[Crítica] Marvel Zombies #5: La bella, el pato y el robot, Fred Van Lente y Kano
Marvel Zombies nº 05: La bella, el pato y el robot (Col. 100% Marvel)
Edición original: Marvel Zombies 5 1-4 USA
Guión: Fred Van Lente
Dibujo: Kano
Tinta: Tom Palmer
Color: Val Staples
Panini Comics
Formato: Libro cartoné, 120 págs. a color.
Precio: 11 euros
En mi humilde opinión creo que esto de los Marvel Zombies ya huele, y no precisamente por el aroma putrefacto de sus protagonistas. Lo que empezó como una (bastante genial) ida de olla de Mark Millar dentro de la colección de Ultimate 4F, y que tuvo una digna continuación por parte de la dupla Kirkman/Phillips, ya muestra síntomas de alargamiento innecesario y de una exagerada sobreexplotación supina. Supongo que me sigo comprando estos tomos que siguen saliendo bajo el epígrafe de Marvel Zombies movido por un completismo radical que roza lo enfermizo, pero creo que cualquier persona coherente inmune a ese mal no se dejará camelar cada vez que sale a la venta alguno de estos tomos que recogen miniseries relacionadas con los zombies putrefactos de Marvel.
Y es que personalmente creo que este tomo que salió a la venta el mes pasado es el más flojito de todos (con diferencia). Fijaos lo poco que me ha encandilado que lo leí cuando lo compré hace varias semanas y hasta casi un mes después no me ha dado por hacer la reseña, movido principalmente por el hecho de que hoy no tengo nada mejor sobre lo que escribir.
Comentando un poco lo que nos vamos encontrar en él, hay que decir que se profundiza en la idea que ya se pudo ver en uno de los tomos anteriores, donde pudimos presenciar al Hombre Máquina como héroe del día que salvaba la papeleta por el hecho de contribuir a evitar la expansión de esa plaga zombie en el Universo Marvel tradicional que todos conocemos (Tierra 616). En esta ocasión la division A.R.M.O.R. de Shield le encomendará de nuevo a nuestro protagonista (a través de la figura de Morbius) la misión de viajar por el multiverso con el fin de recoger diversas muestras y variantes de la cepa del virus zombie con las que poder crear una cura definitiva.
Pero nuestro héroe no estará sólo en esta empresa tan arriesgada, ya que contará con la inestimable ayuda de Howard el Pato (personaje que da la sensación que no sabían dónde meterlo y lo han puesto aquí de paquete), y la de una atractiva moza a la que conocerán en uno de esos saltos dimensionales y que se les acoplará como nueva recluta para el grupo. Quizás lo mejor del tomo es la variedad de dimensiones que visitarán nuestros protagonistas tratando de recoger cepas diferentes del virus, pues merece la pena decir que acabarán metidos en escenarios tan variopintos tales como el Oeste, la Edad Media, una especie de futuro ciber-punk, o la dimension de Killraven y su peculiar guerra de los mundos. Como nota peculiar hay que comentar también el hecho de los nombres tan oportunos para denominar a esas diversas cepas del virus zombie que van buscando, a las que denominarán con calificativos tan variopintos como Raimi, Romero o Jackson).
Sin embargo, la forma en la que se desarrollan las andanzas de nuestros protagonistas en esos diferentes planos dimensionales no llegan a enganchar en ningún momento, dando como resultado un cómic totalmente olvidable tras acabar de leerlo. Quizás la mejor parte es la que acontece en la última de esas dimensiones que visitan, y en la que curiosamente el protagonismo de la historia no recae en los tres personajes principales, sin en un pobre friki infectado por el virus. Será este pobre muchacho quien llevará todo el peso de la historia con unas magníficas reflexiones “frikiles” ante la peliaguda situación en la que se encuentra. Sin embargo, en mi humilde opinión esta última parte bastante decentita no justifica la compra del tomo entero. Así que lo recomiendo sólo para completistas que tengan todo lo anterior publicado hasta la fecha, porque al resto de lectores ajenos al mundillo de los Marvel Zombies les parecerá un poco pufo.