Acerca de los “grupúsculos inmovilistas” de Julián Clemente
Como cada primer jueves de mes, en el de la semana pasada cumplí con el rito de pasar por mi tienda especializada para adquirir las novedades mensuales, charlar con los congregados en dicho “antro” y pasar un buen rato debatiendo en torno a la afición que compartimos, la pasión por el comic-book. Lo malo de enero es que, antes de poder lanzarme a leer como un poseso todas las novedades adquiridas, tengo que ir alternando el tiempo de lectura con el material “acumulado” que los Reyes Magos han sido tan magnánimos de dejarme, por lo que hay ciertas revistas de las que tuve que postergar su lectura y disfrute hasta hoy.
Dentro de las novedades no podía faltar la revista MARVEL AGE que publica Panini desde hace más de un año, donde nos cuentan y avanzan todo lo que está por venir, incluyendo entre sus artículos entrevistas a los autores que se van a hacer cargo de (o están desarrollando) las tramas de nuestros personajes preferidos (se echa en falta algo similar por parte de la editora de “la competencia”, ECC COMICS).
Lo cierto es que hasta hoy no he leído el contenido de dicha revista, encontrándome, para mi sorpresa, un artículo (¿editorial?) en la primera página (se llama “Dentro del Bullpen”), firmado por Julián Clemente, director de la misma, al que todos conocemos de sobra por su labor de investigación y sus artículos en torno al Universo Marvel. Y digo sorpresa, porque me han chocado enormemente ciertos comentarios de dicho autor en el citado artículo.
El texto en sí habla sobre las nuevas colecciones de nuevos personajes que Marvel está lanzando al mercado sobre personajes “étnicos”, con más o menos aceptación (y, más adelante, documentaré este “más o menos”), y que Panini está publicando en español.
De esta forma, Julián Clemente comenta que Marvel ha iniciado un “viaje sobre territorio no cartografiado” con los nuevos autores y los nuevos personajes, tales como Miles Morales (Spider-man Ultimate), Kamala Khan (la nueva Ms. Marvel), Amadeus Cho (el nuevo Hulk), Laura Kinney (la nueva Lobezno, Lobezna en español aunque en inglés siga conservando el nombre de su sucesor, Wolverine), Jane Foster (la nueva Thor), Sam Wilson (el enésimo Capitán América), Carol Danvers (la nueva Capitana Marvel), Lunella Lafayette (la nueva jinete del Dinosaurio Diabólico, obra de Kirby) o Riri Williams (la nueva Iron Man… o Iron Woman).
Hasta aquí, todo se puede considerar normal, sobre todo suponiendo que la revista debe de tener, como objetivo prioritario, incentivar las ventas de las colecciones que Panini pone a la venta (aunque lo de territorio no cartografiado referido a nuevos autores me parece cuando menos simpático, ya que Marvel lleva toda su historia dando paso a autores de los que no se sabía nada anteriormente a su ingreso en la editorial, y arriesgando con productos nuevos, viniéndome a la memoria el Nuevo Universo de Star Brand, por ejemplo). No hay que olvidar tampoco que la revista es gratuita, por lo que es un esfuerzo que la editorial realiza y que hay que agradecer, pero que la gratuidad lleva implicita un objetivo potencial de motivar el interés en los lectores, para así aumentar las ventas.
Volviendo al artículo, Julián Clemente hace hincapié en la idea de que la diversidad cultural y de minorías está más presente que nunca en los cómics de Marvel, idea que es bastante acertada, innovadora e interesante, aunque no hay que olvidar que Marvel no lo hace por solidaridad o por llamar la atención sobre esos grupos, sino por abarcar más círculos de lectores potenciales, porque, no nos olvidemos, Marvel es, antes que nada, una empresa.
La falta de tacto y (creo) que de visión comercial, por su parte (como elemento visible de Panini), viene más adelante, cuando teoriza sobre los lectores.
En primer lugar, comenta que “Entre los lectores veteranos, LA INMENSA MAYORÍA reacciona con interés y excitación, porque, hoy más que nunca no sabemos lo que ocurrirá en el siguiente número”, para después apostillar que “existen GRUPÚSCULOS INMOVILISTAS que se sienten atacados con estos cambios, y en ciertas ocasiones manifiestan su oposición con lamentables comportamientos impropios de aficionados al cómics, y que encierran discursos xenófobos, machistas y clasistas.”
