[Crítica] Batman: ¿Qué le sucedió al cruzado enmascarado?, de Neil Gaiman y Andy Kubert

Batman What ever happened to caped crusader - 00“Whatever Happened to the Man of Tomorrow?” es el título de una historia en dos partes escrita por Alan Moore que ponía fin a la Edad de Plata y, en consecuencia, a la continuidad pre-Crisis original de Superman. No es fácil llegar a las raíces de uno de los héroes más fundamentales de DC, sintetizar la historia entera del Hombre de Acero, los personajes secundarios, los íconos bien conocidos de medio siglo de cómics del personaje. Y lograr todo esto en tan sólo un par de ejemplares es mucho más difícil. Desde luego, Moore lo consigue espléndidamente.

Así, muchos años después, otro gran escritor británico decidió hacer básicamente lo mismo; esta vez con Batman, un personaje fascinante y extremadamente popular. Tal como sucedió con Moore, la historia es sobre momentos finales. Por tanto, tiene mucho sentido que la escena inicial de “Whatever Happened to the Caped Crusader?” de Neil Gaiman sea un funeral, el funeral del Señor de la Noche.

El 2009 Batman murió. Por supuesto, como sucede con las muertes de los súper héroes, estaba cantado que el protector de Gotham regresaría a la vida. Todos sabían que no se quedaría enterrado por mucho tiempo, y tal vez por eso cada vez es más difícil tomarse en serio la muerte de un personaje conocido. Algo que me recuerda el título de un cuento de Stephen King “A veces ellos regresan”, obviamente, él no hablaba sobre DC o Marvel, de otro modo lo hubiese titulado “Ellos siempre regresan”.

Batman What ever happened to caped crusader - 00Sólo los mejores escritores, en cualquier medio, pueden contar las historias más cortas e impactar y conmover a la audiencia. Cuentos, cortometrajes o cómics breves pueden ser vistos como un ejemplo de eficiencia narrativa. Si los escritores británicos son consistentemente brillantes es porque antes de relatos de largo aliento perfeccionaron primero la brevedad en las páginas de 2000AD o publicaciones similares. Allí se podía ver a Neil Gaiman escribiendo una historia única y muy original en dos páginas, o a Alan Moore desplegando una imaginación envidiable tan sólo en una página. Grant Morrison, Peter Milligan, John Wagner, Alan Grant y muchos otros tenían solamente 6 o 7 páginas para escribir una historia completa; sin olvidar los tres principios aristotélicos de excelencia literaria ni la ‘unidad de efecto’ de Edgar Allan Poe. Esta no es una hazaña fácil, y lo digo como alguien que ha experimentado el límite de dos páginas mientras escribía cómics para Gray Haven. Hoy en día, la gente de la industria del cómic parece capaz de producir sólo arcos argumentales de 6 capítulos (132 páginas); todo lo que hace falta ahora es un par de ideas y un buen artista capaz de hacer una página doble de pura ilustración y cero texto, o una página completa con el héroe mudo en una pose heroica y listo. Algunas de mis historias favoritas de Batman no llegan a los seis números: Batman Año Uno de Miller (4 ejemplares), Batman: Mask de Brian Talbot (2 ejemplares), La Broma Asesina de Alan Moore (un número especial), Arkham Asylum de Grant Morrison (un número especial).

Batman What ever happened to caped crusader - 02Darle espacio suficiente a una historia para desarrollarla es esencial, pero esta generación de escritores ha llevado esto al extremo. Nada ocurre en sus páginas, y si les quitamos a los artistas famosos la mayoría de los títulos se verían sumamente pobres. O en palabras de Bilbo Baggins en “El Señor de los Anillos” de J.R.R. Tolkien: se siente como algo “disperso, como mantequilla untada sobre demasiado pan”. Esa es la sensación que tengo que tengo con la mayoría de cómics actuales. Tal vez exagero, tal vez no.

De vez en cuando, menos mal, algo me reconcilia con las dos grandes editoriales. “Whatever Happened to the Caped Crusader?” es simplemente la mejor historia de Batman de la década. Si alguien encuentra alguna mejor publicada entre el 2001 y el 2010, por favor que me avise, quedaré agradecido. ¿Pero qué es tan genial sobre este funeral?

Para empezar, Gaiman es conciente de lo intrascendente que es la muerte de uno de los íconos de ficción más conocidos del mundo. Por eso juega fuera de los límites de la continuidad de DC y crea un relato muy personal, nostálgico, tierno, triste, divertido y reflexivo que no le debe nada a la línea editorial de la compañía y sí mucho a la naturaleza de la creación de Bob Kane. Este es el Batman de Neil pero es también un homenaje a todos los grandes creadores que ayudaron a darle vida al Señor de la Noche.

Batman What ever happened to caped crusader - 03En las primeras páginas vemos a una Selina Kyle AKA Catwoman, presentada como una femme fatale del cine negro de los 40. Se ve sofisticada y hermosa. Mientras estaciona su ‘caticar’ (a falta de un mejor término) un sujeto le ofrece cuidárselo. Esto marca el inicio de una secuencia hilarante en la que además de ella, también vemos a dos de los más famosos villanos: Dos Caras que, desde luego, lanza una moneda para decidir si mata al sujeto o le permite cuidar su auto; y el Joker, el más loco y peligroso criminal de Gotham, por supuesto, capaz también de generosas propinas dependiendo de su humor.

