Miedo encarnado. Herc #1: Dioses de Brooklyn
Un cruce con “Miedo encarnado”. Llega una nueva era para el León del Olimpo. La Guerra del Caos dejó a Hércules sin poderes y sin ayudante. Ahora, un mal de origen mitológico azota las calles: ¡Los seguidores de Herc claman por su regreso a la acción! Pero, ¿qué podrá hacer nuestro héroe frente a la amenaza del Dios del Miedo? ¡Ha llegado la hora de volver al Olimpo de la mano del mítico Dream Team formado por Greg Pak y Fred Van Lente!
El personaje de Hércules nunca ha sido considerado uno de los “pesos pesados” de la editorial Marvel, siempre a la sombra de su amigo Thor, Hércules siempre se ha mantenido en un segundo plano, ha pertenecido a grupos como los Campeones o los Vengadores pero casi siempre ha sido utilizado como un personaje casi humorístico. Era el tipo fuerte y torpón que se lanzaba de lleno a la batalla sin tener ningún plan confiando en su poder y era de los primeros en caer ante el enemigo, algo parecido a Volstagg, el amigo camarada de Thor, pero cambiando su cobardía por valor, eso si, normalmente valor sin cerebro. Solamente Bob Layton supo que hacer con este personaje con algunas miniseries en las que, sin cambiar ni un ápice al personaje, creó historias de lo más interesantes con un nivel, tanto de guión como de dibujo, muy muy bueno. El resto de guionistas seguían la pauta establecida de convertir a Hércules en un bufón, hasta que llegaron Hulk y su World War Hulk y el robo del título de la colección de Hulk que cambiaba de El Increíble Hulk al de El Increíble Hércules…
Bajo ése título un joven guionista llamado Greg Pak demostró a todo el mundo que no hay personajes malos si no falta de ideas, Pak nos dio a conocer a un Hércules divertido, valiente y un poco tarado que, como un Don Quijote cualquiera, se dedicaba a intentar resolver problemas que normalmente le vienen bastante grandes. Hércules pone la fuerza bruta y su “escudero” Amadeus Cho, (el 8º tipo más inteligente del planeta) el cerebro, pero todo tiene su fin, y esta extraña pareja de héroes acabaría disolviéndose cuando la nueva mandamás del Olimpo (Atenea) decide que en esta extraña época el nuevo héroe del Olimpo debe ser alguien más cerebral, por lo que “mata” a Hércules y le da su manto del protector del Olimpo a Amadeus Cho, pese a las protestas de éste.
Evidentemente Hércules no está verdaderamente muerto, se encuentra en una especie de “limbo” de donde debe salir para, junto a todos los dioses conocidos de todos los panteones, enfrentarse al renacido dios del Caos que quiere destruir absolutamente todo y sólo dejar un gran vacío. En el último momento, Hércules poseyendo el poder en su interior de un gran montón de esos héroes logra vencer al dios del Caos pero el resultado de su victoria es volver a la vida siendo un simple mortal y desposeído de su poder ahora Hércules es sólo otro humano más…
Aquí empieza el tomo, con un Hércules convertido en un tipo corriente y moliente que viaja en un tren casi de incógnito. Mientras está allí, Hércules es testigo de cómo un grupo de tipos intenta violar a una chica, pese a ser sólo un humano Hércules logra vencerlos a todos gracias a que lleva consigo todo un arsenal mitológico. Esos tipos pertenecen a una banda llamada Los Halcones Guerreros que se dedican a ir sembrando el terror por toda la ciudad, la cual ya se encuentra bastante más que aterrada debido a los efectos de Miedo Encarnado – la última mega-saga de la Marvel-. Los miembros de ese grupo trabajan para alguien llamado Cicnos, que es el hijo del fallecido Ares y que hace todo eso para intentar conseguir revivir a su padre. Mientras, Hércules intenta averiguar como acabar con Cicnos y con la banda de matones que ha creado así como ayudar al tipo que le ha contratado como “barman” en su bar (…) y al que unos tipos que trabajan para Kingpin tratan de echar para quedarse con la tierra donde tiene su negocio y su casa y para acabar de liarla un poco más, varios delincuentes que se encontraban recluidos en La Balsa logran escapar y se dedican a cundir el pánico en la misma zona de la ciudad donde se encuentra un Hércules que ve desesperado como se le amontona el trabajo…
Por fortuna Kingpin le ofrece un trato. Dejará en paz al tipo para el que trabaja Hércules, si éste se deshace de la banda de Los Halcones Guerreros por él, algo que Hércules pensaba hacer de todos modos. Cuando éste se va a enfrentar a los escapados de la Balsa se encuentra con que una de las prisioneras escapadas es Hécate, la diosa de la magia, quien se une a las fuerzas de Cicnos. Hércules sólo es un hombre que ve como las cosas se le ponen cada vez peor y en la batalla sale con vida de milagro, mientras trata de pensar en como detener todo lo que está ocurriendo, Hécate utiliza su magia para hacer enloquecer a todo el mundo y que se maten unos a otros. Cuando todo parece perdido, los otros delincuentes escapados de la Balsa deciden echar un cable a Hércules, no tanto por amistad como por intentar sobrevivir a lo que ocurre, aunque el luchar juntos acaba haciendo nacer algo parecido a una “amistad” en la batalla final. Con las fuerzas totalmente desiguales, es el coraje y la valentía de Hércules luchando por la vida de esos ciudadanos con todo en su contra lo que hace que éstos empiecen a “despertar” y a tener fe en Hércules, cosa esta que parece dar más fuerzas a éste y debilitar a Cicnos y Hécate, ¿podrá Hércules armado con su valor y unas pocas armas detener a 2 dioses???



Greg Pak y Fred Van Lente vuelven a contarnos la vida de Hércules tras los acontecimientos narrados en la minisaga “La Guerra del Caos”. El punto de partida es ciertamente interesante, Hércules convertido en un triste mortal, sin su famosa fuerza ni sus aliados Olímpicos y por si fuese poco, éste sigue el ejemplo de su amigo Daredevil y decide convertirse en el protector de una parte de la ciudad. Si Daredevil protege la Cocina del Infierno, Hércules protegerá (o lo intentará) con Brooklyn. Para ello cuenta con varias armas de origen mitológico que le salvarán el culo en más de una ocasión, por desgracia este punto de partida tan prometedor queda lastrado por su incursión en la macro-saga del momento Miedo Encarnado, aún así la historia es entretenida aunque no llega a enganchar como podría si no se obcecaran en pasarse 6 episodios en contarnos lo de Miedo Encarnado. Por la parte gráfica llega un nuevo dibujante, Neil Edwards que hace un trabajo correcto, ayudado por un gran Scott Hanna aunque personalmente me gustaría volver a ver por ésta colección a Rafa Sandoval pero es lo que hay…
Un tomo correcto que puede servir perfectamente para que se apunten nuevos lectores a este personaje, aunque no es lo mejor que tiene ni de lejos.
Lo peor: la historia está demasiado alargada, se echa de menos el humor de sus anteriores historias…