American Gods: Sombras # 6-9 (de 9), de Neil Gaiman, Craig Russell y Hampton
Pasado el ecuador de la adaptación al comic de la novela “American Gods” de Neil Gaiman, que publica Planeta Comic en España, en este sexto número vamos conociendo algunas respuestas. Tras los sucesos del tiovivo de La Casa de la Roca ocurridos en el número anterior, sabremos lo que vió Sombra durante ese tiempo montado en la atracción. Descubre que sus acompañantes, Wednesday, Czernobog y el señor Nancy son dioses, quienes se reunen con otras deidades en una casa. Antes de comenzar la reunión, el señor Nancy cuenta una historia sobre un tigre y sus atributos. Wednesday los ha citado allí para decirles que la gente ha olvidado a los dioses, desde que llegaron a América traídos por los hombres se han visto sustituidos por los avances tecnológicos, como móviles, internet, tarjetas de crédito, y algunos de ellos no ven un peligro real. Finaliza la reunión sin llegar a un acuerdo, y de pronto se ven en la sala del tiovivo, preguntándose Sombra si ha sido real todo. Wednesday los invita a cenar, y en el viaje en coche le acompañan tres de ellos para llevarlos a un restaurante. Una vez en el aparcamiento lo secuestran dos hombres de negro, Madera y Piedra, que parecen ser secretas. Le interrogan sobre Wednesday, sin recibir respuestas y propinándole un paliza. Una vez a solas se duerme Sombra, recibiendo la visita de su esposa fallecida, Laura, que le ayuda a escapar ya que ha matado a sus captores. Una vez en el exterior, Laura le dice que quierer volver a estar viva, y sombra debe ayudarla a conseguirlo, pero debe marcharse de allí lo más lejos posible.
Nos acercamos al final de la miniserie y Neil Gaiman nos ofrece algunas respuestas, ya que sabemos que Wednesday y sus amigos son dioses, revelando sus auténticas identidades, con Sombra envuelto en un viaje que no sabe si es realidad o ficción. El dibujo de Scott Hampton es vivo y nos muestra escenas surrealistas, casi lisérgicas, plasmando el viaje de Sombra en el tiovivo mediante viñetas de ángulos distintos, eclipsando con su trazo los bocetos de P. Craig Russell. Las escenas de los dioses, pintadas con pinceladas fuertes marcan la diferencia con lo que Sombra vive en el tiovivo y su vuelta a la realidad, con un dibujo más definido.
American Gods: Sombras # 7
Llegamos a la séptima entrega de “American Gods: Sombras” publicado por Planeta Comic en España, con el número de American Gods: Shadows # 7 USA. Después del secuestro de Sombra por parte de dos hombres de negro, interrogado en un vagón de tren y la posterior liberación por su esposa Laura, nuestro amigo sigue el curso de un riachuelo donde se encontrará con un cuervo. Este mensajero de Wednesady le dice que vaya hasta Kay-Ro y encuentre a Chacal, llegando a un pueblo donde alquilará un automóvil y emprenderá un viaje de 800 kilometros hasta su destino. Cansado, decide aparcar y dormir un rato, soñando con el dios con cabeza de búfalo, quien le avisara de que se avecina una tormenta. Unos golpes en la ventanilla lo despiertan, resultando ser una autoestopista llamada Sam, con la que entabla conversación, contando historias sobre dioses. Cuando deja a Sam en su casa, Sombra se aloja en un motel, donde comienza a ver la tele en la que se emite “Te quiero, Lucy”, cuando de repente Lucy le habla a Sombra donde ésta se descubre como uno de los dioses tecnológicos, haciéndole una oferta para trabajar con ellos. Al dia siguiente emprende camino siguiendo el curso del Misisipi, para llegar hasta Cairo, donde encuentra a una niña a la que hace un truco de magia con su dólar de plata. Se le acerca un perro que le habla, sorprendiendo a la niña, y un extraño personaje vestido de negro que le conducirá hasta Chacal.
Neil Gaiman presenta un número bastante tranquilo, en el que Sombra encuentra a más personajes en su nuevo viaje, en especial destacamos a Sam, con sus conversaciones sobre dioses. Esta parte es la más alegre de la historia, después de un tono oscuro en el anterior número y el principio de este. Un tono que Scott Hampton refleja muy bien con su dibujo oscuro, pasando a ser más luminoso en las escenas con Sam. Además intercala las escenas de los dioses con otro estilo, como pintado solamente, igual que la aparición de Lucille Ball en la televisión como uno de los dioses, reflejando en blanco y negro su show televisivo, ofreciendo un tono inquietante.
