Robocop, a imagen y semejanza de Rick Deckard
Las violentas calles de Detroit ya no son lo que eran tras la llegada de aquel justiciero mitad hombre – mitad máquina llamado Robocop que imparte justicia en cada rincón de la ciudad. El que fuese tildado con un nombre ridídculo es hoy toda una franquicia cinematográfica que también incluye series de tv (incluso de dibujos animados), cómics (con Frank Miller a los lápices) y videojuegos. Pero ¿Cómo se gestó la creación de este personaje? ¿Quienes fueron los locos que apostaron por un robot policía que cumplía las que parecen una reinterpretación de las leyes de la robótica de Asimov? La respuesta la encontramos en Edward Neumeier y Michael Minner, dos ejecutivos de la industria del cine y fanáticos de los robots que decidieron probar suerte en el campo del guión con una historia de un superpolicía. Edward Neumeier aún recuerda su paseo por los escenarios en los que estaba trabajando Warner Bross a principios de los 80, el guionista quedó hechizado ante aquel majestuoso decorado que serviría como plató para una película de ciencia ficción titulada Blade Runner. Especialmente impactado quedó cuando se topó con un enorme coche azul, prototipo del que más tarde se convertiría en el spinner volador utilizado en el film. También descubrió que entre los protagonistas se encontraban Harrison Ford y Sean Young, sobre esta última alguien del staff le reveló que interpretaría el papel de un robot (pedazo de spoiler por cierto..). Durante sus sucesivas visitas por el set se fue conformando en la cabeza de Neumeier una historia de un robot policía que no comprendía el por qué de los actos de los humanos (os suena un tal Rick Deckard?). A medida que se concretaba la historia apareció en escena Michael Miner, compañero de trabajo de Neumier, quien entusiasmado con la idea colaboró en el guión definitivo.
Pero vender el guión no era tarea fácil, ni los prodcutores apostaban por aquella historia ni los directores la consideraban un buen producto que mejorase su curriculum. Menos mal que dieron con Jon Davison, un productor que había trabajado con Roger Corman, y que tenía amistades como Joe Dante y Jonathan Kaplan. Davison trabajaba por aquel entonces en Orion Pictures, responsables del Terminator de Cameron. Los chicos de Orion dieron ok al proyecto y como no encontraban director se lo ofrecieron al por aquel entonces desconocido holandés Paul Verhoeven, al que nadie le daba trabajo en su país después de dirigir la cruda Los señores del acero. Verhoeven aceptó el trabajo y puso su toque sádico particular en el film, finalmente Robocop se estrenaría el 17 de julio del año 1987 conviertiéndose en todo un éxitazo. Secuelas de inferior calidad, varias líneas de cómics, series de TV, videojuegos e incluso la celebración del “Robocop Day” cada 3 de junio, elevan a categoría de culto esta ochentera película que surgió de un inocente paseo por los bastidores de la película de culto Blade Runner. Tampoco termina aquí la vinculación entre ambos films, ya que Rutger Hauer (protagonista de Los señores del acero) había interpretado a Roy Batty en el film de Ridley Scott, Verhoeven dirigiría más tarde Desafío Total (basada en otra obra de Philip k. Dick, responsable de ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?) y Peter Weller (protagonista de Robocop) sería el actor principal de El Almuerzo desnudo, adaptación cinematográfica de la obra de William S. Burroughs (responsable del primer libreto de Blade Runner aunque este nunca llegó a rodarse). ¿Casualidades? No creo.
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Saludos cinéfilos!!