Civil War (y II), de Mark Millar y Steve McNiven

Portada Civil War 4La naturaleza de los superhéroes se apoya sobre cimientos muy específicos. Un superhéroe es un hombre o una mujer que hace lo correcto sin pedir ningún tipo de recompensa a cambio. Un superhéroe es a menudo una persona solitaria (y la mayoría de las veces soltero/a…) que se enfoca en objetivos altruistas. Así que, obviamente, la idea de reclutar a los superhéroes para que sigan las órdenes del gobierno es muy inusual y, sin embargo, rica en posibilidades narrativas.

Nos agrada ver a los superhéroes dándole una paliza a los villanos. Sin embargo, cuando los superhéroes luchan entre sí nuestra perspectiva cambia. Y de una manera u otra, manifestamos nuestra preferencia por un personaje en vez de otro, basando nuestras decisiones únicamente en nuestros instintos y sentimientos, y no necesariamente en el pensamiento racional. Cuando Civil War salió a la venta, cientos de fans se quejaron de Tony Stark, quien había usurpado el papel del ‘malo’. Sin embargo, creo que Mark Millar logró mantener un cierto equilibrio. Si yo tuviera que contestar a la pregunta que se hizo tan popular gracias a esta saga, “¿de qué lado estás?”, habría tenido dificultades para dar con una respuesta. Tanto Captain America y Iron Man creen que hacen lo correcto, de hecho, están seguros de eso. Y la convicción de ambos era tan fuerte que los lectores debatieron acaloradamente en los foros en línea, defendiendo el punto de vista de los protagonistas de esta guerra civil.

A medida que la batalla entre los héroes continúa, las cosas se salen de control. Para algunos fans, las maquiavélicas acciones de Iron Man fueron difíciles de aceptar. La réplica cibernética de Thor y la prisión de superhéroes ubicada en la zona negativa fueron planes bastante siniestros, pero tienen sentido si recordamos que Stark es un alcohólico en recuperación, determinado a mantener todo bajo control, sin importar el costo.

Portada Civil War 5Un momento crucial en Civil War # 4 (publicado originalmente en octubre del 2006) es la muerte de Bill Foster (también conocido como Goliath) a manos del Thor robótico. Esta fue una astuta idea de parte del escritor escocés, porque cuando es un androide quien mata a uno de los hombres de Captain America la responsabilidad se hace difusa; la consecuencia sigue siendo impactante, pero ninguno de los héroes que apoya a Iron Man puede ser acusado de asesinato. Y sin embargo, Iron Man empieza a perder apoyo. Spider-Man se da cuenta de que ha cometido un error. E incluso los Cuatro Fantásticos, la primera familia de superhéroes de Marvel, comienza a desmoronarse. Reed Richards (Mr. Fantastic) sólo presta atención a su laboratorio y a sus cálculos, Ben Grimm decide tomar una postura neutral y busca refugio en Europa, y, por último, Johnny Storm y su hermana Susan Storm se unen a la resistencia.

Antes de abandonar a su marido, Susan Storm le escribe una carta. Es una despedida desgarradora, íntima, llena de pasión y totalmente fiel a la esencia de la Mujer Invisible: “Estoy tan avergonzada de ti en este momento, y avergonzada de mí misma por apoyar tus planes fascistas. Odio en lo que me he convertido, y es por eso que me uniré al equipo de los Vengadores Secretos del Capi […] Estoy haciendo esto por la mejor de las razones y rezo para que tu genio pueda resolver esto antes de que un lado termine masacrando al otro”. Esta separación es de vital importancia si tenemos en cuenta que los Fantastic Four son la base del Universo Marvel, y si ellos ya no pueden estar unidos, eso es un mal presagio. Mientras tanto S.H.I.E.L.D. despliega un equipo de villanos para cazar a Spider-Man. Un agotado Peter Parker es derrotado, pero por suerte Punisher le salva la vida.

Portada Civil War 6Reed Richards comienza a tener dudas sobre este conflicto súper-humano, y Millar lo retrata como un personaje vulnerable y frágil con el que nos podemos identificar fácilmente. Incluso Yellow Jacket (Hank Pym), siente remordimiento. Sin embargo, han pasado demasiadas cosas, y al estar acostumbrados a ganar todas las batallas con sus puños, los héroes de ambos lados simplemente no saben cómo detener el combate. Una de mis secuencias favoritas tiene lugar en media página, cuando Uatu, The Watcher, está hablando con Doctor Strange, el hechicero supremo. “Con tu gran poder, podrías poner fin a esta contienda con un gesto o un susurro”, afirma Uatu; y Stephen Strange responde: “Precisamente por eso debo mantenerme por encima de la refriega. No hay bien o mal en este debate. Es simplemente una cuestión de perspectiva, y no es mi derecho influir en la evolución del rol del superhombre”. Doctor Strange ha estado ayunando y meditando durante semanas, mientras que sus amigos y colegas se atacan entre sí.

En la batalla final, Captain America vence a Iron Man, pero es incapaz de asestarle el golpe final. Tras darse cuenta de la cantidad de destrucción que la guerra ha causado, Captain America suelta su escudo indestructible y se rinde. Una amnistía es ofrecida a los héroes rebeldes, y Iron Man es designado como director de S.H.I.E.L.D. por el presidente Bush. Y comienza la Iniciativa de los 50 Estados.

Las portadas de Steve McNiven son muy expresivas y llenas de vida y movimiento. El arte de McNiven es una elegante combinación de trazos fluidos, composición dinámica e imágenes altamente detalladas. Recuerdo que cuando leí por primera vez Civil War no estaba familiarizado con McNiven, pero de forma inmediata me convertí en uno de sus admiradores. Él tenía algo especial, era capaz de combinar la luz y la oscuridad de una manera que encajaba muy apropiadamente en esta historia moralmente ambigua. El sufrimiento de los personajes se hizo realidad gracias a sus lápices, y con las tintas de Dexter Vines, John Dell y Tim Townsend todo se ve aún más espectacular.
Portada Civil War 7
La propuesta de Mark Millar fue exitosa porque él llegó tan lejos como pudo llegar en esta guerra civil
, convirtiéndola en una confrontación ideológica compleja, una metáfora política y una crítica a las leyes de la vida real como el Acta Patriota, que el presidente Bush firmó. En obras previas, Millar había condenado, a veces sutilmente y otras veces en voz alta, al gobierno de Bush. Y no estaba solo. Muchos estadounidenses estaban preocupados por la pérdida de las libertades civiles. Esta no es la primera serie de cómics que refleja problemas reales, así como los trastornos sociales de la época, y sin duda no será la última.

Expliqué, al principio, cómo en el 2006 abandoné a DC y me uní a las filas de Marvel. Al igual que los protagonistas de Civil War, yo también me vi obligado a elegir una posición. Todas las órdenes de los editores eran obedecidas ciegamente en DC Comics, ellos ya no asumían riesgos, mientras que en Marvel estaban dispuestos a ser más rompedores, haciendo un evento que desafiaba las expectativas de sus lectores. Obviamente, hice lo que habría hecho el Capitán América. Me uní a la resistencia; y permanecí como un fan leal (hasta que Disney compró Marvel pero, claro está, eso es una historia para otra ocasión).

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Civil War (I), de Mark Millar y Steve McNiven