X-Force: Sexo y violencia
Sexo y Violencia, un titulito la mar de provocador, pero ¿qué quieren? No es mío. Se trata de uno de los inventos de eso que llaman (cof, cof) La Casa de las Ideas. Y yo, que estoy encantado con aquello en lo que se han convertido los cómics de superhéroes , me enfrento a X Force Sexo y Violencia dispuesto a olvidarme de mis prejuicios y a encontrarme con al menos una historia disfrutable que, aunque no llegue al nivel de The Ultimates, tal vez se acerque a El Viejo Logan. Post insultón a partir de aquí, aviso. Fans de Kick-Ass, aficionados que se tomen a los chicos del pijama en serio y otras especies con la piel sensible, mejor dejen de leer ahora.
Las cosas han cambiado de lo lindo desde el Comics Code y los días en que no se podía ni insinuar cositas feas en un tebeo, pero, de todos modos, a saber qué se entiende en Marvel por sexo y violencia. Por mucho que se pongan, aunque esa editorial tampoco sea el colmo del atrevimiento, les aseguro que entre esto y The Boys hay un término medio. En X Force Sexo y Violencia, dos de sus estrellas, Dominó y Wolverine, se ponen a mil destripando malotes que los persiguen con una excusa la mar de boba, y tienen que calmar sus ardores dándose unos bocaditos. Y para eso han hecho falta dos guionistas habituales de la casa. Hay cortecitos, labios partidos y muchos tacos escritos así: “#@%*”. Jo, qué durillos son estos de Marvel. También hay un montón de situaciones disparatadas y personajes con perpetua cara de vinagre y disfraces molones que en la calle darían mucha risa. En especial los diálogos del tramo final, con la negociación entre los tipos raros pero chachis y los más raros y encima chungos dan grima para hartar. Para rematar la faena, el montón de referencias al universo Marvel no favorecen que el lector que llegue de fuera y al que todo esto le traiga al pairo (levanto el dedito) entre en la historia.
Lo mejor es el dibujo de Gabriele Dell’Otto, quien lleva ya tiempo colaborando con la editorial norteamericana con su muy impactante estilo pictórico. Jo, si hasta retrata a Hugh Jackman, qué tío. En fin, que el título es llamativo de narices, pero no ofrece nada de lo que promete. Ni hay violencia ni, mucho menos, sexo. Ni siquiera es divertido. Sólo es un reparto de tortas en plan thriller rompetaquillas. Así son los americanos, mes amis, se dejan impresionar por esto y luego entran a bocajarro pegando tiros en un McDonald’s. Ya lo saben, si son de los convencidos y quieren tener un momento machote, X Force Sexo y Violencia es su cómic. Perdón, novela gráfica. Wooow, mira hasta dónde han ido ahora mis mutantes favoritos. Supuestamente destinado a un público adulto, hay que ser muy crío para que te guste esto. No offence, kids.
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