Crítica Wild Card
He de ser honesto desde el principio: Simon West no es santo de mi devoción. Su debut como director de un largometraje fue con “Con Air” una cinta que puede resultar entretenida por sus excesos y por su sin sentido pero sobre todo por ver a un desatado Nicolas Cage que tras ganar dos años antes el Oscar al mejor actor por “Leaving Las Vegas” y que un año antes se topó en su carrera con Michael Bay que lo dirigió en la videoclipera “La Roca” (“The Rock”) empezó su declive como actor y salvo excepciones a partir de este momento no ha tenido demasiada suerte a la hora de escoger los papeles, acompañado por Steve Buscemi que daba vida a un terrible asesino, papel en el que el actor parecía sentirse bastante cómodo ya que daba la sensación de que era la única persona que sabía en que clase de película se había metido. Pero “Con Air” no dejaba de resultar una floja cinta de acción para ver y olvidar, West nos dejó una de esas películas destinadas a ser vista un sábado por la tarde cuando no hay nada que hacer: No aburre, se deja ver pero no tiene nada (Salvo otro curioso peinado de Cage) que haga esta vaya a perdurar en la memoria del espectador. Su siguiente cinta “La hija del general” (“The General’s Daughter”) supuso un decepcionante intento por rodar una película de un tono mas sobrio que dejaba de lado la acción sin sentido y se acercaba al thriller mas comercial. Pero si alguien pensaba que la cosa no podía ir a peor Lara Croft se cruzó en su carrera y West fue elegido para dirigir la adaptación del videojuego protagonizado por Angelina Jolie en “Lara Croft: Tombraider” dejándonos una aburridísima cinta de aventuras. (Las aventuras de Lara Croft parece que influyen de manera muy negativa en la carrera cinematográfica de los directores que las llevan a la gran pantalla. Si Simon West tardó 5 años en volver a dirigir una película peor es el caso de Jan de Bont que se encargó de la segunda parte de la saga con “Lara Croft Tom Raider: La cuna de la vida”, la cinta rodada en el 2003 fue la última película dirigida hasta el momento por Jan de Bont)
Si algo define al cine de Simon West además de moverse siempre entre el thriller, la acción pura y dura y ciertos toques dramáticos mas o menos afortunados que parecen querer indicar que al director también le interesan los personajes y sus sentimientos es, a excepción de “Cuando llama un extraño” (“When a stranger calls”), que sus películas parecen productos prefabricados para el lucimiento de sus protagonistas, cintas que parecen hechas a medida para ellos como era el caso de Nicolas Cage en “Con Air” o “Contrarreloj” (“Stolen”), John Travolta en “La hija del General”, Angelina Jolie en “Lara Croft: Tombraider”, todo el elenco de “Los Mercenarios 2” y Jason Statham tanto en esta cinta como en “The Mechanic” o “Wild Card”. Y es que resulta completamente imposible para cualquier director conseguir que sus películas posean algo de personalidad propia cuando tu trabajo parece supeditado al lucimiento de la estrella de turno. West que en alguna de sus cintas como es el caso de “The Mechanic” o esta “Wild Card” demuestra que puede o mejor dicho que quiere tocar y profundizar ciertos elementos dramáticos para trabajar con personajes que no resulten excesivamente planos y así hacer que sus cintas se diferencien un poco del resto de películas de acción (Al menos en estos dos casos) se muestra incapaz de conseguirlo y aunque sus cintas resultan películas apreciables estas se ven bien pero se olvidan demasiado rápido.
Ahora nos llega la que es ya la tercera colaboración de Simon West con Jason Statham con quién este ya trabajó antes en “The Mechanic” y “Los Mercenarios 2”. “Wild Card” esta mas cerca de lo que el director intentó hacer en “The Mechanic” que del espectáculo palomitero y sin sentido de cintas como “Con Air” o “Los Mercenarios 2”. West vuelve a trabajar sobre una novela que en este caso ha sido adaptada al cine por el propio escritor: Willam Goldman cuyo trabajo como guionista es muy conocido y de gran importancia dentro del cine reciente. Suyos son los guiones de “Dos hombres y un destino” (“Butch Cassidy and the Sundance the Kid”), las adaptaciones de novelas de otros escritores para la gran pantalla como es el caso de Stephen King y su “Misery”, Ross MacDonald con “Harper, Invstigador Privado” o Nelson DeMille con “La hija del general” la que supuso la primera colaboración entre West y Goldman e incluso adaptando sus propias novelas al cine como es el caso de “La princesa prometida” (“The Princess Bridge”) o “Maraton Man” película protagonizada por Dustin Hoffman y dirigida por John Schlesinger. Siempre es un punto a favor de la historia que el mismo escritor sea la persona encargada de adaptar su novela (Aunque obviamente no lo es todo). Nadie mejor que el autor de la historia original para mantenerse fiel a si mismo, para conseguir que la esencia de la novela salte a la gran pantalla sin traicionarse… al menos no demasiado. Ahí están por ejemplo los notables trabajos de John Ajvide Lindqvist o de William Peter Blatty adaptando sus propias novelas para las películas “Let The Right one in” en el caso del primero y “The Exorcist III” en el del segundo. Aunque el caso de Lindqvist resulta muy superior al de Peter Blatty con su “Legión” ambos escritores metidos a guionistas consiguieron que sus novelas se adaptaran de forma notable y tanto Lindqvist como Peter Blatty consiguieron centrarse en lo realmente importante de sus novelas quitando todos aquellos elementos o historias secundarias que podían distraer al espectador sobre aquello que era realmente importante, en el caso de Lindqvist al centrarse en la historia de amor de sus dos protagonistas en el de Peter Blatty al deshacerse de todas esas paranoias del teniente Kinderman en forma de conversaciones que aburren al lector mas entregado a la causa. Hay que reconocer que en el caso de “El Exorcista III” el gran trabajo de Peter Blatty como guionista se vio en cierto modo lastrado por la forma de este de dirigir su película demasiado deudora de lo que hizo Friedkin en la primera parte e intentado huir por todos los medios del recuerdo de John Boorman en la tremendamente floja segunda parte de la saga.
