Frankenstein Alive, Alive # 4, de Steve Niles, Bernie Wrightson y Kelley Jones
Es difícil creer que han pasado 6 años desde que se publicó el primer número de Frankenstein Alive, Alive. Tenía grandes expectativas en el 2012 y Bernie Wrightson las superó y de una manera que me sorprendió considerablemente. He dicho a menudo que para la mayoría de los artistas, hay un período en sus vidas en el que están en la cima, y después de eso vemos un declive lento, como una metáfora de la vida en general, a medida que envejeces, tu mente aún puede ser aguda pero el cuerpo comienza a fallarte.
Bernie Wrightson quizás sea el único artista que, en sus últimos años, no sólo fue tan bueno como solía serlo en los 70s y 80s, sino incluso mejor. Era obvio para mí que necesitaba revisar cada ejemplar por separado porque esa era la mejor manera de enfocarme en su increíble arte. Hace 6 años, yo todavía dibujaba cómics más o menos de forma constante, y creo que todos los que alguna vez han dibujado más de una página han experimentado la dificultad física de sentarse durante horas, usando sólo un brazo y una mano, haciendo movimientos que requieren tanto fuerza como precisión. Es fácil cansarse, incluso nuestros ojos se cansan después de mirar constantemente la página que estamos dibujando. Supongo que esta es la razón por la cual muchos artistas pueden producir una gran cantidad de trabajo mientras son jóvenes, porque aún tienen la resistencia física para hacerlo.
Con la vejez, llegan los achaques, los músculos doloridos y la fatiga. Evidentemente, para la mayoría de los artistas, la solución es encontrar atajos. En lugar de centenares de detalles, solo dibujarán una docena, en lugar de ilustrar minuciosamente una viñeta durante horas, simplemente se apresurarán. A los 64 años, sin embargo, Wrightson puso más esfuerzo en una página de Frankenstein Alive, Alive que la mayoría de los artistas actuales en toda su carrera. Por supuesto, esa cantidad de esfuerzo llevó tiempo. Y es por eso que en 5 años salieron solo 3 números de este título. Pero la espera siempre valió la pena .
No sé por qué Wrightson decidió centrarse en Frankenstein. ¿Fue porque en el pasado ya había producido un trabajo basado en la novela de Mary W. Shelley? ¿O las ideas de la muerte y la resurrección resonaron profundamente en él? Para un artista, la vida va más allá de los años que existimos en esta tierra. Porque cualquier arte que podamos dejar atrás es, por definición, una extensión de nuestro propia ser, y así aún podemos existir y ser recordados en tanto haya alguien leyendo o admirando lo que hemos hecho.
He dicho antes que incluso en circunstancias normales, a cierta edad es difícil para un artista mantener el nivel de calidad de sus mejores años. Wrightson superó todas mis expectativas con los números de Frankenstein Alive, Alive. Pero lo que no sabía como lector, era que estas no eran en absoluto circunstancias normales para él. Ni siquiera su batalla contra el cáncer lo desalentó, mientras seguía trabajando en su última obra maestra. Al final, como sucede tan a menudo, esa batalla llegó a un abrupto final. En el 2017, perdimos a uno de los mejores artistas en la historia de los cómics.
Wrightson no llegó a terminar el último número, pero ha sido publicado gracias a la colaboración de Kelley Jones, un magnífico artista que siempre ha estado muy influenciado por Wrightson. El resultado es un cómic sobresaliente que sirve como una última voluntad y testamento pero también como un recordatorio de que ni la vejez puede detenernos, siempre y cuando haya fuego dentro de nosotros, y la capacidad de producir arte. Wrightson lo sabía. Y su extraordinario trabajo nunca será olvidado.
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