Justice League of America, de James Robinson y Mark Bagley
La DC de los últimos años ha sido un caos donde resulta difícil encontrar etapas con un mínimo de sentido editorial, con continuos cambios creativos en los equipos y constantes giros de guión orquestados por los editores. Dejando de lado profesionales como Geoff Johns o Morrison, son pocos los que han tenido la suficiente manga ancha para desarrollar sus ideas.
Dicho clima enrarecido dio pie a algunas etapas interesantes y otras al menos curiosas, dentro de la historia de los personajes. La JLA de Robinson podría ser una de ellas, sobre todo los números dibujados por Mark Bagley, un artista ligado a Marvel desde sus inicios que decidió probar suerte en DC en un momento muy poco adecuado, pero donde llegó a dibujar una serie semanal con Kurt Busiek, un arco argumental en Batman y la etapa que nos ocupa.
Robinson, por su parte, ha estado ligado a DC en los últimos años. Ya en el pasado había escrito grandes obras para la editorial y en los últimos años ha estado saltando de un título a otro, dando la impresión de que su talento quedaba desaprovechado. En el momento en el que Robinson se hace cargo de la JLA, el caos es tan grande que apenas puede contar con ninguno de los principales personajes, así que decide apostar por secundarios, dándole al título un tono mucho más personal. Robinson llegó a la colección en el número #38 USA y continúo hasta el #60 USA, siendo acompañado por Bagley en los lápices desde el comienzo hasta el #53 USA. Su etapa en común ha sido recopilada en tres tomos, que pasamos a desgranar a continuación.
Team History (Justice League of America #38-43 USA)
Los primeros tres números de esta historia están ligados al crossover que tenía lugar en ese momento en el Universo DC, Blackest Night. Robinson sitúa a Vixen, Plastic Man, Tornado Rojo y Dr. Light en el primer lugar de reunión del grupo para decidir qué hacer a continuación, cuando Próspero los ataca salvajemente. Gigsy y Zatanna aparecerán de la nada para convocarlos al salón de la nueva JLA, donde los cadáveres de los muertos están levantándose y amenazan a los vivos, provocando una lucha entre todos ellos y varios de sus camaradas muertos, como Vibe o Steel, mientras villanos como el Dr. Luz y el padre de Zatanna también han vuelto a la vida. Una curiosa reunión del equipo de la Justice League Detroit.
Nos encontramos ante los típicos números de relleno, realizados por encargo a un guionista nuevo y donde Robinson, acertadamente, decide centrarse en el enfrentamiento directo y en la acción. Sus héroes están bastante tocados –brazos y piernas rotas, poderes que fallan-, tienen dudas, pero aun así luchan hasta el final por sus vidas. Bagley siempre ha sido un dibujante dotado para las colecciones de grupo por varias razones que aquí podemos ver: es capaz de meter muchos personajes por página, es espectacular en las escenas de acción y no ahorra en detalles. Su conocida capacidad para entregar puntualmente sus páginas comprometidas cada mes lo hacen el dibujante ideal para este tipo de colecciones. Si le añadimos un entintador y colorista adecuado, las carencias que siempre ha ido arrastrando en su carrera profesional quedan muy disminuidas, como la tendencia que tiene a dibujar todos los rostros iguales o la dificultad para dotar a sus personajes de un diseño reconocible más allá de la ropa que visten o del pelo que luzcan.
Es en el número #41 USA donde Robinson comienza a cimentar su propuesta para esta colección, en un clásico número donde se recluta un nuevo equipo. Wonder Woman, perdida en su propia serie regular, encauza a Donna Troy para que reformule el equipo y como es lógico, ésta recurre a sus compañeros de los Titanes. Starfire, Cyborg… ¡y Batman! Con Bruce Wayne desaparecido en la corriente temporal, creído muerto por todos menos por Morrison, Dick ha tomado el manto del murciélago. Si a eso le sumamos al Dr. Luz, a Green Lantern y a Green Arrow, ya tenemos un primer esbozo de lo que va a ser este equipo. Al que hay que sumar a Mon-El, en un caso parecido al de Batman: Robinson se encargaba en ese momento de la colección del Hombre de Acero y este se encontraba exiliado en la nueva Kandor.
Pese a todo Robinson no quiere dejar de lado el universo compartido en el que se mueve la JLA y son muchos los héroes que van a ir apareciendo en un momento o en otro –Canario Negro, Atom, los Freedom Fighters, los Metal Men, Flash- mientras se plantea la primera amenaza a la que va a enfrentarse el grupo: una serie de artefactos alienígenas, que han sido encontrados a lo largo de la historia, están siendo ahora recolectados por unos seres superpoderosos con acceso a tecnología de Nueva Génesis. Al mismo tiempo, se está contando en una colección en paralelo otras aventuras de la JLA que hacen que los personajes aparezcan y desaparezcan al poco tiempo, de ahí que todavía no haya una alineación estable, a la que hay que añadir a Congorilla y a Starman; dejando de lado a Hal y Ollie o a Kory, siendo Starfire el primer miembro del equipo en marcharse, con una bonita ilustración de Bagley a toda página. Todo un caos que impide al guionista seguir con su historia, así que éste plantea una nueva, que se resolvería en el siguiente volumen, un crossover con la JSA, dibujado en su totalidad por Bagley.