Si la presencia de William Goldman no ha sido suficiente las primeras imágenes de “Wild Card” nos dejan claro que no vamos a estar ante la típica película de acción protagonizada por Statham por mucho que veamos en los títulos de crédito que las escenas de acción están supervisadas por Cory Yuen. La cinta dirigida por West posee por desgracia una escena inicial del todo decepcionante y simple, carente de la fuerza necesaria para enganchar al espectador. Y es que el innecesario cameo de Sofía Vergara y un inicio que quiere mostrarnos las debilidades del antihéroe que mal vive en los tugurios nos deja un comienzo muy, demasiado flojo a lo que sumando que a esta película le cuesta mucho en arrancar, en centrarse en lo que realmente nos importa hace que “Wild Card” no este a la altura de lo esperado. La historia adaptada por Goldman que intenta ser una metáfora acerca de los miedos y el sentimiento que nos impide hacerlos realidad, esa sensación de que es mejor seguir así antes que arriesgarse y ganar (O perder…) resulta lastrada por un desarrollo demasiado convencional donde las escenas de acción parecen metidas con calzador para que el espectador no se duerma (Y por que para algo hemos contratado a Statham) y este rellena su historia con algún personaje que chirría por todas las partes. “Wild Card” parece hermanada con “The Mechanic” (Cinta de la que parece mofarse el corto “A is for Amateur” de “The abc’s of the death 2”) no solo por contar con el mismo director y protagonista si no además por la presencia de una especie de alumno que parece querer o tener que aprender mucho del protagonista.
“Wild Card” posee poca acción pero realmente lograda (Y como he dicho antes un tanto forzada). West utiliza de manera muy inteligente la cámara lenta para hacer de esos momentos algo realmente impactante pero no se puede decir lo mismo de la forma en la que utiliza la música haciendo que alguna de las peleas no acabe por funcionar como realmente nos gustaría. Utilizar música navideña puede dar un toque diferente, extraño al momento, ahi esta por ejemplo que lo ha hecho Jaume Collet Serra con la canción de The Pogues “Fairtale of New York”, pero parece que West ha querido jugar a hacer algo a lo Tarantino y por desgracia ha salido muy mal parado.
“Wild Card” es un nuevo intento por parte de Statham de formar parte de una cinta dramática que intenta alejarse de lo que es el típico cine de acción que suele protagonizar (En este saco metemos también por ejemplo “Blitz” que aunque no deja de ser un thriller no es la película que en un principio cabria esperar). Bien acompañado por Stanley Tucci con el que el actor comparte la mejor escena de toda la película, con una muy desaprovechada Hope Davis, con un Milo Ventimiglia que desde su trabajo en la serie “Héroes” y la película “The Divide” parece no encontrar el papel que le haga despegar y con un Michael Angarano que da vida a ese joven que quiere contar con los servicios del protagonista para que le proteja pero lo que realmente necesita es una buena hostia que lo espabile de una vez, la cinta de West se puede ver y después olvidar. Por mucho que resulte llamativo (E incluso cómico) ver a Statham empuñando una tenedor y un cuchillo, esta película no aporta nada nuevo, la parte dramática no acaba por cuajar, la acción aunque llamativa es escasa y la historia por desgracia no acaba por enganchar. Una lastima.
Lo mejor: Las escenas de acción. Escasas pero llamativas.
Lo peor: El personaje interpretado por Michael Angarano.
Título: Wild Card
Año: 2015
Género: Drama – Thriller
Duración: 92 min.
Director: Simon West
Guión: William Goldman según su propia novela “Heat”
Música: Dario Marianelli
Interpretes: Jason Statham, Michael Angarano, Dominik García-Lorido, Hope Davis, Milo Ventimiglia, Stanley Tucci, Max Casella, Jason Alexander, Sofía Vergara, Chris Browning
Sinopsis: Nick Wild es un guardaespaldas adicto al alcohol y el juego que trabaja en Las Vegas. Cuando una amiga sufra un terrible ataque por parte de unos mafiosos tendrá que enfrentarse a sus miedos y jugárselo todo a una carta.