La Patrulla X original # 5, 6 y 7, de Stan Lee y Jack Kirby
Si echamos un vistazo a los primeros números de la mayoría de los títulos de Marvel de los 60s, nos daremos cuenta rápidamente de que muy a menudo el primer villano con el que luchan los héroes no es necesariamente un enemigo memorable. De hecho, los enemigos más emblemáticos solamente aparecerían varios meses después del debut de los superhéroes; por ejemplo, en Fantastic Four # 1, el cuarteto vence a Moleman, y el lector tendría que esperar varios meses hasta la primera aparición de Doctor Doom; lo mismo sucede con el Spider-Man (el Duende Verde no es el primer adversario en aparecer), Daredevil (sin Kingpin a la vista durante las primeras aventuras), Hulk, Iron Man, etc.
Parece que sólo los X-Men llegan a conocer a su villano por excelencia en el primer número. De hecho, la gran popularidad de Magneto entre los lectores explica por qué él rápidamente monopoliza las páginas de X-Men. Magneto y su Hermandad de Mutantes Diabólicos vuelven a aparecer en “Atrapado: Hombre X” (publicado originalmente en The X-Men # 5, mayo de 1964).
Aunque estos cómics se publicaron hace medio siglo, siguen siendo increíblemente entretenidos. Y muchos de los conceptos desarrollados por Stan Lee y Jack Kirby siguen siendo tan frescos hoy como lo fueron en los 60s. Nací un par de décadas después del renacimiento de Marvel Comics, pero gracias a los dibujos animados de X-Men de los 90s estuve familiarizado con el cuarto del peligro (la sala de entrenamiento), el asteroide M (cuartel general secreto de Magneto) o Cerebro (la máquina que aumenta las formidables facultades mentales del Profesor X). Y hoy, las generaciones más jóvenes, también conocen todo esto gracias a las películas de X-Men. El hecho de que ahora, en el siglo XXI, todavía podemos disfrutar los conceptos que aparecieron por primera vez hace 50 años, demuestra el inmenso talento de Lee y Kirby como creadores.
Me encanta la forma en que Stan ‘the Man’ Lee nos permite acceder a la vida privada de los personajes. No importa si estamos hablando de héroes o villanos, Lee siempre se las arregla para retratar sus pensamientos íntimos, sueños y temores tan claramente que nos identificamos inmediatamente con ellos. A pesar de que era algo inusual en esos años, Lee siempre incluye algún elemento redentor en los malos, y un montón de defectos en los buenos, equilibrando así la balanza.
En “Sub-Mariner se une a los mutantes diabólicos” (The X-Men # 6, julio de 1964), Namor, el príncipe de Atlantis, es persuadido por Magneto para unirse a la Hermandad de Mutantes Diabólicos, pero por supuesto esta es una alianza de muy corta duración. En “El retorno de Blob” (The X-Men # 7, septiembre de 1964), los X-Men, una vez más, frustran los planes del maestro del magnetismo, derrotan a Blob y al resto de los mutantes malvados. En estas historias, descubrimos más información sobre Wanda Maximoff (Scarlet Witch) y su hermano sobreprotector Pietro Maximoff (Quicksilver).
Los X-Men siguen siendo chiquillos que necesitan ser guiados por su mentor, y como Xavier afirma “todo lo que hice fue tomar el talento que todos ustedes ya tenían y canalizarlo en la dirección correcta”. Pero los jóvenes mutantes todavía están aprendiendo todo el tiempo; personalmente encuentro la ingenuidad y torpeza juvenil de “los más inusuales adolescentes de todos los tiempos” absolutamente deliciosas. Momentos como la visita sorpresa de los padres de Jean Grey son muy divertidos, pero pocas cosas superan la visita de los X-Men a Greenwich Village, escenario del movimiento beatnik con todas sus referencias contraculturales y alegorías hippy; aunque puede ser demasiado caricaturizada, no obstante, esta es una de las secuencias más divertidas del primer año de los X-Men. Es también en Greenwich Village donde podemos ver cómo Bobby Drake rechaza a una chica que está muy interesada en él; la explicación del muchacho es que “está verdaderamente ocupado”. Obviamente, este detalle inofensivo no podría considerarse como prueba concluyente de la homosexualidad reprimida de Iceman, pero es una de las muchas situaciones ambiguas que podrían apoyar las sospechas de los lectores del siglo XXI.
El arte de Jack Kirby sigue mejorando, y aquí hay algunas páginas verdaderamente maravillosas. Una de mis favoritas es la página inicial de X-Men # 5. Un escenario solemne poblado por héroes melancólicos y sombríos, asombrosamente humanos y simultáneamente sobrehumanos (el gesto apesadumbrado de Cyclops y la expresión de derrota de Xavier son impactantes). Las secuencias de lucha en el asteroide M o en contra de Namor también son increíbles. Y, por supuesto, las portadas de Kirby son absolutamente impresionantes.