La historia del Panthermobile
El show de la Pantera Rosa (The Pink Panther show) fue una de las series estrella de la Warner Brothers Animation a finales de los años 60 y principios de los 70. Emitida por la NBC entre los años 1969 y 1972 su cabecera fue marca de la casa ya que a pesar de que se trataba de una serie de dibujos animados, los capítulos mostraban en imagen real a un coche, el flamante Panthermobile, llegando al Hollywood Chinese Theatre donde tras abrirse una puerta lateral aparecían la Pantera Rosa y el inspector Closeau listos para vivir nuevas aventuras. El rosa chillón y el diseño deportivo del vehículo lo conviertieron en un icono de la época.
En realidad el Panthermobile tomó como base el Oldsmobile Toronado, un automóvil diseñado por la compañía Oldsmobile perteneciente a la gigante General Motors. El Oldsmobile Toronado destacaba por ser un modelo de 5,5 metros de largo y dos toneladas de peso. Sus dimensiones y prestaciones eran muy poco actractivas para el mercado europeo pero consiguió cierto éxito de ventas en EE.UU.
El diseñador de coches de cine Bob Resiner (y no Jay Ohrberg, como puede leerse en algunos medios) encontró este modelo como el más preparado para convertirse en el futuro Panthermobile. Bob Resiner se asoció a Dan Woods, Joe Bailon, Bill Hines y Bill Honda y bajo la empresa Bob Reisner California Show Cars dieron a a luz a este singular coche que según sus propios creadores levantaba admiración allá por donde pisaban sus ruedas. Pero lo que más llama la atención es su interior, en cuya parte de atrás no se puede ir sentado pero no nos importa porque nos encontraremos con una especie de sala estilo “minilounge” con sillones, televisor y todas las comodidades necesarias para disfrutar de la comodidad del paseo.
Después de protagonizar la cabecera de las serie durante siete años, el coche original ha pasado por varias manos privadas vía subastas, cuyos dueños se han encargado de que pueda circular por la carretera llamando la atención del resto de conductores. Estaros atentos, que igual os cruzáis un día con él.
Saludos cinéfilos!!