Fairest # 1 y 2, de Bill Willingham y Phil Jimenez
Por más de una década, Bill Willingham nos ha deleitado con sus “Fables” (“Fábulas”), un título que reúne todos o al menos la mayoría de cuentos de hadas y fábulas infantiles. Con más de cien ejemplares publicados, Bill ya se había aventurado a hacer otras series como Jack of Fables, Cenicienta y otros títulos. Ahora aparece uno nuevo: “Fairest“.
En todos los cuentos de hadas, la belleza femenina es de vital importancia. Por cada príncipe azul debe haber una preciosa princesa. “Fairest”, entonces, se enfoca en la Bella Durmiente, Rapunzel, Cenicienta, la Reina de las Nives, Pulgarcita, Blanca Nieves, Rosa Roja y muchas otras. En las palabras de Bill “cuando tienes una docena o más de mujeres fabulosas y todas claman ser las más hermosas de toda la tierra, parece justo que creemos esta serie en la que cada una de ellas tiene la oportunidad de defender su caso como mejor pueda”.
No obstante, aquí el único príncipe azul disponible es de hecho el príncipe de los ladrones, Alí Babá, que está siendo perseguido por el Capitán Oakheart. Tal como ha hecho con sus otros títulos de Vertigo, Bill ha conseguido combinar humor, buenas caracterizaciones e inesperados giros a las historias que nos son tan familiares.
“Fairest”, sin embargo, no tendría tan buena apariencia si no fuera por el magnífico arte de Phil Jimenez. Este es de lejos el cómic más hermosamente ilustrado que he leído en el 2012. Siempre he admirado el trabajo de Phil por una razón, y es su inconmensurable paciencia con los detalles. Cada página es un ejemplo de dedicación y devoción al arte, un ejemplo de lo mejor que podemos encontrar en este o cualquier otro medio visual.
A menudo he criticado los trabajos de dibujante menores quienes, por pereza o tal vez por seguir las órdenes del guión, hacen un cómic plagado de innecesarias páginas dobles o páginas de una sola viñeta que, en definitiva, no añaden nada a la narrativa. Como los malos adjetivos, en lugar de aportar profundidad al argumento, le restan méritos. Sin embargo, hay ilustradores talentosos capaces de hacer lo opuesto. Phil Jimenez es el tipo de artista que sabe perfectamente bien cómo aprovechar la página. Si miramos su página doble, nos sentiremos absolutamente encantados con los diseños de la ciudad en ruinas. Al mirar las esculturas destruidas, los pabellones abandonados, la tierra baldía, uno no puede evitar preguntarse qué fue lo que pasó en una ciudad que alguna vez fue soberbia y grandiosa. Esto es lo que hace un verdadero creador, Phil nos proporciona suficiente estímulo visual para que nuestra imaginación empiece a funcionar.
Por supuesto, hay muchas páginas extraordinarias en este primer número. Por ejemplo, la distribución del campamento de los duendes, y la irrupción furtiva de Alí Babá. La página completa con dos de las más bellas damas de la tierra es de indisputable belleza, la posición de los cuerpos, el atractivo de las mujeres durmientes, los detalles del pelo y la mies bajo ellas, todo conforma una imagen inolvidable. Las viñetas dedicadas al Capitán Oakheart también son espléndidas. ¿No están de acuerdo?
La humanidad a menudo ha intentado definir el mundo dicotómicamente: día y noche, vida y muerte, el bien y el mal. Por alguna razón, las características morales como la bondad o la maldad se asocian a ciertos elementos. ¿Hay algo intrínsecamente bueno en el día o, en términos similares, hay algo malvado en la noche?
Los cuentos de hadas, sin embargo, necesitan un mundo ‘a blanco y negro’. En estos relatos debemos ver el bien y la inocencia en su esencia más pura y la maldad y la traición en su forma más descarada. En el primer ejemplar, Alí Baba intentó rescatar a Rosa Roja de un campamento de duendes antropófagos. Para lograrlo, besó a esta belleza escarlata y el verdadero amor destruyó el hechizo que la mantenía dormida.
No obstante, la Reina de las Nieves también despierta, y decide cazar a la princesa pelirroja, al príncipe de los ladrones y al geniecillo que los ayuda. Bill Willingham nuevamente demuestra que puede combinar momentos hilarantes con una fantasía que se sale de la escala. Pero “Fairest” no sería tan impresionante si no fuera por el arte de Phil Jimenez.
Hace años pensaba que Jimenez tenía demasiado en común con George Pérez, pero con el paso de los años ha perfeccionado su estilo y aunque rinde tributo al maestro, ahora se destaca por sí mismo. Y cada vez mejora más y más.
La página inicial es un buen ejemplo del nivel de dinamismo que Jimenez puede alcanzar, y la subsiguiente página doble nos muestra una magnífica composición. Alí Baba y Rosa Roja son como dos hemisferios a punto de ser cubiertos por la imagen central de la Reina de las Nieves y el ejército de gigantes de escarcha que está abajo. La siguiente página tiene tensión dramática, diseños imaginativos y una preocupación por los detalles que pocos artistas tienen en la actualidad. Sin embargo, una de mis páginas dobles favoritas es la que nos muestra el majestuoso salón del Rey -el padre de Rosa Roja- desbordado por los aristócratas, las criaturas mágicas y las hadas de las Tierras del Crepúsculo; esta imagen tiene la indiscutible belleza y grandiosidad de artistas clásicos como Hal Foster (si tuviera una buena edición de Príncipe Valiente habría comentado esta obra hace tiempo). Finalmente, la última página es un ejemplo de por qué no necesitamos la típica rejilla de seis viñetas que tanta gente usa (yo incluido). Todo aquí es visualmente atractivo y funciona perfectamente.
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