Además, hay un comentario posterior en el que tilda de descerebrados aquellos a los que no les gustan estos cambios. Y, de forma más subliminal, el chiste que aparece al pie del artículo (realizado por Juan Carlos Bonache, un autor que me suele divertir bastante con sus tiras cómicas, por lo conseguidas que están) parece ahondar en la idea de que en series “jóvenes” no entran “vejestorios“, marcando de forma humorística la división realizada por Clemente en el texto del artículo.
No voy a defender aquí ninguna reacción que sea manifestada en tono despectivo, hiriente o maleducado por nadie, en ningún aspecto de nuestra vida o sociedad. Pero la idea que destila el comentario de Clemente es que los veteranos “güais” van a comprar estas series nuevas, por el simple hecho de que estén escritas y/o dibujadas por autores de otras etnias o grupos culturales/religiosos, mientras que los que se oponen a comprarlos son xenófobos encubiertos, machistas ocultos y clasistas anónimos.
Y, llegados a este punto, me gustaría explicar un punto de vista que quizás no haya tenido en cuenta Julián Clemente, y que recoge el sentir de bastantes lectores (no voy a hablar de mayorías, y menos inmensas) y a aportar algunos datos.
Nos parece estupendo (y voy a hablar por boca de muchos amigos míos aficionados al medio y por la mía propia) que salgan nuevas series y nuevos personajes, si, con ello, se consigue que nuevos lectores se acerquen a las tiendas dispuestos a consumir cómics y ayudar a que la industria siga adelante, para goce y disfrute de todos los aficionados. ¿Que los nuevos personajes son musulmanes, homosexuales, latinos, afroamericanos o gitanos? No creo que haya mucha gente que se oponga a esto (sobre todo, cuando es tan fácil cómo que cada uno compre lo que le guste).
¿Donde radica el problema y la queja? Pues simple y llanamente en que, la editorial, por el motivo de mantener ciertos derechos sobre nombres de personajes, los transformen de forma irreconocible para el lector QUE HA ESTADO UNA VIDA ENTERA APORTANDO SU GRANITO DE ARENA PARA LEER AVENTURAS DE SU PERSONAJE PREFERIDO. Para algunos lectores, es importante poder seguir leyendo y reconociendo al personaje cuando compra el cómic, porque el personaje supone algo más que un entretenimiento, ya que, durante muchos años, se ha establecido un vínculo con el ente de ficción que hace que lo sientas como algo tuyo, como si de un hermano o amigo íntimo se tratase. No se critica a Kamala Khan por el hecho de ser musulmana (cosa que sería intransgencia religiosa), se critica que Ms. MARVEL no sea CAROL DANVERS (el personaje para el que se creó dicho nombre), o que al comprar un cómics de SPIDER-MAN no veamos en sus páginas a Peter Parker, sino a un chaval latino y afroamericano llamado Miles Morales.
¿Son buenas historias las que se están haciendo con los personajes? Ahí entran los gustos de cada uno, y, quien le guste su lectura la comprará (yo, personalmente, sigo a ambos personajes, ya que me parecen bastante frescas sus temáticas y aportan un elenco de secundarios muy rico, a la vez que unas interacciones inteligentes). ¿Es esto óbice para INSULTAR a los que no les gusten los cambios? Creo que no, sobre todo, cuando los lectores veteranos que se quejan de estos cambios SON LOS MISMOS CLIENTES QUE GASTAN UNA CANTIDAD DE EUROS CONSIDERABLE EN LAS MÁS DE MIL REEDICIONES DE MATERIAL ANTIGUO QUE EDITA LA PROPIA PANINI. El hecho de tildar de xenófobos, machistas, clasistas, descerebrados y vejestorios a aquellos clientes que comportan un porcentaje importante de las ventas globales de Panini me parece, además de un comentario de poco gusto y educación, de una falta de visión comercial absoluta. Porque, no nos equivoquemos ¿Quien es más rentable para la editorial: el cliente que va a comprar el “Campeones” (2.50€/1.95€ al mes), posible nuevo lector que llega nuevo (asunto a estudiar) o el que se queja de él, no lo compra, pero se lleva un MARVEL HEROES o un MARVEL GOLD TAPA DURA cada mes (45€ en esa compra, más lo que “pique” del resto de colecciones)? Y, otro dato ¿cuánto va a durar el nuevo lector comprando las nuevas colecciones?¿Treinta años, como el que se queja de las mismas, pero compra todo el material reeditado que puede?.
