El Blade Runner de William Burroughs
La década de los años 50 americana alberga un singular grupo literario caracterizado por su oposición a los valores clásicos, por experimentar con todo tipo de drogas y por una inclinación hacia la cultura oriental. La denominación de este grupo se concretó en la etiqueta “Generación beat“, con los autores como Jack Kerouac, Neal Cassady, Allen Ginsberg, Herbert Huncke, John Clellon Holmes, y William Burroughs a la cabeza. Todos ellos mostraron su interés por romper con las normas establecidas y por la libertad sexual, una década más tarde el movimiento hippie irrumpía con fuerza en medio mundio.
De los escritores antes mencionados queremos destacar a William Burroughs, quien defendía que el ser humano estaba limitado por el lenguaje, al que definía como un virus que limitaba nuestra forma de pensar y dominaba nuestra mente. Algunas obras de Burroughs paracen collage, unidades narrativas sin conexión que parecen relacionarse con la escritura automática surrealista. La afición a las drogas del escritor también influyeron en su forma de narrar y de ver la realidad.
Entre los títulos escritos por Burroughs nos encontramos uno de apenas 90 páginas titulado Blade Runner. Una película, editado en 1979, que rápidamente nos lleva a pensar en Philip K. Dick (otro escritor atiborrado de sustancias alucinógenas) y en el film de culto de Ridley Scott. La razón de la edición de este libro es la intención de llevar al cine la novela de ciencia ficción The Bladerunner, escrita por Alan E. Nourse en 1974, y que presentaba un mundo pesimista gobernado por las multinacionales farmeceúticas que condicionan las leyes sanitarias, donde las revueltas callejeras son constantes y los médicos ejercen ilegalmente. Aquí viven los llamados blade runners, adolescentes que venden fármacos ilegales a los médicos.
Cuando Hampton Fancher, primer guionista de Blade Runner, buscaba un título para la adaptación de ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick al cine compró los derechos del título Blade Runner, que sería finalmente el título del film de Ridley Scott.
Cuando hablamos del clásico de ciencia ficción no podemos olvidarnos del visionario William Burroughs, que como toque final recordaremos que su familia fue la fundadora de la Burroughs Corporation, empresa líder en la construcción de máquinas de sumar y gran potencioadora de los primeros lenguajes de programación llamados de alto nivel, como FORTRAN, COBOL, PHP, etc…. Mientras Burroughs pensaba en romper y escapar el lenguaje su familia pensaba en el lenguaje cognitivo con las máquinas, curioso.
Saludos cinéfilos!!