La historia de Stay Puft Marshmallow Man de Cazafantasmas

Los géneros cinematográficos como el de aventura o terror nos han dado varios ejemplos de monstruos “finales” a los que se debía de enfrentar el héroe de turno, todos ellos han pasado a la historia por su ferocidad y aspecto nada amigable. No pensaba así Dan Aykroyd cuando se imaginó como monstruo protagonista del film de culto Cazafantasmas a un personajillo esponjoso y dulce que se convertiría en un destructor de la ciudad al más puro estilo King Kong. Nacía así Stay Puft Marshmallow Man, el ya legendario jefe final con el que se enfrentan nuestros amigos los cazafantasmas.

En el inolvidable film estrenado en 1984, Gozer, el archienemigo de los cazafantasmas obliga a los cuatro héroes a pensar en algo en lo que pueda convertirse para acabar con la ciudad. Es cuando el adorable Ray Stantz, quizás el más “tierno e ingenuo” de los todos, se acuerda de aquella mascota de una empresa ficticia de dulces que tan buenos recuerdos le trae. Las referencias a la empresa Pillsbury Doughboy y a su mascota parecen evidentes (como veréis en el vídeo inferior) aunque también hay quien defiende que el Michelín de la empresa de neutmáticos también inspiró al personaje.

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Sea como fuere la imaginación de Ray fue reinterpretada por Gozer en forma de un enorme Stay Puft Marshmallow Man que destrozaba todo lo que se encontraba a su paso. Las labores de creación y producción para recrear la escena final de la batalla contra este gigante nos la cuentan con detalles los compis de Cinefix. Por ejemplo, se necesitó un circuito especial de cables para las expresiones del muñeco y en la explosión final la sustancia que cae en los habitantes de Nueva York no es otra cosa que espuma de afeitar.

Saludos cinéfilos!!