No hay siguiente
Ya sabrán ustedes que cuando en las convenciones ponen consolas para que la gene juege se suele montar unas filas increíbles y el siguiente en jugar siempre atosiga a quien está en ése momento jugando para que le deje el turno libre y poder jugar.
Pues, inexplicablemente, ésta muchacha estuvo jugando sin parar toda la tarde. Eso sí, se formo un corro enorme de muchachos detrás de ella, aunque ninguno le dijo que se quitara…