Druuna: Creatura, de Paolo Eleuteri Serpieri
Hace ya 5 años tomé la decisión de darle un espacio a los cómics europeos, en parte porque echaba de menos las historias que leía, hace tanto tiempo, en las páginas de desaparecidos títulos antológicos como Zona 84, Cimoc, Totem y Creepy, y en parte, cómo no, por desmentir la noción de que en este blog sólo se habla de cómics estadounidenses. Así que hace 4 años, en el 2016, reseñé por fin Morbus Gravis, la primera saga de Druuna, del genial maestro italiano, Paolo Eleuteri Serpieri.
Luego de Morbus Gravis (1985) y Delta (1987), Serpieri publicó Druuna: Creatura en 1990. Por aquellos años, todavía existía la revista Zona 84, y fue en sus páginas en donde apareció esta historia traducida al español. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió en la época en la que apareció Morbus Gravis, para 1990 Zona 84 estaba haciendo todo lo posible para mantenerse a flote, y en apenas 2 años terminaría por sucumbir a la crisis editorial española. Como consecuencia, en Lima siempre fue extremadamente difícil encontrar ejemplares de 1984 y de la primera etapa de Zona 84, no obstante, los últimos 30 o 40 números llegaron a la capital peruana en grandes cantidades y a precios de saldo. Por ese motivo, mi lectura de Morbus Gravis había quedado fragmentado ya que solamente tenía algunos capítulos sueltos, mientras que con Creatura sí llegué a leer casi todo.
En todo caso, en años recientes, la editorial Lo Scarabeo ha tenido a bien reeditar todo Druuna en lujosos volúmenes de tapa dura. La edición está muy bien, salvo alguna que otra página que parece escaneada de Zona 84 en vez de haber sido reproducida del original, aunque hay un notable descuido en la traducción de los textos y, sobre todo, en la corrección de estilo (un problema que jamás ocurrió en la época de Zona 84). A pesar de estos desperfectos, para mí ha sido un gran placer sentarme a leer o releer en la butaca de casa la saga de Druuna. Releí Creatura cuando estuve en Lima en agosto de 2019, así que como podéis ver me he demorado un poco con este post.
Como señala Luis Bolaños de la Cruz en uno de sus BitImágenes publicados en Velero 25, “al poco tiempo de iniciar su singladura cósmico-erótica”, Druuna “por lo menos al inicio entregaba más de lo que cualquier coleccionista hubiese creído posible: un guión fuertemente entroncado con las aventuras galácticas” en el que siempre prevalecían “las rotundas y voluptuosas formas, frecuentemente despojadas de ropaje (el cual desaparecía por cualquier circunstancia) de Druuna”. Precisamente ese aspecto de la aventura intergaláctica es el que prima en Creatura, relato que empieza en una nave espacial comandada por Will, un hombre angustiado al que cada vez le cuesta más mantenerse despierto mientras tiene sexo con su atractiva amante.
Hasta este punto, las historias de Druuna se habían centrado solamente en ella y ocasionalmente en su bienamado Schastar, por lo tanto sorprende gratamente la introducción de nuevos personajes: Will, el capitán, su amante, obsesionada con mantener contacto carnal con los seres que habitan en los niveles inferiores de la nave, el doctor / psicólogo de la tripulación, que no es sino el alter ego del propio Serpieri, etc. Will aterrizará en un extraño planetoide, dirigido por sus sueños y pesadillas, y es allí en donde encontrará a la hermosa Druuna, y la rescatará de horrores indecibles, aunque en el proceso Druuna se verá obligada a satisfacer sexualmente a una legión entera de aguerridos hombres.