Dark Things (Justice League of America #44-48 USA; Justice Society of America #41-42 USA)
Mucho mejor esta segunda parte de la etapa comandada por Robinson y Bagley, más centrado el guionista y entonado el dibujante, que mejora página a página. El núcleo de la JLA está compuesto por Batman, Donna Troy, Congorilla y Starman y van a enfrentarse a su primera amenaza global: un meteorito de color verde se estrella en los bosques de Alemania, forzándolos contra el demonio Etrigan. En paralelo, en el cuartel general de la JSA, Alan Scott cae gravemente enfermo rodeado de una potente luz verde. Ambos grupos deberán de trabajar juntos para salvar la vida de su compañero y de todo el planeta. Una historia interesante y repleta de acción con muchos frentes abiertos: Jade, hija de Alan, ha vuelto de entre los muertos en el momento justo en el que muchos héroes y gente superpoderosa está siendo mentalmente controlada, por lo que andan causando todo tipo de destrucción a su paso. Robinson continúa echando mano del vasto universo DC y se trae a personajes como Supergirl, Kyle Rainer, Mr. Miracle o el Dr. Fate para que participen en la saga, causando golpes de efecto constantes y con varias subtramas interesantes, como el liderazgo creciente de Batman, que no pierde ocasión de mejorar su equipo.
Omega (Justice League of America #49-53 USA)
El primer número de este tomo es uno de esos capítulos intermedio entre sagas donde el guionista elije centrarse en unos personajes concretos y dedicarles un tiempo extra, en este caso Donna Troy y Jade, que deberán enfrentarse a sus temores internos. Además se trata del único número de esta etapa que no está dibujado por Bagley, sino por la pareja de dibujantes Pow Rodrix y Robson Rocha.
El regreso de Bagley trae consigo una nueva saga donde Robinson enlaza algunas ideas que fue plantando en sus primeros números, además de ampliar los miembros del equipo con la incorporación de Jade y de Jesse Quick, que se convierte en la velocista del grupo. El guionista se trae de vuelta viejos conceptos como el multiverso y une en una sola aventura a dos grupos de villanos como el Sindicato del Crimen de Amérika y a los misteriosos ladrones que aparecieron en el primer tomo y que dependían de la tecnología desarrollada en Nueva Génesis. La pelea con la nueva JLA traerá un peligro mortal no solo para la ciudad de Washington, que queda aislada del resto del país y así de la mayor parte de héroes, sino para el propio universo cuando un nuevo villano aparezca de la nada.
Otra historia con una gran amenaza donde Bagley puede destacar en medio de tanta acción y constantes peleas, a excepción del último número, cuya conclusión es algo previsible y acelerada y donde el nivel de sus lápices pega un bajón espectacular. La historia se complementa con un número especial protagonizado por los amigos Congorilla y Starman, que se quedan fuera de la mayoría de la acción e intentan ayudar a sus amigos siguiendo diferentes caminos, eso sí, encontrándose con los más variados héroes, como Animal Man, un perro con ciertas habilidades llamado Rex, más gorilas, etc. Este especial está dibujado por Brett Booth, dibujante que se quedaría a cargo de la colección principal en detrimento de Bagley, que marcharía a Marvel y que ayudaría a Robinson a atar algunos cabos que quedaron sueltos, por ejemplo la naturaleza malvada de Supergirl.
En su conjunto no está mal esta etapa comandada por Robinson, pero por desgracia al principio se notan demasiado las injerencias editoriales y en su desarrollo tuvo que saber lidiar con unos personajes que no eran los más vistosos, a excepción de Batman. Robinson demuestra buenas ideas a la hora de aprovechar el rico universo en el que se mueven los personajes, aprovechando sus secundarios y sus múltiples escenarios y apostando por la acción y la aventura sin descanso. Por momentos recuerda a la de Morrison, a excepción de los protagonistas, con esas amenazas cada vez mayores que ponen en peligro a toda la Tierra y a todo el universo. Su punto álgido se encuentra en el cruce con la JSA, una aventura muy bien planificada y contada y con una gran ayuda por parte de Mark Bagley.
Unos números después llegaría el reboot de New 52 y todo esto quedó olvidado como si nunca hubiera pasado. Una pena para el guionista, que tiene buenas ideas, pero mala suerte a la hora de poder aplicarlas.