[Crítica] Green Lantern, la película
Green Lantern es uno de esos personajes de la compañía DC que ha luchado toda su vida por adaptarse a los tiempos que corren en cada momento.
Originalmente, el personaje que participaba de este nombre era ALAN SCOTT, un ingeniero que encuentra una extraña lámpara (La Linterna Verde, la cual posee el poder de la Llama Verde), de la cual forjaría él mismo un anillo de poder que le conferiría diferentes poderes. El único elemento contra el cual el poder del anillo era nulo era con las cosas hechas de madera. Este primer “Green Lantern” nació en julio de 1940 en la revista “All-American Comics #16″ (siendo sus creadores Bill Finger y Martin Nodell), y sus aventuras se publicaron hasta 1951, época de declive del género superheróico en favor de las historias de terror, ciencia ficción y western.
Pero a finales de los cincuenta, el renacimiento de FLASH arrastró a otros personajes con superpoderes. Fue entonces cuando John Broome y Gil Kane deciden aprovechar el nombre del superhéroe, pero cambiando todo lo demás (octubre de 1959). De manera que Green Lantern renace como Hal Jordan, un piloto de aviones de prueba que encuentra a un alienígena moribundo, el cual le da un anillo de poder, y una batería, para que le sustituya en su misión de vigilar el sector del espacio donde se encuentra la Tierra (sector 2814).
A pesar de que varios otros personajes han portado el anillo (Guy Gardner, John Stewart y Kyle Rayner), es Hal quien caló en profundamente en la memoria de los lectores (en parte, gracias al trabajo que realizaron en los setenta Dennis O’Neil y Neil Adams), hasta el punto de que, tras haber muerto a finales de los noventa, Geoff Jones decidiese recuperarlo y resucitarlo, creando la mejor etapa del personaje en toda su historia.
Y es esta etapa la que influye y determina el devenir del film.
La película comienza con una introducción (voz en off inclusive) que sitúa al espectador en el origen de OA, los Guardianes y los Green Lanterns Corps, para luego mostrarnos la lucha entre ABIN SUR y Parallax, la cual tendrá como resultado la muerte del alienígena y la llegada del anillo a las manos del imprudente, osado y anárquico HAL JORDAN. Las tramas se van desenvolviendo de forma natural, con un ritmo de acción trepidante alternado con momentos de profundización en las motivaciones de cada personaje (CAROL FENRIS y HECTOR HAMMOND) y con una caracterización magistral de SINESTRO, personaje que brilla con luz propia en el film y al que el director ha logrado dotar de un áurea de líder y de respeto muy bien conseguida.
La evolución de cada personaje, así como haber librado a la serie de los ridículos tabúes editoriales que la lastraban y castraban antes de Geoff Jones (esa absurda imposibilidad de luchar contra lo amarillo y lo absurdo de ocultar la identidad de Jordan con el pequeño antifaz) hacen que el film sea un fiel reflejo de uno de los mejores cómics del momento y del siglo XXI.
La personalidad de Jordan es cautivadora, a la vez que emotiva. Se debate entre un mar de inseguridades y temeridades que hacen de él un héroe atípico. La determinación de saber vencer los miedos personales a través del valor y la fuerza de voluntad llevan al espectador a un estado de euforia que se fusionan al final del metraje con las del protagonista, que llega a la clara convicción de ser un verdadero Green Lantern y merecedor del anillo.
Muy bien conseguida, también, la evolución emocional de Hector Hammond, el cual se deja arrastrar por su frustración hasta las manos de Parallax, para convertirse en el monstruo que todos conocemos del cómic, pero de una forma bastante creíble y sin caer en lo grotesco.
La relación de amor entre Carol y Hal es el tema más previsible de la película, pero aún así, deja perlas tan interesantes como el primer encuentro entre Green Lantern y ella (“¿De verdad crees que ese antifaz me impediría reconocer tus pómulos?”).
Y luego está SINESTRO. Si buena es la interpretación que del personaje hace el actor MARK STRONG (el Lord Blackwood del film ”Sherlock Holmes” de 2009), mejor es la adaptación que se ha realizado para el guión de la película. Es majestuoso, con grandes dotes de líder, un orador eficaz y casi una figura religiosa, pero a la vez es prepotente y radical. Todo un logro poder retratar tan bien a un personaje que tanta importancia tiene y tendrá en el universo de los Green Lanterns. Y todo ésto, sin que nos parezca ridículo un tipo de piel rosa con bigote.
Para finalizar mi crítica, comentar el gran acierto de la adaptación de los uniformes, así como la gran caracterización de los personajes alienígenas, ya sea el nombrado Abin Sur, como TOMAR-RE o KILOWOG, así como los paisajes de Oa. Fantástico el departamento de efectos especiales.
Tan sólo un aviso a los que les suele quemar el asiento en las salas de cine: Intenten aguantar la primera oleada de créditos, ya que este film ha heredado la costumbre marveliana de dejar un pequeño avance de tramas futuras “fuera de programa” (como diría mi amigo Marcos Mundstock).