Otro dato es la aceptación o no de tales cambios. No es un hecho ajeno al conocimiento del fan de los comic-books que los cambios radicales en personajes no han acarreado buenos horizontes en sus colecciones, teniendo que volver la editorial a los orígenes previos al cambio, y aquí podríamos hablar de cómo hubo que “resucitar” a Oliver Queen y a Harold Jordan porque sus sustitutos como Green Arrow o Green Lantern no terminaron de cuajar entre los lectores, o traer de nuevo al Peter Parker “clon” (que resultó ser el verdadero) ó, más recientemente, matar al Superman de los Nuevos 52 para traer nuevamente al que reinició Byrne. Las ventas mandan, y… ¿qué dicen las ventas de los nuevos personajes pertenecientes a las minorías de Marvel?. Retomo aquí el más o menos prometido al inicio del artículo, para mostrar la evolución de las ventas en U.S.A. de los nuevos personajes bajo nombres y cabeceras históricas desde su “relanzamiento” hasta mayo 2016 (no hay más remedio que referirse a cifras americanas, ya que las españolas siguen siendo “el secreto de la pirámide” de las editoriales):
Ms. Marvel (Kamala Khan)
v.1 nº2 = 38.357 (Puesto 42) marzo 2014
v.1 nº3 = 37.140 (55) abril 2014
v.1 nº4 = 34.839 (59) mayo 2014
v.1 nº5 = 33.795 (61) junio 2014
v.1 nº6 = 36.041 (86) julio 2014
v.1 nº7 = 32.866 (66) agosto 2014
v.1 nº8 = 32.182 (93) septiembre 2014
v.1 nº9 = 32.915 (91) octubre 2014
v.1 nº10 = 30.282 (80) diciembre 2014
v.1 nº11 = 29.851 (69) y nº12 = 29.054 (75) febrero 2015
v.1 nº13 = 32.425 (59) marzo 2015
v.1 nº14 = 32.058 (92) abril 2015
v.1 nº15 = 32.185 (64) mayo 2015
v.1 nº16 = 32.855 (81) junio 2015
v.1 nº17 = 31.567 (62) agosto 2015
v.1 nº18 = 33.761 (50) septiembre 2015
v.1 nº19 = 31.408 (73) octubre 2015
v.2 nº1 = 79.222 (18) noviembre 2015
v.2 nº2 = 46.610 (48) diciembre 2015
v.2 nº3 = 32.364 (59) enero 2016
v.2 nº4 = 30.916 (59) febrero 2016
v.2 nº5 = 31.817 (60) marzo 2016
v.2 nº6 = 29.863 (64) abril 2016
v.2 nº7 = 29.840 (59) mayo 2016
All-new All-different Avengers (Vengadores con los personajes étnicos y jóvenes)
nº2 = 67.154 (23) diciembre 2015
nº3 = 57.584 (18) y nº4 = 57.114 (19) enero 2016
nº5 = 51.740 (20) y nº6 = 48.022 (25) febrero 2016
nº7 = 52.631 (22) marzo 2016
nº8 = 51.925 (30) abril 2016
nº9 = 52.296 (21) mayo 2016
Spider-man (Miles Morales fuera del Universo Ultimate)
nº2 = 60.627 (16) marzo 2016
nº3 = 59.789 (20) abril 2016
nº4 = 49.167 (28) mayo 2016
Moon Girl & Devil Dinosaur (Lunella Lafayette)
nº2 = 21.715 (125) diciembre 2015
nº3 = 18.424 (125) enero 2016
nº4 = 14.941 (138) febrero 2016
nº5 = 14.771 (130) marzo 2016
nº6 = 12.253 (168) abril 2016
nº7 = 12.879 (153) mayo 2016
Nova (Sam Alexander)
v.1 nº2 = 46.725 (40) marzo 2013
v.1 nº3 = 40.548 (51) abril 2013
v.1 nº4 = 38.151 (57) mayo 2013
v.1 nº5 = 36.545 (60) junio 2013
v.1 nº6 = 34.234 (60) julio 2013
v.1 nº7 = 31.937 (63) agosto 2013
v.1 nº8 = 37.767 (55) septiembre 2013
v.1 nº9 = 32.323 (82) octubre 2013
v.1 nº10 = 32.716 (64) noviembre 2013
v.1 nº11 = 27.982 (68) diciembre 2013
v.1 nº12 = 25.043 (86) enero 2014
v.1 nº13 NOW = 26.147 (79) febrero 2014
v.1 nº14 = 23.459 (97) y v.1 nº15 = 22.996 (98) marzo 2014
v.1 nº16 = 22.020 (112) abril 2014
v.1 nº17 = 21.652 (111) mayo 2014
v.1 nº18 = 25.875 (85) junio 2014
v.1 nº19 = 24.580 (120) julio 2014
v.1 nº20 = 24.377 (94) y especial nº1 = 26.743 (83) agosto 2014
v.1 nº21 = 22.338 (113) septiembre 2014
v.1 nº22 = 22.485 (127) octubre 2014
v.1 nº23 = 21.706 (105) y nº24 = 21.575 (106) noviembre 2014
v.1 nº25 = 21.805 (116) diciembre 2014
v.1 nº26 = 19.639 (112) enero 2015
v.1 nº27 = 19.168 (113) febrero 2015
v.1 nº28 = 29.175 (75) y annual 1 = 18.776 (120) marzo 2015
