La Patrulla X original # 8, 9 y 10, de Stan Lee y Jack Kirby

Portada Patrulla X original 8Un título sobre mutantes está obligado, de una manera u otra, a mutar constantemente. Por lo tanto la relativa estabilidad de los primeros números daría paso a interesantes modificaciones. En “¡Unus, el Intocable!” (publicado originalmente en The X-Men # 8, noviembre de 1964), hay un par de inesperadas alteraciones al statu quo del equipo. En primer lugar, Iceman es ahora capaz de convertir la capa de nieve que lo cubre en hielo pulido como el cristal; en teoría, esto es un ejemplo de cómo sus poderes están evolucionando, pero en la práctica, ahora él es más delicado, e incluso más afeminado que antes… tanto así que sus compañeros se burlan de él, diciéndole que se está “convirtiendo en toda una Sue Storm”. Evidentemente, esto no es suficiente para probar que Bobby Drake estaba ocultando su homosexualidad, pero a eso hay que sumar su falta de interés en las chicas, como vimos en X-Men # 1, o la forma en que rechaza los avances femeninos en X-Men # 7.

El elemento narrativo más importante en este capítulo es la primera representación explícita de la discriminación hacia los mutantes. Si bien en episodios previos la reacción del público había sido un poco ambivalente, esta vez es claro que incluso si los X-Men hacen lo correcto, terminarán siendo insultados y atacados por una turba. La dicotomía humano-mutante, bloque de construcción fundamental de la saga de los X-Men, será la fuente de muchos conflictos, con innumerables ramificaciones a futuro. De inmediato podemos identificar una de las consecuencias: la renuncia temporal de Beast. Comprensiblemente cansado de salvar a la humanidad sólo para ser más tarde discriminado por la gente, Beast es el primer héroe que renuncia al equipo, un concepto que se hará habitual en años posteriores. Al final, el intelecto superior de Beast es la clave para derrotar a Unus, el Intocable, un mutante malvado con ganas de unirse a la Hermandad de Magneto.

Portada Patrulla X original 8 y 9Un tema recurrente en X-Men es la forma en que los personajes sueñan constantemente con tener una vida normal. “Si tan sólo fuésemos seres humanos ordinarios… ¡libres de seguir los impulsos de nuestro corazón! Pero no debo permitir que me invadan semejantes sueños sin esperanza”, confiesa Jean Grey. Al final, las extraordinarias habilidades mutantes pueden ser una bendición o una maldición, y a menudo, es más lo segundo que lo primero. Este tipo de conflictos internos y dilemas morales son el corazón de los guiones de Stan Lee. “Es una prueba de la genialidad de Stan Lee que él lograse relegar la competencia de Marvel a meros seguidores. Y que lo hiciera con un encanto envidiable y un ingenio que impregnó todas las publicaciones de Marvel”.

Estoy seguro que todos los lectores de cómics adoran las peleas entre superhéroes. Y en los años formativos de Marvel, el enfrentamiento entre héroes en realidad era bastante frecuente (al principio no se conocían entre sí, y no era fácil distinguir a los amigos de los enemigos). “Entrad, Vengadores” (The X-Men # 9, enero de 1965) reúne los héroes más poderosos de la Tierra con los más inusuales adolescentes de todos los tiempos. Thor, Captain America, Iron Man, Ant-Man y Wasp luchan contra Cyclops, Marvel Girl, Beast, Angel y Iceman. Personalmente, me gustó mucho este episodio y hubiese querido que la pelea fuera más extensa, aunque los resultados sean bastante predecibles (no hay manera de que los inexpertos X-Men podría ser rivales para el poder de Thor o la tecnología de Iron Man). Simultáneamente, el Profesor X derrota al peligroso Lucifer.

“La llegada de Ka-Zar” (The X-Men # 10, marzo de 1965) presenta uno de esos conceptos salvajemente alocados que parecían ser tan populares en los 60s: la Tierra Salvaje, un lugar olvidado por el tiempo, una jungla habitada por dinosaurios y otras especies prehistóricas. Por supuesto, en lugar de Tarzán tenemos a Ka-Zar, señor de la jungla y su fiel compañero Zabu (un tigre dientes de sable domesticado).

El arte de Jack Kirby me sigue impresionando. Algunas de sus portadas son espectaculares, especialmente la del número 9, una representación icónica de los Vengadores y los X-Men. La página inicial de dicho ejemplar es también una de mis favoritas, la composición circular es brillante, y el tratamiento armónico y a la vez dinámico hacen de esta imagen un clásico instantáneo. Evidentemente, Kirby se destaca en las escenas de acción, y en la aventura de Ka-Zar, ‘the King’ da rienda suelta a toda su imaginación, creando secuencias vibrantes y espectaculares.