Escarpada como la piel de La Cosa. Lo que comienza con una buena saga (como es la de la creación del Nu-Mundo como alternativa a la vida en la Tierra, a la cual se le ha puesto fecha de caducidad), enlaza con otra saga no menos interesante, como es la ya citada de la muerte de la Mujer Invisible. Tras unos números más bien intrascendentes, en los que vemos la declaración de Grimm a Debbie, pidiéndole matrimonio, o la lucha contra un monstruo subterráneo en Escocia, la siguiente saga es poco menos que aburrida. Resulta que Doom ha tenido un maestro, un ser cadavérico con capa que aniquila a sempiterna némesis de Reed Richards y lo sustituye como enemigo de los 4F. Espantosamente patético. Lo único bueno de la saga es el final, y no por ver como el Maestro desaparece sin consecuencias futuras, al igual que vino, sino por ver como se desarrolla la boda de La Cosa.
Adaptable como el cuerpo de Mr. Fantástico. A pesar de la vertiginosa caída de la calidad del guión, podemos destacar el tratamiento inteligente de los niños (con especial atención a la evolución que está teniendo lugar en Valeria), y la posterior utilización por Jonathan Hickman de algunos conceptos creados por Millar, como el Nu-Mundo y el grupo de Nuevos Defensores que allí se quedan.
En definitiva, no es la mejor etapa para engancharse a la serie (sobre todo en la saga del maestro de Doom), pero para los aficionados a la serie resulta interesante, además de crear unos conceptos que luego van a dar mucho de sí en la etapa posterior.