Crónica del Salón del Manga 2015

Cartel Salón Manga Barcelona 2015

Asistimos un año más a la cita otaku por excelencia en España, el Salón del Manga de Barcelona, que en su XXI edición nos ha dejado cosas de lo más interesantes.

Estábamos un poco nerviosos por ver lo que se estaba cocinando en los pabellones de la Fira de Barcelona en los que se prometía una fuerte presencia de Nintendo con motivo del 30 aniversario de su famosa mascota, Super Mario. Al final, y a nuestro parecer, este reclamo fue el más desaprovechado.

Encontramos un espacio dedicado a todas las consolas actuales de la gran N bastante animado, con la oportunidad de poder probar juegos nuevos y próximos lanzamientos de la compañía japonesa, además de concursos, competiciones…. Pero en lo que respecta a Mario, se podía haber puesto más carne en el asador. Únicamente vimos viseras para todo el mundo con la cara del fontanero, un photocall y una exposición con la historia de Mario de la que no salimos muy convencidos de su “calidad” al faltarle títulos emblemáticos e información crucial en la historia de este personaje. Al menos animaron un poco el ambiente los numerosos cosplays de Mario.

Para ir terminando con Nintendo, destacamos el espacio que tenía aparte sobre Pokemon, destinado únicamente para competiciones a las que asistieron los fans tanto para participar como para presenciar los combates más destacables.

Dejando a un lado al principal anfitrión, hemos de reconocer que la Fira ha ganado enteros por sus múltiples actividades dentro del propio salón y la multitud de tiendas que podíamos visitar.

Por un lado editoriales como Norma Comics, Planeta o Ivrea montaron unos stands realmente impresionantes donde presentar y vender sus últimas novedades, como el manga de Pokemon o la película de Dragon Ball Z La Resurrección de F. Por otro lado, teníamos los stands de las tiendas de manga-anime que nos sorprendían con una gran colección de figuras, peluches, videojuegos… muchos de ellos muy limitados y exclusivos. Tampoco podemos olvidar marcas de productos muy focalizados para el terreno profesional como Wacom, con varias muestras en vivo de sus tabletas para dibujar o distribuidores como Sakura, que además de vender material de dibujo profesional, también llenaban su stand con ilustraciones de Super Mario.

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El XXI Salón del Manga de Barcelona también fue el espacio perfecto para eventos, exposiciones y presentaciones de novedades para varios estudios y servicios, como por ejemplo Studio Kôsen, Cine Asia, Studio Ghibli, Ediciones Tomodomo o servicios de anime en streaming como Crunchyroll, que nos dejó un sabor agridulce tras su presentación, pues esperábamos novedades en su catálogo y no una “presentación” del servicio para darlo a conocer, ya que para eso tenían su propio stand con mucha más información.

Dentro de estos eventos, se podían asistir a talleres de japonismo donde aprender Haiku, Origami o darse una sesión de reiki o Shiatsu. También la cocina ha tenido su hueco con los talleres de macrobiótica y la alimentación del Yin y el Yan. Y en el año de Star Wars por excelencia, y teniendo en cuenta la influencia de la saga en artistas japoneses, no podía faltar su presencia en este Salón del Manga. Entre el material que se podía ver estaba representada la Legión 501 con varias colecciones de fotografías curiosas y graciosas, un mural dedicado a toda la saga, un espacio en el que fotografiarnos como si estuviéramos en el Retorno del Jedi con las motos voladoras en mitad del bosque y una exposición de figuras llamativas como las de estética Samurai.

El broche final al Salón si que lo ponía Nintendo con Enric Álvarez (Mercury Steam) creando niveles en Super Mario Maker. Y por supuesto, no olvidar a todos los cosplayers, quienes aguantaron con sus impresionantes trajes durante todas las jornadas del evento, haciéndose fotos y animando una cita que cada año aumenta en número de asistentes. Mención especial para la organización del evento, quienes conscientes de la cantidad de gente que asiste, ha ofrecido un espacio impresionante para evitar aglomeraciones y agobios, tanto en las tiendas como en los expositores.