Outrun, el juego basado en Los locos de Cannonball
En el año 1981 la popular Farrah Fawcett ganaba el premio Razzie a la peor actriz secundaria del año 1981, el film es cuestión era Los locos de Cannonball (The Cannonball Run). Divertida comedia ochentera cuyo eje argumental es una loca carrera de coches cuyos conductores son bastante especiales. La única regla es cruzar el primero EEUU de costa a costa, como sea, sin ningñun tipo de normas. Así que el más listo será el ganador. La película es recomendable para aquellos que quieran pasar un rato agradable sin necesidad de reflexiones sesudas, además entre sus figuras se encuentran Burt Reynolds, Roger Moore, Farrah Fawcett, Dean Martin, Peter Fonda, Sammy Davis Jr., Dom DeLuise, Jack Elam, Adrienne Barbeau, Terry Bradshaw, Jackie Chan, Bert Convy, Jamie Farr, Bianca Jagger, Mel Tillis, Valerie Perrine, etc…
Por mucho que la crítica se olvidase de esta comedia sin grandes pretensiones, un tal Yu Suzuki sí que se convirtió al instante en uno de sus mayores fans. Apenas tendría importancia este detalle si no fuese porque este japonés es el responsable de videojuegos como Hang-On, Out Run, Space Harrier, Virtua Fighter o Shenmue. Suzuki es , por tanto, uno de los programadores que elevaron a SEGA a las primeras posiciones en el mundo del ocio electrónico. Precisamente el clásico Outrun (1986) es el resultado de unión de dos pasiones del programador japonés: el ocio electrónico y el film Cannonball. El fruto de estas dos influencias fue la idea de realizar un videojuego centrado en una carrera de coches a través del estado americano, donde cada fase representase un icónico paisaje de EEUU. Sin embargo las similitudes de los paisajes americanos seleccionados hicieron que Suzuki cambiase de idea viajando a Europa, en su periplo por el viejo continente seleccionó varios escenarios conocidos por todo el mundo para, por fin, comenzar a trabajar en el futuro Outrun. La elección del mítico Ferrari también fue una media del “plan B”, ya que su idea incial era dar la posibilidad de elegir varios coches (también tenía pensado dar la posibilidad de elegir varios conductores), pero la limitación de la época le llevó a inclinarse por el coche ochentero del momento: un Ferrari Testarossa que vió en su paso por Mónaco. Lo que ya no sabemos es si también vió a una majestuosa rubia en el propio bólido.
Las limitaciones tecnológicas del momento no fueron impedimento para que el resultado final fuese un arcade cuidado hasta el más mínimo detalle, permitiendo disfrutar con la acción frenética de la carrera en un paisaje de ensueño, tampoco se quedaron atrás en el campo del sonido, Outrun fue el primer juego que permitió elegir la canción que sonaba mientras intentábamos alcanzar el siguiente checkpoint, y por supuesto el diseño del mueble arcade nos permitía literalmete montar en un Ferrari, algo al alcance de muy pocos. Eso sí, la rubia no estaba garantizada.