El poderoso Thor: Arde todo
Marvel Now! es el nombre bajo el que se conoce el último y ambicioso relanzamiento que ha tenido lugar en La Casa de las Ideas. Su principal característica ha sido el cambio de equipos creativos consolidados, lo que se supone podrá traernos nuevos puntos de vista e ideas frescas en las colecciones de siempre. Obviamente no todos los cambios tienen cabida en dicha definición, algunas nuevas colecciones tan solo han servido para el lucimiento de un artista concreto y el disfrute de sus admiradores, como Frank Cho y su Salvaje Lobezno, que sitúa al mutante de las garras en la Tierra Salvaje por enésima vez pero haciendo que este luzca como hacía mucho que no lo veíamos. En el lado contrario tenemos a Bendis, que pasa a ocuparse del cosmos mutante en su mayoría y de la parte cósmica de la editorial, dejando el destino de los Vengadores en las capaces manos de Hickman o Remender.
En lo que toca al Dios del Trueno, el guionista Jason Aaron, uno de los más importantes en la editorial en estos momentos y uno de los pocos que ha mantenido una colección tras el evento como si no pasara nada, Lobezno y los X-Men, se hace cargo de sus aventuras, contando para la primera gran saga con el personal dibujo de Esad Ribic y que a priori tiene una pinta espectacular. Sin embargo, el relanzamiento de la editorial tiene una segunda característica que ha pasado bastante desapercibida pero que no carece de importancia: antes de realizar los drásticos cambios se ha permitido a los autores finiquitar la mayoría de historias y tramas que venían desarrollando en sus colecciones hasta la fecha. Y de eso trata Arde todo, un crossover entre las dos colecciones ligadas al Dios del Trueno: El poderoso Thor y Viaje al misterio, aunque ésta última venga protagonizada por la versión infantil de Loki. Ésta ha sido escrita por Kieron Gillen, que junto con su labor en La Imposible Patrulla-X le ha valido varias series de renombre en el relanzamiento, entre ellas Iron Man y Jóvenes Vengadores, donde seguirá explorando el futuro del Dios de la Mentira y hermanastro de Thor.
En cuanto a El poderoso Thor, esta etapa ha estado comandada por Matt Fraction y por desgracia no ha sido de mi agrado, si descontamos el gran nivel del dibujo en la mayoría de sus páginas, con los españoles Pascual Ferry y Pepe Larraz o una saga a cargo del francés Olivier Coipel. Yo me esperaba algo más en la línea de los especiales que realizó el propio guionista unos meses antes y que tenían un tono más alejado de la ciencia-ficción y más próximo a la realidad de las leyendas vikingas: Las edades del trueno. Al final no fue así y el colofón final ha venido con un cruce en colecciones que ha resultado algo confuso y con un estupendo dibujante que no necesita presentación como es Alan Davis.
De ese modo Davis, junto a su inseparable Mark Farmer y el color de Javier Rodríguez, se encarga de los números comprendidos entre The Mighty Thor #18 USA y el #21, siendo el último número de Fraction el #22, a modo de epílogo y dibujado por Barry Kitson. Los números de Journey Into Mystery han sido del #642 al #644, dejando de nuevo un epílogo en el siguiente episodio a cargo de otro autor, Stephanie Hans, que venía sustituir al dibujante titular Carmine di Giandomenico. De esta manera el apartado gráfico de la serie se encuentra a un alto nivel pese a la diferencia de estilos, dejando en peor lugar a la historia que no es que sea mala, ni mucho menos, sino que incurre en un error cada vez más frecuente en el cómic norteamericano actual: se trata de un colofón a una serie de tramas y subtramas que Gillen ha ido orquestando en su propia serie y al mismo tiempo se encuentra situada en un momento muy novedoso y particular en la historia de Thor, habiendo desaparecido Asgard y siendo sustituido por Asgardia, una federación donde se reúnen los Nueves Reinos. Las Tres Diosas Madre, con Freyja a la cabeza, han sustituido en el trono a su marido Odín, que se ha autoexiliado como principal consecuencia del final del decepcionante evento Miedo encarnado. Con esto quiero decir que los guionistas son en muchos momentos incapaces de situar al lector ocasional en un punto de partida decente para entender todos los planes y tejemanejes urdidos alrededor de los protagonistas. He echado mucho en falta un recurso añejo en el cómic de superhéroes, cuando podías abrir cualquier tebeo y en unas pocas viñetas te contaban todo lo necesario para continuar la historia desde ese momento.
Por desgracia no es el caso y en muchos momentos he perdido el hilo de la narración, si bien en una relectura la cosa ha quedado más clara, una vez finalizada la saga en su totalidad, que comienza con una nueva amenaza desconocida: a lo largo y ancho de los Nueve Mundos, incluido el propio Árbol del Mundo, han aparecido fuegos imposibles de apagar y capaces de quemar a los propios dioses. Esto despierta una antigua y cruenta guerra entre Vanaheim y Asgard, que se saldó con el matrimonio entre el Padre y la Madre de Todos muchos años antes. Pero Surtur, una vez más, ha manipulado al pueblo elfo, dotándolo de un poderoso ejército que usa el fuego Engel, creado por los Dioses de Manchester, que tienen su lugar de residencia en Otromundo, en el subconsciente compartido de Britania.
Como he comentado anteriormente, demasiados conceptos para hacer la historia atrayente de por sí a un neófito en el asunto, ya que no carece de continuas escenas de acción, planes dentro de planes, consecuencias de anteriores acciones realizadas por Loki, etc, quedando todo algo atropellado y confuso. Aun así tiene momentos muy interesantes: el hecho de que la actual regente de Asgardia pertenezca a la raza de aquellos que se revelan fuerza su encarcelamiento, dejando a Loki en una situación de lo más comprometida y forzando a su hermanastro a enfrentarse a sus semejantes en su defensa. Pocas veces hemos visto a Thor luchando contra los Tres Guerreros o a Volstagg como regente.
En su conclusión quedan muchos cabos atados para la llegada del nuevo guionista. Ha resultado ser un fin de fiesta entretenido que habría ganado de contar con la labor de Davis a los lápices en su totalidad, pero el británico ya tenía un puesto asegurado en Marvel Now! y nunca se ha caracterizado por su rapidez. Además de lo ya comentado anteriormente sobre los guionistas. Arde todo es una saga que se disfrutará más con su lectura de seguido y con futuras relecturas y que Panini ha publicado de manera muy acertada en tres grapas triples con todos los capítulos, incluidos los respectivos epílogos.