El videoclip: cine, publicidad y música

Un perro andaluz (1929)

Un perro andaluz (1929)Cuando nos sentamos ante una película de cine clásico lo primero que notamos es que el ritmo y la manera de proyectar las imágenes es muy diferente a las producciones de hoy en día. Nuestra manera de ver cine ha cambiado considerablemente y uno de los factores que más ha influido en esta mirada ha sido, sin ninguna duda, el videoclip.

Analizar el fenómeno del videoclip es realmente complejo, por ello vamos a intentar establecer unos pequeños rasgos comunes que ayuden a comprenderlo. En primer lugar, señalar que el propósito del clip es, al igual que la publicidad, la venta de un producto, principalmente musical. Para ello dispone de un breve periodo de tiempo que no va más allá de la duración del propio tema. Su planteamiento formal, por tanto, es muy dinámico, introduciendo una gran cantidad de información que llegue al espectador en forma de estética.

Este fin necesita una gran variedad de reglas formales que no son, en ningún caso, comunes en el conjunto de realizaciones. Se hace uso de un gran número de planos de muy diferente índole y propósito, llenando el espacio de forma muy libre, puede desarrollar un gran equilibrio o romper el encuadre en pos de una sincronización temática con la música. Es común a todos ellos la ruptura total del tiempo, ya sea por medio de la filmación a tiempo real, el uso de flashbacks, flashforwards, cámara lenta, etc, … Desde el punto de vista narrativo, el videoclip se adapta tradicionalmente al contenido mismo de la obra musical, correlacionándose con la técnica formal de realización, se realiza una explotación visual de éste abordando géneros que van desde el puro espectáculo coreográfico a los más intimistas (donde el uso del primer plano es más acusado).

El video clip muestra habitualmente recursos surgidos del surrealismo que se interrelacionan de forma natural con la música (es conocido el caso de David Bowie, el cual proyectaba antes de sus conciertos “El perro andaluz” de Buñuel), por otra parte, conviene señalar su importancia en el mundo del cine. El videoclip ha conseguido ampliar el mercado musical gracias a esta asociación imagen-sonido, siendo influido por el cine (del cual es hijo), llegando incluso a la realización de films protagonizados por grupos musicales (Los Beatles) o grabaciones en formato cinematográfico de conciertos (Los Rolling Stones) algo impensable hasta entonces. Pero también el cine se ha visto beneficiado de esta creación: en primer lugar, desde un punto de vista comercial. La venta del producto cinematográfico se ha visto potenciada por el uso del mismo en relación con su banda sonora original (tal es el caso de “Robin Hood” de Kevin Reynolds con el tema de Bryan Adams, por poner un ejemplo). Los propios directores se han visto tentados por este medio, así John Landis ha dirigido videos de Michael Jackson o gente de cine como Oliver Stone han aplicado esta estética en films como “Asesinos natos”. En segundo lugar, señalar que el video musical ha influido de forma muy importante en el espectador, le ha acostumbrado a cantidades ingentes de información en un breve espacio de tiempo (también, evidentemente, la publicidad) lo cual, en el momento de enfrentarse a un film en el que el ritmo narrativo sea inferior al usual (dícese, escenas casi a tiempo real, abundancia de planos secuencias, etc..) supone un rechazo por parte de éste.

Para finalizar, indicar que el videoclip ha supuesto una opción más en la realización audiovisual, necesitando, prácticamente, los mismos medios técnicos, creativos y de realización que la filmación de una película tradicional y teniendo, a su vez, unos registros propios que al igual que la publicidad interactúan frecuentemente con el cine, dado que ambos se integran en el mismo ámbito cultural.