Frankenstein Alive, Alive # 2, de Steve Niles y Bernie Wrightson
Frankenstein puede ser un monstruo antinatural, pero también tiene la inteligencia suficiente como para sufrir por su condición de marginal. Al intentar suicidarse, es engullido por la lava de un volcán en erupción. Años después, una expedición guiada por el Dr. Simon Ingles rescata al monstruo de su tumba petrificada.
La primera reacción de Frankenstein es de dolor y desesperación, porque su suicidio ha sido un fracaso. Sin embargo, encuentra en el doctor Ingles a un alma bondadosa y amable, en definitiva a un amigo. Steve Niles reconstruye los lados más oscuros de la percepción de la sociedad y la maldición de una criatura inteligente pero monstruosa.
El legendario artista Bernie Wrightson demuestra una vez más por qué es uno de los mejores ilustradores de la industria del cómic, y a diferencia de muchos de sus contemporáneos, no sólo ha mantenido un nivel de calidad tremendamente alto, sino que lo ha superado. He seguido el trabajo de Wrightson: he visto su Swamp Thing de los 70, su Freak Show de los 80, sus colaboraciones para Creepy, su trabajo para Marvel en Spider-Man Hooky… Y no puedo recordar la última vez que quedé tan impresionado con su arte. Sin ninguna duda, “Frankenstein Alive, Alive” es la mejor creación artística del 2012 (y probablemente del 2011 y el 2010).
Así que miremos las páginas de Wrightson, y empecemos con la primera. Tenemos una figura muy ominosa (Frankenstein petrificado), capaz de confundir las emociones de los hombres en la expedición (¿deberían estar preocupados, intrigados, asustados?). Luego, tenemos una página doble dividida en tres viñetas horizontales. La primera muestra toda la solemnidad y la arquitectura majestuosa de una mansión británica. La segunda muestra al Dr. Ingles rodeado de cientos de lagartos embalsamados y animales disecados de rasgos imposibles, como un museo de lo oculto, cada objeto aquí nos recuerda a películas de terror o mitos arcanos.
Podemos apreciar la magnífica colección del Dr. Ingles en otra página doble de extraordinaria belleza. Me quedé mirando esta poderosa imagen por varios minutos, imaginando el hábitat natural de ese gigantesco cocodrilo que cuelga del techo, adivinando las propiedades mágicas del monstruo de dos cabezas que está encima del cocodrilo, intentando distinguir los contenidos de docenas de potes de vidrio (en algunos vemos cerebros, en otros fetos de criaturas que nunca existieron en la vida real, pero en otros sólo podemos suponer qué es lo que hay adentro…), contando los cráneos y las redomas en las repisas, admirando los esqueletos de varios animales que podrían (o no) haber existido en el siglo XIX, fantaseando cuál sería el origen de una extraña momia que parece haber estado gritando al momento de su momificación, observando las esculturas, estatuas y tótems que el doctor ha adquirido tras décadas de búsqueda.
Cuando Frankenstein le explica al Dr. Ingles que nunca recibió una educación apropiada, su benefactor considera que la ignorancia es una enfermedad “pero una enfermedad para la que hay abundante medicina”. Cuando vi la biblioteca del doctor quedé tan asombrado como Frankenstein, también quedé hipnotizado por la cantidad de libros y me tomé la libertad de contarlos y hay alrededor de 480 volúmenes allí (¿alguien más se anima a contarlos para comparar notas?). Pero lo que más me sorprende es la composición y el dominio completo de la perspectiva requeridos para darle forma a esta sombría y laberíntica biblioteca. En la actualidad muchos artistas sólo dibujan una rectángulo usando algún software y crean divisiones que se asemejan a libros (yo mismo lo he hecho alguna vez), pero la imagen resultante es siempre insípida y poco inspiradora, lo que Wrightson hace es calcular cada ángulo, y su pulcro pincel añade una textura única, una profundidad y una densidad a todos los manuscritos que podemos ver.
En la página final podemos inspeccionar el extravagante laboratorio del doctor. Los tubos de ensayo y las pociones son un claro homenaje a las películas clásicas de terror, y como lectores nos queda preguntarnos qué tipo de horrendos experimentos practica el doctor con la sangre de fetos nonatos… él dice que busca en esos “humores proteicos” una cura contra el proceso de envejecimiento que afecta a todas las células del cuerpo… ¿pero qué tan lejos llegará para rejuvenecerse?
Por lo general, intento leer mis cómics con calma, y presto atención a las pistas ocultas visuales que algunos artistas dejan en sus dibujos. La mayoría de las veces, sin embargo, no hay nada relevante en el trabajo del dibujante de hoy, que obedece a la funcionalidad más básica de la narración. Bernie Wrightson no cuenta una historia simplemente, él nos muestra cada aspecto concebible, cada monstruo, cada reliquia de pesadilla; crea un estado, una atmósfera, retuerce la luz y las sombras como un maestro, y enciende el poder de nuestra imaginación más que ningún otro.