Flash Gordon, el icono de la ciencia ficción comiquera
En el año 1900 el dibujante Clare Victor “Dwig” Dwiggins retrataba la vida del mad doctor Professor Gesla en las tiras de prensa publicadas en el Philadelphia Inquirer, comenzaba el siglo XX y aquel científico podría ser considerado el primer ejemplo de la ciencia ficción en una tira de cómic. 29 años después, en plena crisis económica americana, Dick Calkins presentaba a un tal Buck Rogers, una nueva apuesta por el cómic espacial pero alejado del tono humorístico. Fue el pionero en cuanto a aventuras de exploración espacial en un medio como las tiras de prensa, pero su tosco dibujo no acababa de convencer. Fue entonces cuando en 1934 el ilustrador y dibujante Alex Raymond propuso la creación de una especie de superhéroe que surcaría los cielos más allá de nuestro mundo en busca de grandes aventuras, y el 7 de enero de 1934 nació Flash Gordon.
La inspiración (algunos lo llaman homenaje) de Raymond en su predecedor Dick Calkins es más que palpable. El guión, que corría a cargo de Don Moore (un editor de revistas pulp de la época), nos cuenta al más puro estilo Space Opera como el famoso jugador de fútbol americano Flash Gordon, junto a su novia, son atacados por un meteorito en pleno vuelo. Obligados a salvarse mediante un paracaídas acaban aterrizando en el laboratorio del terrible científico Hans Zarkov , quien planea lanzar un cohete contra el meteorito para que este explote en la Tierra. Zarkov obliga a subir al cohete a Flash y a su amiga, y estos acaban llegando al planeta Mongo, gobernado por el villano Ming. Este es solo en comienzo de un sinfin de aventuras que encierran tramas como el plan de Ming para hacerse con la Tierra o la exploración de otros planetas cercanos a Mongo.
Odiado por estudiosos que lo tachan de barroco y que hablan de su obra como un “ballet” de dibujos, es indudable que el protagonismo de Alex Raymond en el mundo del cómic es esencial, con una influencia que va más allá del medio original llegando a protagonizar seriales y películas en torno la icónica figura del valiente Flash y alcanzadando fama mundial más allá de sus fronteras. Pero la IIGM trastocó la evolución del personaje que quedaba en manos de Austin Briggs cuando el autor original fue llamado a filas para defender a su país. Alex Raymond ya no volvería a dibujar a su personaje más famoso que ahora había girado sus historias hacia la ciencia ficción menos aventurera y más sesuda pero, pero tras volver a la vida civil desarrollaría otro de sus éxitos:Rip Kirby, perteneciente género policíaco.
En pleno éxito de su carrera un fatal accidente de tráfico acababa con su vida en el año 1956. Su obra, hoy en día un clásico, ha sido imitada hasta la saciedad y de hecho la propia DC cómics “resucitó” al personaje en 1998 convirtiéndole en un jugador de baloncesto enamorado de una reportera en un Mongo que ya no era una amenaza para la Tierra.
Podéis leer la primera historia de Flash Gordon en archive.org
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