Herakles, de Edouard Cour
Heracles está solo frente a su presa, sereno. La salida hacia un combate no tiene ninguna duda, ni para él ni para nosotros. Sin embargo, este pequeño gato al que silba no es otro que el León de Nemea, con reputación de invencible, primero de los doce trabajos que le impone su madrasta Hera, la esposa de Zeus.
En BD, la mitología griega no es muy corriente, incluso si el personaje de Heracles ya había sido utilizado (“La Gloria de Hera“, “Socrate le demi-chien“…) y es asombroso constatar que las adaptaciones de un acontecimiento mitológico tan conocido como los doce trabajos no corren por las calles. Para su primer BD, E.Cour se enfrenta a un gran tema y nos ofrece un álbum de calidad. Un álbum que no hay que dejar pasar, una verdadera joya.
Todo comienza poniéndonos a tono enseguida: primera página, primera diferencia y primera agudeza de Heracles, un héroe imponente y regordete que llama a este león terrible “el gato”. Ofreciéndonos un momento de descanso, este héroe y por extensión, este álbum, no puede tomarse muy en serio…
De la historia original quedan los doce trabajos confiados por Euristeo (bajo la influencia de Hera) afín de que Heracles llegue a ser perdonado por haber masacrado a su familia. Pero para el cumplimiento de estos doce trabajos invencibles, E.Cour incluye una gran dosis de humor muy particular. Puesto que la mayoría de nosotros conoce la historia, este es su medio para aportar un poco de originalidad.
Mucho humor, sutileza y finura que resurgen en la lectura de sus diálogos, haciendolo muy característico y una marca suplementaria de la calidad de este álbum. De hecho, hojeando algunas páginas, se pasa mal al imaginar que vamos a encontrarnos con una historia como esta. Porque de primeras, y en grandes líneas, este Heracles es un verdadero oso de las cuevas, brutal, que siembra la muerte alrededor de él y que se baña en la sangre de víctimas.
De estas páginas surge una gran violencia acentuada por el notable dinamismo del trazo del autor. Algunas masacres gratuitas, algunos pesados resbalones consecuencia de las acciones pasadas del personaje, algunas preguntas acerca de la influencia de los dioses en el destino de los hombres … Sin embargo, el humor se mantiene incluso si el resto da más profundidad al álbum.
En lo concerniente a los doce trabajos, el autor se toma algunas libertades, entre las que se encuentran, entre otros, El león de Nemea, La hidra de Lerna o incluso el jabalí de Erimanto. He aquí una idea extraña que, personalmente, despierta mi curiosidad y me dan ganas de leer el próximo volumen. Este primer tomo, no sufre ningún tiempo muerto, ciertos trabajos son finalizados a los pocos minutos, mientras que otros más largos ofrecen gran cantidad de momentos memorables, como el abastecimiento durante la caza de la cierva que dura cerca de un año entero. Una delicia.
Profundidad, dinamismo y una fina dosis de brutalidad, un verdadero placer de leer!. Suficiente para el primer álbum, ¿no?.
Autor: C….
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