Rebelstar II: Alien Encounter, inspirado en la saga cinéfila
En 1979 la teniente Ellen Ripley se las veía y deseaba en una nave espacial llamada Nostromo con un bichejo proveniente de otro planeta con bastante malas pulgas. La supervivencia era complicada sobre todo teniendo en cuenta que, ya sabéis , “en el espacio nadie puede oir tus gritos”. Con esta premisa aparecía en las salas de cine un film híbrido entre la ciencia ficción y el terror de título Alien: el octavo pasajero. Su director, Ridley Scott, inciaba así una franquicia que aumenta de fans cada día. En 1986 James Cameron rodaba la segunda parte, los efectos especiales y la mezcla de ciencia-ficción y acción a raudales convirtieron a Alien: El regreso en un nuevo exitazo.
El universo Alien empezó a generar todo tipo de adaptaciones y copias en diversos ámbitos. Los videojuegos, que en aquellos dorados años 80 empezaban a hacerse un hueco en los ordenadores y consolas domésticas, eran carne de cultivo para todo tipo de historias y no quisieron perderse parte del pastel en las reconversiones de la saga Alien. Eso sí, hubo más de uno que se buscaba los vacíos legales para evitar pagar derechos. Es el caso del vidoejuego Rebelstar II: Alien Encounter, “no oficial” de la franquicia pero sí inspirado libremente en la temática Alien.
Rebelstar II: Alien Encounter se editó en 1988, bajo el paraguas de la empresa Telecomsoft’s Silverbird y dirigido a los usuarios del Spectrum ZX. El programador británico Julian Gollop, toda una eminencia de los viodejuegos basados en la estrategia por turnos, lideró el proyecto con la ayuda del diseñador Ian Terry.
El videojuego nos metía en la piel de un grupo de militares con la misión de infiltrarse en un planeta llamado Thray 6 y robar los huevos de una reina alien (capaz de lanzar ácido), quien se defendería con su propio grupo de soldados. Los militares tenían un tiempo limitado para volver con su botín a la nave nodriza. Como véis este curioso juego tiene bastante en común con el argumento de la película de James Cameron. Las posibilidades gráficas de aquel momento limitaban la espectacularidad del juego, pero para un título de estrategia no era lo más importante.
Tanto los fanáticos de la película como los jugones estrategas disfrutaron con este título que el joven Julian Gollop supo contextualizar buscando a ambos públicos ¡¡Buena jugada Gollop!!
Saludos cinéfilos!!