Poco a poco, héroes y villanos se encuentran, y entran en un local aparentemente ordinario y decadente para asistir al funeral de Batman. Somos confrontados con la naturaleza escindida de Catwoman, que cumple con el rol de heroína y villana para capturar la atención del Caballero Oscuro.

Batman What ever happened to caped crusader - 04Pero la más fascinante y sorprendente confesión viene de Alfred Pennyworth, el leal mayordomo de la familia Wayne. “Él se alejaba de mí, del mundo” explica Alfred. Bruce Wayne es, de hecho, un enmascarado improvisado que fracasa en sus misiones nocturnas. La lealtad de Alfred va más allá de todo lo imaginable, e inventa un método para mantener a su amo bajo control y darle la satisfacción que tanto anhela.

Alfred convence a sus amigos, todos actores, para que se disfracen excéntricamente y lleven a cabo crímenes de la más absoluta extravagancia: así es como nacen the Riddler, the Penguin, the Scarecrow y muchos más. ¿No es irónico que los villanos que los lectores consideramos como parte normal de la vida de Batman no son aquí más que actores de vodevil? Al socavar la verosimilitud de los más clásicos y absurdos villanos, Gaiman los recrea y los hace más reales de lo que uno podría esperar.

Pero el momento de genialidad llega luego, cuando Alfred admite que “el amo Bruce necesitaba un Moby Dick para su Ahab, un Moriarty para su Holmes. Y por lo tanto, con arrepentimiento, hice lo que necesitaba hacerse”. El único hombre de confianza de la mansión Wayne se convierte en ese némesis urgentemente necesitado: The Joker. Las disparatadas peleas entre el Caballero de la Noche y el Príncipe del Crimen pasan a ser una actividad habitual. Hasta que Bruce Wayne descubre quién es el Joker. Cuando la voz del narrador de las primeras páginas llega a la conclusión de que algo falta en el relato de Alfred, advierte otra presencia, una mujer que imagina como a la personificación de la muerte. Cualquiera que haya leído Sandman de Neil Gaiman detectará fácilmente las referencias a la hermana de Sueño, Muerte.

Batman What ever happened to caped crusader - 05¿Cómo murió Batman? Eso es irrelevante. Lo único que importa es que diferenciemos entre lo que Jacques Lacan solía llamar la muerte real y la muerte simbólica. El sepulcro es el primer símbolo en torno al cual la humanidad se reorganiza. Los animales viven y mueren anónimamente, por así decirlo. Para los humanos, la unidad y lo irreemplazable deben ser protegidos y recordados a través del lenguaje, a través de la inscripción de palabras en una lápida, es por eso que hablamos de los muertos, es por eso que erigimos monumentos y cementerios, creando así lo que Lacan llamaba la “segunda muerte” que pertenece al orden de lo simbólico. Cuando la gente recuerda quiénes éramos, así como nuestros actos, continuamos existiendo en lo Simbólico incluso cuando hayamos muerto en lo Real. Por lo tanto, Batman no está verdaderamente muerto mientras que sus amigos y enemigos continúen recordándolo. Una obra maestra en sólo dos números, realmente no hay excusa para perdérselos.

El arte de Andy Kubert merece un análisis aparte. Muchos lectores recordarán sus páginas de X-Men en los 90, cuando todavía buscaba su propio estilo; afortunadamente para nosotros, mejoró. Y mucho. Y este es simplemente el mejor trabajo de su carrera. Hay tanto pensamiento en cada página, tanto planeamiento y amor por los detalles que uno se enamora de sus líneas. Gaiman tenía muchas exigencias en su guión, ya que había planeado recrear versiones específicas de los personajes clásicos de Batman. Así, Kubert tuvo que recrear los estilos artísticos de docenas de creadores legendarios. La página que muestra a Batman en el ataúd en tres viñetas es un buen ejemplo: primero tenemos al Batman de Frank Miller de The Dark Knight Returns; y luego la magnífica interpretación vampírica de Kelley Jones (vista por primera vez en Batman Versus Dracula); por supuesto también tenemos el espectacular diseño del primer traje de Azrael, creación del ex editor en jefe de Marvel Comics, Joe Quesada. Las viñetas del Joker son un claro guiño al genial trabajo de Brian Bolland en La Broma Asesina (en otras escenas veremos la influencia de Bruce Timm). La penúltima página que he colocado muestra escenas cruciales: Año Uno, con arte de David Mazzucchelli; el origen de Man-Bat, arte de Jim Aparo; Knightfall, o más exactamente el momento en el que Bane le rompe la columna vertebral a Batman; Arkham Asylum, arte de Dave McKean; y en el centro Batman besando a Talia, la hija de Rah’s Al Ghul, reproduciendo el estilo de uno de los más populares artistas de Batman: Neal Adams. Y Andy Kubert hace un trabajo tan brillante que podemos reconocer de inmediato a los artistas que lo han inspirado. ¡Excelente!

Batman What ever happened to caped crusader - 00Batman: ¿Qué le sucedió al cruzado enmascarado?
Edición original: Batman: Whatever Happened to the Caped Crusader? USA
Fecha de edición: diciembre de 2009
Guión: Neil Gaiman
Dibujo: Andy Kubert
Editorial Planeta
Formato: Libro cartoné, 88 págs., color.
Precio: 9,95€