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Spiderman: One moment in time, ¿que pasó el día de la boda?

Spiderman: One moment in timeEste próximo mes de mayo podremos leer en el tomo de Spiderman de Panini la pantomima de Joe. No le bastó molestar a varias generaciones de lectores de Spiderman cuando dio el Mefistazo (la desgraciadamente famosa saga “One more day”), sino que sigue echando sal en la herida. En una noticia en la página web de Marvel, el articulista Jim Beard nos contaba hace un año:

Joe Quesada y Rivera Paolo revelan los impactantes secretos detrás de lo que sucedió el día de la boda de Peter Parker

Este mes de julio, Marvel Comics revela orgullosamente la más sorprendente historia de la vida de Spider-Man “One Moment in Time”. Escrita por nada menos que el editor en jefe Joe Quesada y con el arte de Paolo Rivera, “One Moment in Time”, explica finalmente la verdad detrás del día de la boda cancelada de Peter Parker y Mary Jane. Todo será revelado en el Amazing Spider-Man # 637-640, con cada número a gran tamaño para contar la historia al completo.

“Es una bomba” dice Quesada. “Prometí a los fans que las respuestas llegarían. Y no lo he hecho antes porque necesitaba encontrar tiempo libre para poder organizar la historia. Lo he tenido en mi interior durante mucho tiempo en realidad. Una de las cosas de Brand New Day fue que dejó muchas preguntas sin respuesta. Decidí esperar para hacerlo bien y encontrar el hueco donde encajar esta historia en la nueva continuidad, este nuevo mundo de Spider-Man. “

“La historia comienza en el presente, y luego nos lleva a dar vueltas desde los primeros días de Spider-Man hasta las preguntas sin respuesta de Brand New Day.”Quesada también explica que el título de la historia tiene un peso considerable dentro de la narración, pero no puede revelar más sin estropear las sorpresas por delante.”

One moment in time (como la canción de Whitney Houston) es un nuevo despropósito del ex-editor de Marvel para explicar lo inexplicable. Ahora, que más o menos ya nos estábamos habituando a historias mínimamente entretenidas, en las que no hacía falta pensar en la posible vida con Mary Jane (yo que ya veía a Peter estableciendo una relación divertida y estable con su compañera de piso), vino Joe y removió la historia.

Y ojo, que según sus propias palabras, más de un concepto se va a tocar, ya que revisará la historia de Peter “desde sus primeros años como Spiderman hasta Brand New Day”. Creo que la culpa es de las ventas que no terminan de despegar para el que fue en su día el barco insignia de Marvel.

Salvando la excepción del Amazing 583 (número de la serie que más ventas suscitó en el pasado 2009, por encima del Blackest Night 1, y que subió sus ventas por encima del medio millón de ejemplares, gracias a la tontería de ser el debut de Barack Obama) y del 600 (125.800 ejemplares por aquello del número conmemorativo), la cabecera principal del trepamuros navegaba entre los puestos 12 y 17 del ranking de ventas (60 o 70.000 números vendidos). (datos extraídos de www.comichron.com)

Las resurrecciones de Steve Rogers y Barry Allen, la muerte de Bruce Wayne y la macrosaga “La noche más oscura” terminaron por desbancar de los diez cómics más vendidos a Spidey. Y al bueno de Joe sólo se le ocurrió remover el Mefistazo.

Lo peor de todo es que habrá que ver hasta donde llega el reseteo de los orígenes, con esto de volver a mirar los primeros años. Todo esto podría estar motivado por los fans que siguen reclamando a Mary Jane como la única novia/esposa que puede tener Peter, y parte de culpa la tiene la trilogía arácnida de Sam Raimi, en la que la pelirroja era el amor de Spidey, por encima de Gwen Stacy (Spiderman 3), ya que los millones de espectadores que pasaron por taquilla, no ven relación entre el cómic que leen y la película que vieron. Todos ellos reconocen y añoran a la que DEBIERA SER la compañera del trepamuros.

No obstante, me temo lo peor, y que las consecuencias de tan desorbitado despropósito lo paguemos los lectores de toda la vida, los que aún compramos los cómics, esos 120.000 frikis que cada mes se dejan la pasta en el quiosco, en pos de caprichos editoriales o de reestructuraciones económicas.