I am Legion, de Fabien Nury y John Cassaday
John Cassaday me obligó a comprar el Astonishing X-Men de Joss Whedon. Yo fui uno esos fans escépticos que no prestaron atención al título hasta que, un día, ojeando las primeras páginas de Astonishing X-Men # 7 simplemente me enamoré del arte. La secuencia, el planeamiento, el encuadro, todo.
Desde ese día en adelante compro cualquier título con el nombre de Cassaday (una lástima que no dibuje ninguna colección mensual desde hace un tiempo). Por eso, decidí comprar “I am Legion”, escrito por Fabien Nury, serie publicada originalmente en tres álbumes por Les Humanoïdes Associés. En esta ocasión, el arte de Cassaday brilla más que nunca, la energía pura que emana de sus páginas es abrumadora. Y por eso me encanta.
El arte secuencial puede ser complicado. Un cómic book no es solamente una recopilación de lindas imágenes. Debe haber una narrativa, una cierta estructura. Un artista puede triunfar o fracasar a causa de los arreglos de una viñeta, o por el dinamismo que podría imbuir en una cierta escena. He dibujado y entintado un buen número de páginas para Gray Haven Comics, y eso me ha enseñado una o cosa o dos sobre el noveno arte. Por lo tanto, entiendo cada iniciativa gráfica de Cassaday. Cómo resuelve el movimiento de sus personajes, el estado anímico, las expresiones sutiles, la necesidad por el detalle cuando hace falta o la limpieza cuando la escena lo amerita; todo siempre está en perfecta armonía. Además, Cassaday siempre se las arregla para participar en proyectos interesantes.
Ambientada en la Segunda Guerra Mundial, “I am Legion” es una historia de conspiraciones, espionaje, secretos y horror sobrenatural. Nury hace un gran trabajo al combinar múltiples líneas narrativas y unirlas en una sola dirección.
Primero está el Consejo Británico integrado por Winston Churchill y un grupo de detectives / investigadores que son contratados para averiguar qué le sucedió a un acaudalado sujeto… todo sería un trabajo de rutina si no fuera porque encuentran a este hombre asesinado y sin una sola gota de sangre en el cuerpo.
Quien está detrás de todo esto es Vlad Tepes (personaje histórico que inspiraría a Bram Stoker para su Drácula), un “strigoi”, una palabra que en rumano significa demonio y vampiro. Pero este no es el vampiro clásico con fobia a las cruces y al ajo. Se trata de una criatura completamente diferente, capaz de poseer otros cuerpos mediante la sangre y controlar cualquier voluntad humana o animal a larga distancia.
Paralelamente, un comando de soldados viaja en dirección a un pueblo rumano donde vive Ana, una niña que alberga en su interior al segundo strigoi. A diferencia de Vlad Tepes, este segundo strigoi no recuerda su pasado y no tiene tanta experiencia en usar sus poderes. A pesar de ello, Ana accede a ser parte del programa Legión, donde oficiales y científicos nazis pretenden aprovechar su habilidad de controlar cuerpos.
El escritor utiliza otras figuras históricas como el Almirante Canaris, responsable de los varios (y fallidos) atentados contra Hitler. Fabien Nury y John Cassaday crean una extraordinaria saga de épicas proporciones, en donde dos criaturas sobrenaturales se enfrentan mientras que los humanos se encuentran divididos y dispersos en el caos de la más importante guerra. Inolvidable.
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