American Gods: Sombras # 8
Nos acercamos al final de “American Gods: Sombras” con este octavo número publicado por Planeta en nuestro país, que contiene el American Gods: Shadows #9 USA. Al final del número anterior, dejamos a Sombra llegando a Cairo, donde le esperaba un tipo vestido de negro que le acompaña a la funeraria de Chacal. El hombre de negro, Ibis, le habla durante la cena de cuando llegaron a América hace doscientos años, procedentes del antiguo Egipto. Allí montaron el negocio de la funeraria, ya que eran embalsamadores, y le ofrece a Sombra trabajar con ellos. Cuando Ibis le presenta a Chacal lo hace como señor Jacquel, realizando una autopsia a una joven asesinada por su novio a causa de los celos. Jacquel es ayudante del forense y realiza su trabajo con la joven recogiendo muestras de sus órganos para analizarlas. Después, se dirigen a la casa donde toman unas cervezas y le hablan de los dioses que quedan por allí, ellos dos y una gata, tras abandonarles Set y Horus. Sombra sube a su habitación para afeitarse, seguido por la gata, mientras alguien entra en la habitación y le deja ropa limpia. Al bajar se encuentra con Jacquel, quien le pregunta si ha conducido alguna vez un coche fúnebre, ya que será ese su cometido.
Neil Gaiman sigue descubriéndonos antiguos dioses durante el viaje de Sombra, en esta ocasión le toca a los dioses egipcios, Tot (Ibis), Anubis (Chacal), y la que podría ser Bastet la diosa gata, en un número bastante relajado. La escena de la autopsia es perturbadora, pero el dibujo de Scott Hampton lo hace más suave utilizando un trazo estilizado y colores claros, que contrasta con los tonos oscuros del principio.
La historia de complemento “Desembarco en América”, tiene como protagonista a Salim, emigrado a Nueva York que trabaja vendiendo baratijas de cobre de la empresa de su cuñado, pero no consigue vender el género. Un día de lluvia toma un taxi en el que conocerá a su conductor, un tipo extraño con el que entablará conversación ya que es paisano suyo. Pero Salim descubre algo inquietante en el conductor, cuando ve sus ojos resplandecientes.
Esta historia ocupa la mitad del comic, en la que Gaiman presta atención a la mitología árabe, donde nos habla de jinn e ifrits (genios), y las dificultades de un emigrante árabe para sobrevivir en Estados Unidos. El dibujo corre a cargo de Glenn Fabry y Adam Brown, con el estilo reconocible y detallado del autor británico.
American Gods: Sombras # 9
Finaliza el primer arco argumental de “American Gods: Sombras” en este número 9 que publica Planeta en España, conteniendo American Gods: Shadows #9 USA. Sombra sigue trabajando en la funeraria de Ibis y Jacquel como vimos en el número anterior, en esta ocasión recoge a una anciana fallecida en su domicilio, Lila Goodchild, trasladándola a la funeraria. A pesar de indicarle Jacquel que utilice una tabla para subirla a la mesa de embalsamar, Sombra la coge con sus brazos, cuidadosamente. Recuerda cuando era un niño, viajando con su madre que trabajaba en el servicio diplomático en varios paises, y sus compañeros de colegio le pegaban hasta que a los trece años creció. Durante la cena, Sombra le da los restos de pollo a la gata, subiendo a su dormitorio a continuación con la gata siguiéndole y acostándose a los pies de la cama. Durante la noche tiene un sueño en el que hace el amor a una chica, en la cama, en su celda y en un puente, y al despertar ve unos arañazos en su espalda, por lo que no ha sido del todo un sueño. Aún de madrugada sale de casa, por la noche había caido una tormeta de nieve y bajo de un puente ve a una figura familiar, se trata de Sweeney el loco, el leprechaun, que le reclama la moneda de oro que le dio cuando lo conoció en el bar de carretera con Wednesday. Sombra le dice que ya no la tiene y Sweeney comenta que si no la recupera, está perdido. También le dice que Wednesday le hizo que se peleara con él para ver cómo reaccionaba Sombra, y el leprechaun le aconseja que no confie en Wednesday. Luego le pide veinte dolares para marcharse de la ciudad, y Sombra se los entrega. En el funeral de Lila Goodchild, un par de días antes de Navidad, Sombra recibe un encargo para recoger un cadáver que ha descubierto la Policía. Cuando llega al lugar, ve que se trata de Sweeney, congelado y agarrado a una botella de whisky. En el trayecto a la funeraria Sweeney le habla, pidiéndole un velatorio etílico, lo que hace tras la cena brindando junto a Ibis y Jacquel. Ibis saca un cuaderno en el que se encuentra un resumen de la vida de Sweeney, un leprechaun irlandés que llegó a América en un barco junto a una muchacha de Bantry. El espíritu de Sweeney aparece, reclamando la moneda y diciéndole a Sombra si recuerda el truco para hacerla aparecer. Por la mañana, Sombra se levanta resacoso y encuentra a Wednesday en la funeraria, que ha pasado a recogerle y continuar su camino.
En este número con el que se cierra el primer arco argumental, Gaiman juega de nuevo con los sueños y la realidad, además de narrar la infancia de Sombra y la historia de Sweeney el loco en un relato triste. El dibujo realista de Scott Hampton y el uso de colores pálidos le da un tono espectral a la historia, conservando su belleza aún en la escena en grises del sueño, de aire sensual.
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