[Crítica] Invincible, de Robert Kirkman

Portada del primer número de Invencible de Robert KirkmanHoy he decidido liarme la capa (aunque el personaje no la lleva) y comentaros algo de la gran obra pijamera personal de Robert Kirkman: Invincible. Y no, no lo he escrito mal, es que está en inglés. Si lo quieres leer en castellano me cambias la segunda i por una e y listo.

No me voy a poner a contaros las excelencias y bondades de este escritor cuando trabaja en sus propias creaciones. Eso sería repetir lo que se ha podido leer una y otra vez en cualquier sitio en el que se habla de ello, sólo serviría para hacer la reseña más larga y no tendría utilidad alguna. Como este mismo párrafo que estáis leyendo, que no os aporta nada, pero es que yo cobro por palabras, así que en realidad me está proporcionado dineritos para poder comprarme un bocata de atún.

A lo que íbamos. Cuando Image decidió lanzar su nueva y flamante línea pijamera, éste fue el personaje mimado (y único superviviente) por la editorial. Puede que fuera porque tiene como emblema el logotipo de la misma, o quizá porque desde el principio ya se notaba que la serie llegaría lejos. Aqui el Sr. Kirkman nos demuestra que en el pijamismo no está todo dicho, y que siempre es posible reinventarse, cambiar de rumbo y mantenerse fresco durante números y números (cuando os escribo llevamos noventa y tres).

La serie comienza con el típico chavalín, hijo de héroe pijamero, en el momento en que descubre que le comienzan a aparecer sus poderes. Se sientan unas bases, te plantean un par de aventurillas o tres y… ¡ZASCA!, te sale un cambio en la trama que manda a paseo las bases que había asentado para cambiarlas totalmente. Y entonces te acomodas. Te gusta como sigue la serie y… ¡ZASCA!, sorpresón al canto que te marea de nuevo. Y es que si hay algo característico de ésta serie (y marca distintiva del autor) es que todo se puede cambiar.

Imagen de Invencible de Robert KirkmanEl Sr. Kirkman realiza un ejercicio de comic pijamero con la plantilla clásica de toda la vida: desarrollar la historia, avanzar subtramas, muchas hostias y finales de grapa de ésos que atrapan hasta la siguiente entrega. El mecanismo del botijo, pero hecho con arte y sin la lacra de una continuidad que se remonte más allá de veinte años ni un gran grupo corporativo dueño de los personajes que sólo quieren que la vaca siga produciendo leche, aunque esté aguada y sea imbebible. En la parte gráfica la serie comenzó con Cory Walker hasta su séptimo número, siendo reemplazado desde entonces hasta la actualidad por Ryan Ottley. Ambos autores son de trazo bastante limpio, competentes en el campo narrativo y, sin ser lo que denominan “artistas Hot”, resultan bastantes agradables a la vista.

Lo que debería de aclarar, porque luego hay algunos a los que les gusta criticar las notas de estas reseñas, es que el peazo nueve que pongo a esta serie está pensado dentro del contexto y el género al que pertenece, es decir: el pijamismo. Si la comparamos por ejemplo con los libros de Teo (título al azar), está claro que merecería un uno o menos aún… Pero no os preocupéis, en la actualidad me estoy leyendo todos y cada uno de los libros del susodicho personaje para colgar la reseña en el futuro.

Pues bien, espero haber logrado picar la curiosidad de aquellos lectores pijameros que nunca se han acercado a la obra sin caer en el destripamiento del argumento de la serie, conseguido arrancar una sonrisa a los seguidores de la misma al recordar los buenos momentos que les hace pasar, y tener suficientes palabras en la reseña para que además del bocata de atún me llegue para una cervecita fresquita.

Imagen de Invencible de Robert Kirkman - 02Invincible
Guión: Robert Kirkman
Dibujo: Ryan Ottley & Cory Walker
Image Comics (EEUU) / Aleta Ediciones (Ed. Española)
Formato: Cómic Book. 32 Páginas (EEUU) / 48 páginas (Ed. Española)
Precio: 2.99 dólares c/u / 4,5 euros (Ed. Española)