v.1 nº29 = 18.228 (161) y nº30 = 18.635 (159) abril 2015
v.1 nº31 = 18.129 (128) mayo 2015
v.2 nº1 = 45.536 (47) noviembre 2015
v.2 nº2 = 27.120 (101) diciembre 2015
v.2 nº3 = 23.464 (94) enero 2016
v.2 nº4 = 18.187 (120) febrero 2016
v.2 nº5 = 16.886 (118) marzo 2016
v.2 nº6 = 15.795 (136) abril 2016
v.2 nº7 = 15.377 (137) mayo 2016
(datos extraídos de www.comichron.com)
Según estos datos, los lectores americanos son xenófobos y machistas para Nova y Moon Girl, pero no lo son tanto para Kamala y muy poco para Miles Morales (y nada xenófobos para la colección de los Vengadores donde aparecen Ms. Marvel, Spider-man y Nova). ¿Sería cierta mi aseveración? Posiblemente no. Lo que ocurre es que los títulos más legendarios (Vengadores o Spider-man) tienen más tirón de ventas, ya que algunos de esos lectores VEJESTORIOS siguen apoyando las colecciones (contra viento y marea), mientras que productos menos “históricos” como Nova o Moon Girl no tienen el tirón nostálgico de los otros títulos referidos.
¿Es legítima, pues, la queja sobre los cambios editoriales?. Creo que tan legítima como la defensa de ellos, pero, ni es ético ampararse en cuentas anónimas de redes sociales para insultar sin escrúpulo y ejercer conductas incívicas (que es, en definitiva, la actitud que UNOS POCOS han ejercido, motivando el artículo de Clemente), ni tampoco es ético ni profesional englobar a los que eleven sus quejas ante estos personajes o cabeceras “transformados” en el mismo saco que a los pocos energúmenos, incluyéndolos en el saco de la xenofobia, el machismo y el clasismo (término mal empleado, a mi modo de ver), y mucho menos desde una plataforma en la que, se supone, hemos de leer avances y artículos que nos motiven a comprar, y no reprimendas y etiquetados velados, estableciendo dos “clases” de lectores (ahora creo que viene más a cuento lo del clasismo): aquel que no se queja y alaba todo lo que venga (el lector “güai” y “moderno”) frente al que eleva la queja ante la manipulación de lo que considera SU personaje (y no sin razón, por lo mucho invertido durante años en él), pero sigue comprando (y a base de bien) el resto del catálogo, pero al que se le cuelga el “sambenito” de VEJESTORIO o se le denómina GRUPÚSCULO INMOVILISTA.
¿Es necesario para que alguien hoy día se enamore del Quijote tener que adaptarlo, convirtiéndolo en un chaval quinceañero, que pierde la razón por culpa de los videojuegos? Es evidente que no, y lleva cinco siglos encandilando a sus lectores. Entonces, ¿Por qué ese empeño en modificar personajes que ya son iconos populares por derecho propio?
¿Caben nuevos personajes en los cómics que representen a esos grupos étnicos y religiosos como muestra de nuestra sociedad cosmopolita y global? POR SUPUESTO QUE SÍ. Pero no a costa de transformar a los personajes de siempre en los que NO SON.
Creo que, como clientes fieles, estamos en el derecho de quejarnos de aquello que no nos gusta en las publicaciones que seguimos, sin que nos acusen o insulten personas que parecen poseer la VERDAD y la RAZÓN absolutas hasta el punto de permitirse el lujo de clasificar a su clientela y maltratarla. Así mismo, creo que todo aquel que pierde las normas de civismo y educación para mostrar una insatisfacción o un desacuerdo con oopiniones o decisiones, es un elemento que tendría que ser reacondicionado para que aprenda a vivir en sociedad (y algún que otro de estos han escrito a este blog, acordándose de mis familiares vivos y muertos, por no estar de acuerdo con mis escritos), pero no por ello se puede “etiquetar” a los que compartan opinión con el que no sabe o no quiere expresarla con educación.