Jupiter’s Legacy 5, de Mark Millar y Frank Quitely
Todo superhéroe debe tener una identidad secreta. Este es un axioma indisputable del género superheroico. Sin embargo, apenas el factor del secreto forma parte de la ecuación, nuevas amenazas emergen. Tal vez, el mayor miedo de un vigilante enmascarado es perder la máscara.
En el quinto y último capítulo de “Jupiter’s Legacy: Book One”, Mark Millar explora los riesgos que uno está dispuesto a tomar para salvaguardar secretos importantes. Tener un alter ego es una tarea difícil, que requiere una cantidad considerable de esfuerzo y recursos. Shelley Weaver, también conocida como Skyscraper, ha pasado años trabajando como una secretaria en una modesta oficina administrativa. Hasta que el Mayor Barnabas Wolfe, antes conocido como Molecule Master, descubre la verdad sobre ella.
Después de una corta interrogación, el Mayor Barnabas Wolfe encuentra algunos hechos sospechosos. Shelley no ha visitado a un doctor en 7 años, no tiene auto y nunca gasta dinero para transportarse, y no prende la calefacción en invierno. Como hemos visto en números anteriores, el escritor escocés rinde homenaje a las historias clásicas de Superman. Y ciertamente hay abundantes aventuras en las que a Clark Kent se le ocurra alguna excusa extravagante que explica, por ejemplo, cómo llegó a cierto lugar sin contar con ningún tipo de transporte. No obstante, lo que normalmente terminaría en risas y carcajadas en los viejos cómics de DC, es un asunto bastante serio en este título de Millarworld.
Shelley Weaver intenta usar sus súper poderes para huir, pero es rápidamente interceptada por el Mayor Barnabas Wolfe. Evidentemente, el mercenario del gobierno es un investigador hábil, y ahora sigue las huellas de Jason, el hijo de Chloe. Inspirado por el altruismo de los héroes del siglo XX (incluyendo, por supuesto, a Utopian, el abuelo de Jason), el chiquillo intenta realizar un rescate en Harbour Bridge.
Desde luego, esta es una emboscada cuidadosamente planeada por el Mayor Barnabas Wolfe. Los poderes de Jason son neutralizados por este experimentado adversario; y en ese momento, Chloe y Hutch deciden rescatar a su hijo, revelando sus identidades secretas al mundo. La batalla que ocurre a continuación tiene algunas secuencias de lucha realmente asombrosas, preciosamente ilustradas por Frank Quitely.
Aunque este quinto capítulo salió a la venta con 10 meses de retraso, creo que la espera valió la pena. Como siempre, los impresionantes diseños de Quitely transmiten la esencia de este mundo. Un elegante sentido de la composición y una innegable expresividad están presentes en cada viñeta de este número extra grande.
Algunos de mis momentos favoritos incluyen la dramática captura de Skyscraper; el encuentro profundamente emotivo entre Chloe y Jason en la luna; la fabulosa páginas doble que nos muestra lo que puede hacer una madre furiosa cuando desata todo su poder; y finalmente la calmada escena del Polo Norte, maravillosamente coloreada por Peter Doherty (las tonalidades azulinas de la parte superior de la página refuerzan la sensación de frialdad, mientras que la parte inferior añade calidez a los recuerdos de infancia de Chloe). Confío en que el segundo volumen de “Jupiter’s Legacy” estará tan bien logrado como el primero.
[AMAZONPRODUCTS region=”com” asin=”1632150093″]