Hero Seeds 1 y 2
El pasado mes de septiembre apareció “Hero Seeds nº 1”, la primera referencia de Khalada Comics, nueva editorial ubicada en Valencia. Un comic para adultos, ya que aunque su temática es la parodia de superhéroes con pinceladas de humor, incluye algunos elementos que los convierte en una especie de superhéroes cannabicos.
En este primer número se incluyen dos episodios a modo de presentación de personajes: el episodio uno está protagonizado por el alienigena llamado Jack Motta, uno de los siervos de la raza extraterrestre conocida como los Draco. Jack Motta tiene la labor de recolectar muestras para sus amos por todo el universo, llegando a la Tierra donde descubre la planta del cannabis y comienza sus posteriores experimentos con ella, probando que sus efectos le dan poderes psíquicos. A causa de estos experimentos debe escapar de sus superiores, lo que le lleva a la Tierra de nuevo, cayendo accidentalmente en la plantación de Old Early, conduciéndonos al episodio dos. Old Early es un tipo que abandonó su trabajo como creativo en una gran empresa viendo que a sus proyectos no se les iba a dar un fin beneficioso para la sociedad, y ahora vive en el campo. Trabaja junto a su socio Bat-Gum, una especie de vigilante urbano, y ahora que Jack Motta se les ha unido, combatirán las injusticias cannabicas en nuestro mundo. La historia creada por Diego Motta contiene referencias al mundo del cannabis (canciones de Bob Marley, diferentes variedades de plantas), quizá más orientado a los conocedores de esta cultura y que pueden disfrutar más de estos guiños, que a los lectores habituales de comic o no habituados en la materia.
La lectura transcurre de forma sencilla, aunque esperaremos a su desarrollo para ver cómo evoluciona la historia, donde el dibujo en tono cartoon de Andrés Palanka le da un plus de interés, así como las excelentes portadas que Ariel Olivetti ha realizado para este número, y el coloreado de Alek Marmontel.
La segunda entrega de “Hero Seeds”, el universo de superhéroes cannabicos creado por Diego Motta llega a nuestras manos, en esta ocasión presentando los orígenes de Batgum y Wonder Black Domina. El caso de Batgum nos refiere al héroe hecho a sí mismo, tras una tragedia familiar en su infancia lo que le lleva a buscar justicia, abogando por la legalización de la marihuana y luchando contra las fuerzas del orden. Aqui conoce al extraterrestre Jack, uniéndose al equipo en la búsqueda del “kapunex” que perdió al desmantelar su laboratorio, y cómo afectan los poderes a quien encuentre el artilugio. La segunda historia se centra en Wonder Black Domina, la heroína africana, y su transformación, pasando de ser una prisionera a causa de las guerras entre tribus a libertadora de su pueblo, en medio de una trama que denuncia los ataques racistas por parte de grupos de extrema derecha. El guión se muestra falto de consistencia, especialmente en los diálogos. A modo de reflexión, si se trata de abogar por la legalización, vemos con insistencia en varias páginas frases como “Toma y fuma”, “He fumado demasiado”, “Hazte un porrito”, que terminan por ser reiterativas. De este modo pierde validez el supuesto mensaje a favor del cannabis, quedándose en algo burdo. En el apartado gráfico, Adrián Bago y Jordi Pérez siguen la línea iniciada por Andrés Palanka en el primer número, con una excelente labor de Alek Marmontel coloreando las páginas, y qué decir de las estupendas portadas a cargo de Alfonso Azpiri, con su estilo habitual.